Crimen y misterio: “Te voy arruinar la vida” y “te voy a cortar las manos”, otros audios vinculados al hombre descuartizado
Los investigadores del homicidio de Fernando Pérez Algaba buscan el teléfono celular y el perro de la víctima para tratar de reconstruir las últimas horas antes del asesinato
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El 14 de febrero pasado, Nahuel Vargas, denunció por amenazas a su examigo Fernando Pérez Algaba. Antes o después de la presentación en una comisaria de la policía bonaerense, enojado, el trader y vendedor de motos y autos le había mandado un amenazante mensaje de voz: “Divertite mucho que cuando vuelva te voy a buscar por cielo y tierra. Anda a hacer la denuncia que quieras. Te voy a arruinar la vida pedazo de loro. Traidor. Me vas a pagar cada peso que me debes hijo de re mil puta. Fui a buscar a un pibe a México... a vos te voy a buscar por cielo y tierra”.
Pérez Algaba, de 41 años, fue asesinado a balazos y su cuerpo fue descuartizado. La víctima había recibido numerosas amenazas de muerte de sus acreedores. Pero, como sostuvo Vargas en su denuncia y como se desprende del mensaje de voz de Whatsapp, él también amenazaba a las personas que le debían dinero.
Hasta su desaparición, la víctima se movilizaba en una camioneta Land Rover Range Rover Evoque modelo 2012, vehículo que fue entregado en las últimas horas por un constructor de zona norte, informaron fuentes judiciales.
Los investigadores del homicidio intentan reconstruir los últimos días de la víctima. Para poder armar el rompecabezas, los detectives judiciales y policiales intentan encontrar el teléfono celular de Pérez Algaba y su mascota, un perro bull dog francés, de nombre Kupper, que siempre lo acompañaba.
“En el departamento que alquilaba la víctima se secuestró un certificado de su psiquiatra en el que se consiga que Pérez Algaba tenía un cuadro depresivo y de ansiedad. En ese informe se aconsejaba que viajará con su perro, Kupper”, dijeron a LA NACION fuentes judiciales.
Además del mensaje de voz que la víctima le mandó a Vargas, se conocieron más detalles de la conversación con el barrabrava de Boca Juniors Gustavo Iglesias que Pérez Algaba grabó.
Iglesias le reclamaba un dinero que la víctima le debía. “Yo no te voy a matar, te voy a sacar los ojos y cortar las manos para que no puedas contar más plata”, le espetó Iglesias en la grabación que tras su difusión es analizada por los investigadores.
“Los audios impresionan, lo cual no quiere decir que Gustavo [por Iglesias] haya cometido el atroz crimen. Esto es parte de una discusión violenta. Son afirmaciones muy pocos felices, pero que no tenían que ver con el homicidio”, sostuvo a radio Con Vos el abogado de Rodrigo González, que representa a Iglesias.
Según escritos que hizo Pérez Algaba, de 41 años, en su block de notas de su teléfono celular y enviada a sus contactos de WhatsApp, el hijo de Iglesias, Nazareno, le reclamaba una deuda en dólares.
“Nazareno y Gustavo Iglesias se presentaron en la causa con sus abogados. Ambos prestaron declaración y en el marco de las mismas no solo reconocieron que Pérez Algaba les debía dinero, sino que además confirmaron la veracidad de los audios que trascendieron en los medios y en los que se puede escuchar la voz Gustavo Iglesias”, agregaron las fuentes citadas.
En unas anotaciones que hizo Pérez Algaba en block de notas del teléfono celular y que envió por Whatsapp a sus contactos, hizo referencia a Nazareno Iglesias, el hijo del sindicado barra de Boca Juniors, y explicó que el joven le prestó 40.000 dólares y que él durante 12 meses le pagó. “El capital lo recuperó. ¿Ahora que me caí, no podés esperar unos meses que me acomode y te voy cancelando? No, me llama y me amenaza”, sostuvo en el escrito. También contó que le ofreció al padre del muchacho un lote en Cariló, pero no aceptó porque quería el efectivo.
LA NACION tuvo acceso a un video grabado por Pérez Algaba cuando ingresaba a una propiedad de Cariló y saluda a su perro Kupper.
“Quiero que esto llegue hasta el fin”, sostuvo Roldolfo Pérez Algaba, hermano de la víctima, en declaraciones a LN+.
El hallazgo del cuerpo
El cuerpo descuartizado de la víctima fue arrojado en el arroyo del Rey, en Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora.
Primero se encontraron los dos brazos y las dos piernas del empresario en una bolsa negra en el interior de la valija roja. El lunes pasado, cuando se realizaban tareas de drenaje en el arroyo, se halló el torso. Todas las partes tenían tatuajes y se detectaron dos impactos de bala en el torso. Anteayer, finalmente, fue encontrada la cabeza, estaba dentro de una mochila en el mismo arroyo.
La identificación del cuerpo estuvo a cargo de Sección Dactilar de la División Dactiloscopia de la Policía Científica bonaerense. Los especialistas cotejaron las huellas de los miembros superiores encontrados en el arroyo el domingo pasado y lograron certificar que se traba de Pérez Algaba.
En el interior de la valija donde estaban las extremidades de Pérez Algaba se encontraron cuatro documentos de identidad correspondientes a los integrantes de una familia que vive en Ingeniero Budge, quienes declararon como testigos ante el fiscal de Lomas de Zamora Marcelo Domínguez, a cargo de la investigación
“Los testigos dijeron que le prestaron la valija a una familiar y que se habían olvidado los documentos en el interior de la maleta”, sostuvo una fuente del Ministerio de Seguridad bonaerense.
La investigación del homicidio está a cargo del fiscal de Lomas de Zamora Marcelo Domínguez.
“Declararon algunos amigos de la víctima, quienes confirmaron que Pérez Algaba tenía deudas con distintos acreedores. Pero ninguno pudo aportar información relativa a quién podría haber querido matarlo”, dijeron a LA NACION fuentes judiciales.
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