De película. Un violador serial se fugó de una clínica cordobesa cuando le hacían diálisis

CÓRDOBA. Durante unas horas, Emilio Zacarías Bustos condenado en 2011 por la Justicia provincial a 21 años y seis meses de prisión por violar a cinco mujeres, se convirtió en el prófugo más buscado de la ciudad. Se fugó mientras le realizaban diálisis en el Hospital Córdoba, en medio de un populoso barrio de la zona este de la capital. Los dos guardias que debían vigilarlo mientras se realizaba la práctica médica, y a los que se les escapó insólitamente, fueron imputados. El preso fue recapturado horas después, pero la conmoción y la indignación persisten.

Bustos se fugó la tarde del lunes, cuando en teoría era custodiado por dos efectivos del Servicio Penitenciario Provincial, que terminaron imputados por favorecimiento de evasión culposa.

El delincuente estaba esposado de un brazo y en el otro tenía colocado el catéter para el tratamiento; como le faltan dos dedos, pudo pasar la mano a través de la esposa, quitársela, arrancarse la vía endovenosa y evadirse.

Al pasar por la sala, una médica advirtió que Bustos no estaba y dio aviso a los guardias. Eran alrededor de las 18; media hora después se había desplegado un importante operativo en toda la ciudad. Cerca de las 23, el convicto fue recapturado en una casa de barrio Avellaneda, en el sudeste de la ciudad de Córdoba. La vivienda donde estaba era la de un familiar.

Según la reconstrucción de su fuga, el hombre bajó por el ascensor del hospital y salió al estacionamiento, desde donde se fue al barrio Avellaneda.

Bustos –que está nuevamente en la cárcel de Bouwer– había violado a las cinco víctimas en sus domicilios, en Villa Allende y en la ciudad de Córdoba. También tenía condenas anteriores por robo. En diciembre de 2011, la Cámara Novena del Crimen le dictó la condena.

En ese juicio –que se hizo a puertas cerradas– se determinó que Bustos violó a la mujer mientras ella tenía a su bebé en brazos; lo hizo en presencia del esposo y del hermano, a quienes ató. Había entrado a la vivienda con un cómplice para robar.

El hombre reconoció ante la Justicia que fue responsable de cinco violaciones; cuatro durante el 2008. Dos de los abusos sexuales ocurrieron en Villa Allende y los otras tres, en el barrio Yapeyú, adonde el hombre vivía con su madre. Antes de la sentencia pidió “perdón”.

La fuga de Bustos se produjo cinco meses después de la de Roberto Carmona, la “Hiena humana”, condenado a perpetua y detenido en Chaco, quien huyó durante una visita a su esposa en la ciudad de Córdoba durante el partido de la selección argentina contra Croacia en el reciente Mundial de Qatar.

Carmona fue recapturado unas tres horas después y ahora está preso en la cárcel de Cruz del Eje (norte de Córdoba). La Justicia le dictó prisión preventiva porque durante la fuga asesinó al taxista Javier Rodrigo Bocalón, de 42 años. Lo apuñaló varias veces en el cuello y también en la espalda y el brazo derecho para moverlo al asiento del acompañante y seguir conduciendo él. También lo acusaron de robo calificado por el uso de arma reiterado, por los ataques a particulares para sustraerles sus autos. Hay seis guardiacárceles chaqueños detenidos.

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