Silvia Saravia había llegado a su casa para "buscar unas cosas", según le dijo a una de las empleadas. Entró a la habitación matrimonial y se metió en el baño. Allí la sorprendió Jorge Neuss, su esposo, con un arma en la mano. Forcejearon. Ella se defendió como pudo, pero él la dominó tomándola del cabello. La asesinó de un disparo y luego se suicidó. No fue un pacto suicida, como se especuló en las primeras horas: fue un femicidio. Todas las hipótesis fueron seguidas en detalle y, a más de dos semanas del hecho, no disminuye el interés ante cada novedad de la investigación.
En la Argentina, una mujer es asesinada cada 27 horas. Pero cuando el crimen ocurre en un entorno de familia de clase alta, da lugar a cierta "espectacularización". Lo mismo ocurrió con los casos de Nora Dalmasso y María Marta García Belsunce,entre otros.
En un país en donde nos dejan mirar poco lo que sucede en las elites, el policial es como una mirilla.
"Los hechos policiales, sumados al dinero y al poder, generan mucha atracción. En un país en donde nos dejan mirar poco lo que sucede en las elites, el policial es como una mirilla, una tentación. Nos podemos asomar a algo que no siempre se nos deja ver", planteó a LA NACION Mariana Heredia, socióloga e investigadora del Conicet.
Los Neuss son conocidos en el país. Herederos de un inmigrante alemán, construyeron un emporio que tuvo su auge en los 90. Hoy canalizan la mayoría de las inversiones a través de Neuss Capital. El femicidio seguido de suicidio, que ocurrió el 10 de octubre, generó un fuerte impacto. Todavía circulan por WhatsApp diversas hipótesis de origen incierto, sin importar lo que figura en el expediente ni lo que publican los medios en base información confiable y chequeada.
"En estos entornos, en general, no quieren que el hecho tenga mucha trascendencia. El poder suele jugar del lado del victimario. Con Saravia fue clarísimo. Los entierran juntos, los despiden juntos. Si no hay alguien que investigue, que insista, muchas veces el crimen, el femicidio, la violencia de género, todo suele quedar tapado", sostuvo Mabel Bianco, médica, máster en Salud Pública y presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM).
En estos entornos, en general, no quieren que el hecho tenga mucha trascendencia.
Y añadió: "No es solo la ‘vergüenza pública’ de que se sepa que lo que parecía una relación sana no era tal cosa, encima hay un background económico, y eso siempre perjudica a la víctima y a quienes quieren justicia por ella".
Nora Dalmasso, de 51 años, fue asesinada en noviembre de 2006. Su cuerpo fue hallado en la cama de su hija, en su casa de un barrio privado de Río Cuarto, Córdoba. Aunque al día de hoy no hay condenas, por la causa circularon teorías de las más variadas. Primero detuvieron a Gastón Zárate (apodado "el perejil"), un pintor que había trabajado en la casa. Lo acusaron de violar y asesinar a Dalmasso. Al poco tiempo fue liberado y quedó claro que no había tenido nada que ver con el homicidio.
También fue acusado su hijo, Facundo. Lo imputaron por abuso sexual y homicidio. Luego fue sobreseído. Se habló de un presunto juego sexual que habría terminado mal. Entraron a desfilar por la causa varios supuestos amantes de la víctima. La vida íntima de Dalmasso fue expuesta y fue motivo de burlas. Peritajes encargados al FBI, escándalos políticos, renuncias de funcionarios y una escena del crimen contaminada. Todo esto formó parte del expediente.
"La discreción permite discrecionalidad. Sobre todo en América Latina", señaló la socióloga Heredia. La investigación sigue abierta y hoy tiene al viudo imputado por "homicidio calificado por promesa remunerativa agravado por el vínculo".
Farré, un femicida condenado
En el mismo country en el que Neuss asesinó a su esposa, hace cinco años Fernando Farré mató de 66 puñaladas a Claudia Schaefer. Todo ocurrió en un vestidor de la casa, que Farré cerró con llave. La atacó con dos cuchillos ante la mirada atónita, del otro lado del vidrio, de un abogado de la víctima que estaba allí por un trámite del divorcio en curso.
Farré era un empresario conocido, se codeaba con figuras locales e internacionales de la farándula y se mostraba hacia afuera como un "hombre de familia".
Pero debajo de esa fachada se desplegaba un escenario de violencia que sufrían Schaefer y sus hijos. A tal punto que la mujer presentó una denuncia ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia (OVD).
"En estos casos, en general, uno de los aspectos de violencia que existe, pero no siempre aparece, es la violencia económica", explicó Bianco. "Es un tema, tal vez no se ve tanto en otros grupos sociales. Ahí en alguna medida pierden las mujeres. En el caso Farré fue clave. Ella hizo consulta a la OVD porque tenía un alto riesgo, tenía miedo. En el medio estaba el proceso del divorcio y el acuerdo económico", detalló la especialista.
