Crimen y misterio: deudas, amenazas, barras y un cuerpo descuartizado, qué se sabe hasta ahora del asesinato de Fernando Pérez Algaba
Intentan reconstruir sus últimos días del hombre que fue baleado antes de que su cuerpo fuese desmembrado y arrojado en una arroyo de Lomas de Zamora dentro de una valija, una bolsa y una mochila
- 7 minutos de lectura'
En febrero pasado, cinco meses antes de ser asesinado y descuartizado, Fernando Pérez Algaba fue hasta la casa de un examigo, Nahuel Vargas, en Castelar, en el oeste del conurbano, y varias veces le gritó: “Te tiro”. El destinatario de los mensajes corrió hasta la esquina y escuchó una explosión. Cuando regresó a la puerta de su domicilio se encontró con la luneta de su camioneta 4x4 estallada. No lo dudo e hizo la denuncia por amenazas en una comisaría de Morón. Ante el uniformado que le tomó la declaración dijo tener miedo por su madre, que vive con él.
La denuncia de Vargas, de 43 años, es uno de los varios expedientes que analizan los investigadores del homicidio de Pérez Algaba, el trader de 41 años asesinado a balazos y descuartizado, para intentar reconstruir el pasado de la víctima.
La autopsia determinó que Pérez Algaba fue asesinado de dos disparos por la espalda. El desmembramiento del cuerpo se realizó luego de la muerte.
“Existían deudas de dinero pendientes entre Vargas y Pérez Algaba”, sostuvo a LA NACION una fuente judicial.
Vargas por su nombre de pila había sido nombrado varias veces en una serie de conversaciones entre un integrante de la barra brava de Boca Juniors y Pérez Algaba. Las charlas habían sido grabadas por la víctima y ahora son analizadas por la Justicia.
“Los chats y audios que trascendieron mediáticamente no estaban en la causa, ya que de momento no se ha logrado secuestrar el teléfono celular de Fernando Alejandro Pérez Algaba. A partir de su difusión fueron incorporados a la investigación”, sostuvieron fuentes judiciales.
Las conversaciones a la que hacen referencia los voceros consultados son entre la víctima y Gustavo Iglesias, el supuesto barra.
Según escritos que hizo Pérez Algaba, de 41 años, en su block de notas de su teléfono celular y enviada a sus contactos de WhatsApp, el hijo de Iglesias, Nazareno, le reclamaba una deuda en dólares.
“Nazareno y Gustavo Iglesias se presentaron en la causa con sus abogados. Ambos prestaron declaración y en el marco de las mismas no solo reconocieron que Pérez Algaba les debía dinero, sino que además confirmaron la veracidad de los audios que trascendieron en los medios y en los que se puede escuchar la voz Gustavo Iglesias”, agregaron las fuentes citadas.
En una de las conversaciones grabadas por el trader, Gustavo Iglesias fue directo: “Yo no te voy a matar, te voy a hacer algo peor, te voy a sacar los ojos y cortar las manos para que no puedas contar más en tu vida plata, te juro por mis hijos que no tengo ningún problema por ir preso”.
Según un largo texto que la víctima escribió el 1° de octubre de 2022, habría perdido una importante cantidad de dinero invertida en el negocio de las criptomonedas.
“Hola, bueno, en principio les pido disculpas a todas las personas que les fallé y no les pude pagar lo que me dieron. Al principio esto empezó como una inversión en criptomonedas y, de a poco, se me fue yendo de las manos. Nada de lo que sucedió fue adrede. En cada nuevo intento para salir adelante siempre estuvo la posibilidad de recuperar lo perdido. Y ahí estuvo el error”, escribió en el block de notas Pérez Algaba, el texto habría sido compartido a algunos contactos. Pérez Algaba no cumplía con sus compromisos.
En la nota, hace referencia a Nazareno Iglesias y explica que el joven le prestó 40.000 dólares y que él durante 12 meses le pagó. “El capital lo recuperó. ¿Ahora que me caí, no podés esperar unos meses que me acomode y te voy cancelando? No, me llama y me amenaza”, sostuvo en el escrito. También contó que le ofreció al padre del muchacho un lote en Cariló, pero no aceptó porque quería el efectivo.
