Crimen y misterio: quiénes son los cuatro detenidos y los dos prófugos acusados de un homicidio y descuartizamiento
Según la Justicia, Fernando Pérez Algaba, de 41 años, fue asesinado con alevosía y por codicia
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Cuatro sospechosos ya están tras las rejas y dos siguen prófugos. La investigación por el homicidio de Fernando Pérez Algaba, el trader de 41 años asesinado de dos balazos por la espalda y cuyo cuerpo fue descuartizado, tuvo un avance vertiginoso en las últimas horas, con allanamientos y detenciones ordenados por el juez de Garantías de Lomas de Zamora Sebastián Monelos a pedido del fiscal Marcelo Domínguez, a cargo del expediente.
Fernando Carrizo, Luis Contreras, Matías Gil y Flavia Lorena Bomrad fueron arrestados por detectives de la policía bonaerense. Maximiliano Pilepich, de 45 años, y Nahuel Vargas, de 43, están prófugos.
Todos están imputados de los delitos de homicidio agravado por ser cometido mediante el uso de arma, con alevosía, por codicia y por el concurso premeditado de varias personas.
A Pilepich, Vargas, Contreras y Bomrad también se les imputó el delito de falso testimonio, según el dictamen en el que el fiscal Domínguez pidió las detenciones.
Bomrad, una gestora de trámites de operaciones de venta y compra de vehículos, había declarado como testigo. Era amiga de Pérez Algaba, alias Lechuga. Según declaró, la víctima llegó a perder 140.000 dólares en el negocio de las criptomonedas. Además, dijo, dilapidó mucho dinero en apuestas en casinos virtuales. Antes de que lo mataran de dos balazos hacía frecuentes visitas al Casino Flotante de Puerto Madero.
Cuando declaró como testigo, el 27 de julio pasado, la ahora imputada sostuvo que Pérez Algaba vivía amenazado por sus acreedores. En ese contexto, por seguridad y desconfianza, la documentación importante y el dinero en efectivo que manejaba los guardaba en los baúles de los autos que conducía. Tenía miedo. Y ese temor hizo que, entre febrero y marzo pasado, le pidiera prestada una pistola calibre 9 milímetros a su amiga Bomrad.
Le respondió a su amigo que no le iba a prestar la pistola. Cuando él se fue de su casa, la testigo advirtió que le faltaba el arma de fuego. Entonces, sin perder tiempo, llamó a Pérez Algaba y le pidió que se la devolviera. Pérez Algaba le dijo que había sido una broma y al otro día le llevó la Bersa a su amiga.
Si bien, el juez Monelos había rechazo el pedio de detención de Bomrad hecho por el fiscal Domínguez, hoy, en un allanamiento en la casa de la gestora, dentro de su auto, la policía bonaerense secuestró un aro que habría pertenecido a la víctima y levantaron manchas hemáticas, según informaron fuentes con acceso a la investigación.
“En lugar y momento aún no determinado, pero entre las 18 del 18 y las 3 de las 19 de julio pasado, varias personas, entre ellas, al menos las identificadas como Maximiliano Pilepich, Nahuel Vargas, Matías Gi, Luis Contreras, Alma Nicol Chamorro, Horacio Córdoba, Flavia Lorena Bomrad y Fernando Carrizo, habiendo actuado de manera premeditada entre sí y con una previa división de tareas y mediante utilización de armas de fuego, provocaron dos lesiones en la parte posterior del torso de Pérez Algaba, que ocasionaron su muerte, habiendo actuado en consecuencia con la correspondiente alevosía, valiéndose en tal sentido del estado de indefensión en el que se encontraba la víctima al habérsele disparado por la espalda y por codicia, al reportarles el citado homicidio un rédito económico ilegítimo, ya que algunos de los antes nombrados se vieron exentuados [sic] del pago de una deuda con la víctima”, sostuvo el fiscal Domínguez al solicitarle al juez Monelos siete detenciones y una serie de allanamientos.