Uno de los aspectos de violencia que existe en estos casos, pero no siempre aparece, es la violencia económica.
Cuando quedó detenido, su abogado sostuvo que "en el momento del hecho sufrió una grave perturbación de la conciencia que le impidió comprender la criminalidad del acto". Pero ninguna estrategia de defensa pudo lograr que quedara impune. En 2017, un jurado popular lo declaró culpable. Farré fue condenado a prisión perpetua, pena que fue confirmada por Casación al año siguiente.
El caso Belsunce, a Netflix
María Marta García Belsunce fue asesinada en su casa del country Carmel, el 27 de octubre de 2002, hace exactamente 18 años. Aunque al principio se habló de un accidente doméstico y fue velada en la vivienda con la presencia del fiscal que luego se convertiría en el enemigo número uno de la familia, la víctima había recibido seis disparos, cinco de los cuales impactaron en su cabeza. Uno rebotó, cayó al piso del baño y se transformó en el famoso "pituto" que fue descartado por uno de sus hermanos.
El crimen causó una conmoción inédita. Carlos Carrascosa, el viudo, estuvo en la cárcel durante 5 años, condenado como coautor del homicidio. En diciembre de 2016 fue absuelto y pudo recuperar su libertad. Este año publicó Carlos Carrascosa, diario de un inocente. Un amor, una causa, una vida, libro en el que recopila apuntes que fue escribiendo en la cárcel con su historia de vida.
Por la causa -y por el imaginario popular- desfilaron decenas de hipótesis. La condena social a la familia fue implacable. El expediente acumuló fojas durante 18 años y ahora espera un nuevo juicio que tiene como imputado a Nicolás Pachelo, exvecino del Carmel.
Cada etapa de la causa volvió a poner el crimen en el centro de la escena y, a pesar del tiempo transcurrido, sigue despertando tal interés que en noviembre se emitirá por Netflix el documental Carmel: ¿quién Mató a María Marta?
"La idea surgió hace años, cuando conversábamos con Sofía Mora, guionista y colega. Hablábamos mucho del caso, de lo truculento que era, por momentos bizarro e incluso con algunos toques de humor negro. Fantaseábamos con hacer una ficción. Siempre lo mirábamos desde el lugar de cineastas", contó a LA NACION Alejandro Hartmann, director del proyecto.
La iniciativa tomó forma. "Hace dos años y medio dijimos ‘esto tiene que ser una serie documental, hay que hacer algo distinto’. Es que a nivel cinematográfico el caso tiene muchas cosas interesantes. Pero sus ribetes son tan extraños y funcionales que desde la ficción parecerían poco verosímiles", relató.
"Hay un morbo con los ricos y famosos...es una de las razones por las que este caso tuvo tanta repercusión. Está claro que situaciones similares en otros estratos no generan el mismo interés", detalló Hartmann. Y añadió: "Los medios en el momento lo convirtieron en el caso del año, después de un tiempo de mucho periodismo alrededor de la crisis económica, el agotamiento social...Era un acercamiento a una clase social alta a la que no todos tenemos acceso, eso seguro provoca algo en la historia".
Aunque en rigor el caso Belsunce no está caratulado como femicidio, durante la producción del documental se trabajó desde la perspectiva de género.
Fue revelador conocer a María Marta más allá del asesinato. Ojalá que el público la pueda ver así.
"Tocamos el tema femicidio con los fiscales y ellos nos dijeron que no encontraron esa figura legal. Es una mujer asesinada, pero no nos queda claro todavía a los argentinos qué pasó", señaló Vanessa Ragone, productora ejecutiva del documental. "A María Marta la tratamos con mucho respeto, parte del documental fue conocerla. Ella saltó al conocimiento público con su asesinato, pero en cada capítulo tratamos de llamar la atención sobre su vida, para que sea vista como el ser humano que fue y no solo como un objeto de una historia", aseguró.
Sobre este punto coincidió Hartmann: "Era importante que la víctima tuviera presencia como ser humano. Hoy para mí es otra persona. Fue revelador conocerla más allá del asesinato. Ojalá que el público la pueda ver así".
Donde comunicarse ante situaciones de violencia de género:
- 911 - Urgencias
- Línea 144 - Asesoramiento, acompañamiento y contención
- Oficina de Violencia Doméstica - Denuncia y atención las 24 hs. (Lavalle 1250- 11-4123-4510)
- Comisaría más cercana - Denuncia
- Ministerio Público Fiscal - Denuncias y atención las 24 hs (denuncias@fiscalias.gob.ar)
- WhatsApp de la Ciudad: 11-5050-0147
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