La investigación del homicidio de Pérez Algaba está a cargo del fiscal de Lomas de Zamora Marcelo Domínguez.
“Declararon algunos amigos de la víctima, quienes confirmaron que Pérez Algaba tenía deudas con distintos acreedores. Pero ninguno pudo aportar información relativa a quién podría haber querido matarlo”, dijeron fuentes judiciales.
Uno de los testigos fue Lucas Matilla quien afirmó que durante 11 años fue amigo de la víctima y confirmó que su amigo se dedicaba al negocio de las criptomonedas. “Con esa actividad no lo había ido bien y que en un momento pudo recuperarse. Explicó que siempre se dedicó a la compraventa de motos y automóviles en la zona de Ituzaingó”, agregaron las fuentes consultadas.
El hallazgo del cuerpo
El cuerpo descuartizado de la víctima fue arrojado en el arroyo del Rey, en Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora.
Primero se encontraron los dos brazos y las dos piernas del empresario en una bolsa negra en el interior de la valija roja. El lunes pasado, cuando se realizaban tareas de drenaje en el arroyo, se halló el torso. Todas las partes tenían tatuajes y se detectaron dos impactos de bala en el torso. Anteayer, finalmente, fue encontrada la cabeza, estaba dentro de una mochila en el mismo arroyo.
La identificación del cuerpo estuvo a cargo de Sección Dactilar de la División Dactiloscopia de la Policía Científica bonaerense. Los especialistas cotejaron las huellas de los miembros superiores encontrados en el arroyo el domingo pasado y lograron certificar que se traba de Pérez Algaba.
En el interior de la valija donde estaban las extremidades de Pérez Algaba se encontraron cuatro documentos de identidad correspondientes a los integrantes de una familia que vive en Ingeniero Budge, quienes declararon como testigos ante el fiscal de Lomas de Zamora Marcelo Domínguez, a cargo de la investigación
“Los testigos dijeron que le prestaron la valija a una familiar y que se habían olvidado los documentos en el interior de la maleta”, sostuvo una fuente del Ministerio de Seguridad bonaerense.
El fiscal Domínguez solicitó cuatro órdenes de allanamiento de urgencia en distintos domicilios del sur del conurbano bonaerense, en uno de los cuales se detuvo a una mujer trans, la persona a la que le habían prestado la valija.
“La sospechosa, identificada por fuentes policiales como Nicol Alma Chamorro fue apresada en su vivienda de la calle Murature al 3000, de Villa Caraza, Lanús. En principio, la detenida está acusada del homicidio de Pérez Algaba, quien se cree fue asesinado y descuartizado en el marco de un ajuste de cuentas”, según informó la agencia de noticias Télam.
La búsqueda
La víctima había alquilado por redes sociales un departamento en Ituzaingó. Era un alquiler temporario. El miércoles de la semana pasada tenía que dejar el inmueble y entregar las llaves. Pero no lo hizo. La propietaria, le mandó mensajes por WhatsApp al teléfono que tenía agendado, pero no tuvo respuestas. Los chats no eran recibidos por el destinatario. Hizo la denuncia por averiguación de paradero y la Justicia ordenó un allanamiento: solo encontraron el pasaporte, ropa, dos valijas y un bolso de mano. No había rastros del inquilino, tampoco de su perro.
“En el departamento se secuestró un certificado de su psiquiatra en el que se consiga que Pérez Algaba tenía un cuadro depresivo y de ansiedad. En ese informe se aconsejaba que viajará con su perro. Se sabe que tenía un bulldog francés de nombre Kupper”, dijeron fuentes judiciales.
Todavía, un misterio dónde está Kupper y quiénes son los asesinos.
Temas
Más leídas de Seguridad
Condenado por violencia. Cambió de género, la trasladaron a un pabellón femenino donde violó y embarazó a otra presa
La muerte que emergía del frío. El sádico supremacista que enterraba sus “kits de asesinato” y estaba siempre listo para matar
Con un tackle. Participaba de una picada, lo descubrieron, se dio a la fuga y fue detenido tras una larga persecución