El magistrado también rechazó el pedido de detención de Córdoba, un oficial de la Policía de la Ciudad que le habría entregado un teléfono celular a Pilepich. El móvil pertenece a una flota de la fuerza de seguridad porteña, según el expediente judicial.
Amores y odio
Pilepich, uno de los prófugos, tenía una relación de negocios con Pérez Algaba, según el expediente judicial. “Se analizaron los teléfonos celulares de Pilepich y de los mismos surge que el nombrado poseía con la víctima una relación de negocios de mucho tiempo a esta parte y emerge de las conversaciones y mensajes que se enviaban la existencia de una relación de amores y odio, en las que se advierte y se puede afirmar la existencia de discusiones y peleas y amenazas que se efectuaron ambos”, explicó el fiscal Domínguez.
Para el fiscal de Lomas de Zamora Marcelo Domínguez, a cargo de la investigación, la codicia está planteada en el hecho de que “existía una acreencia de la víctima para con Pilepich y que el hecho de provocar su muerte, en las circunstancias en que se perpetraron, luego de suscribir un documento de reconocimiento de deuda en una escribanía, siendo, asimismo, que dicha deuda ya partía de otra previa que fue compensada con el posterior reconocimiento de deuda y que en vez de ser honrada por Pilepich se escogió el resultado del homicidio de la víctima”.
Vargas era amigo de la víctima. Una relación en la que también hubo peleas y amenazas. Es más, en febrero pasado, Vargas denunció a Pérez Algaba por amenazas.
Divertite mucho que cuando vuelva te voy a buscar por cielo y tierra. Anda a hacer la denuncia que quieras. Te voy a arruinar la vida pedazo de loro. Traidor. Me vas a pagar cada peso que me debes hijo de re mil puta. Fui a buscar a un pibe a México... a vos te voy a buscar por cielo y tierra”, fue un amenazante mensaje que Pérez Algaba le mandó a Vargas.
Carrizo, según se desprende del expediente judicial, era el encargado de la seguridad de un departamento propiedad de Pilepich. Además, habría acompañado al ahora prófugo a la casa de Contreras, en Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora.
Contreras es hermano de Alma Nicol Chamorro, la primera detenida de la causa. Según el expediente, Cooper, el bull dog francés de la víctima fue visto en su casa de Ingeniero Budge. Estuvo imputado en una causa por robo y hurto de auto junto a Pilepich en 2004.
El domingo 23 de julio pasado se encontraron los dos brazos y las dos piernas del empresario en una bolsa negra en el interior de una valija roja. Un día después, cuando se realizaban tareas de drenaje en el arroyo, se halló el torso. Todas las partes tenían tatuajes y se detectaron dos impactos de bala en el torso. Anteayer, finalmente, fue encontrada la cabeza, estaba dentro de una mochila en el mismo arroyo.
En la valija roja estaba el DNI de Contreras. Él dijo que la maleta se la había llevado su hermana. Para la defensa de Chamorro, está injustamente detenida.
El otro detenido, Gil, según la agencia de noticias Télam, trabajaba con Pilepich en el desarrollo inmobiliario Renacer, donde los prófugos se habrían encontrado con la víctima el 18 de julio pasado, la tarde en que desapareció Pérez Algaba.
Según el expediente judicial, los registros telefónicos determinaron que Gil tuvo conversaciones con Pilepich el 18 de julio, alrededor de las 11.50. Cerca de 20 minutos después tiene llamadas con Vargas.
Esa tarde, según la imputación del fiscal Domínguez, estuvo a la altura de la bajada de Puente Gnecco de la Autopista del Oeste, en Moreno, cerca de las 19.30, donde se activaron las antenas que tomaron los teléfonos de Pilepich, el de la víctima y el suyo.
Los imputados serán indagados mañana por el fiscal Domínguez, mientras la policía bonaerense continúa la búsqueda de los prófugos.
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