Crimen y misterio: “Bueno, si me pasa algo ya están avisados todos”, los chats y anotaciones del hombre descuartizado
Parte del cuerpo de Fernando Pérez Algaba, de 41 años y que vivía en Barcelona, fue encontrado en una valija; los investigadores sospechan que fue víctima de un ajuste de cuentas vinculado a una deuda económica
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Hace dos semanas, Fernando Pérez Algaba, un trader argentino de 41 años que vivía en Barcelona, había alquilado por redes sociales un departamento en Ituzaingó. Era un alquiler temporario. El miércoles de la semana pasada tenía que dejar el inmueble y entregar las llaves. Pero no lo hizo. La propietaria, le mandó mensajes por WhatsApp al teléfono que tenía agendado, pero no tuvo respuestas. Los chats no eran recibidos por el destinatario. Hizo la denuncia por averiguación de paradero y la Justicia ordenó un allanamiento: solo encontraron el pasaporte, ropa, dos valijas y un bolso de mano. No había rastros del inquilino, tampoco de su perro. Comenzaba una pesquisa por esa desaparición.
En las últimas horas, se supo que el hombre buscado había sido asesinado y su cuerpo descuartizado.
Calificadas fuentes judiciales informaron a LA NACION que el móvil del crimen de Pérez Algaba, apodado Lechuga y con casi 1.000.000 de seguidores en Instagram -en una cuenta sin mucha interacciones entre el supuesto influencer y los usuarios-, se trataría de un ajuste de cuentas por una deuda económica.
Según los allegados a la víctima, entre el 19 y 18 de julio pasados, Pérez Algaba habría sido convocado por sus deudores a un country de la zona Oeste del Gran Buenos Aires. Allí habría recibido US$ 200.000 que le debían y, al abandonar el complejo, lo secuestraron.
Los secuestradores actuaron en complicidad con los deudores de Pérez Algaba. Se apoderaron del dinero, lo tuvieron cautivo cuatro días y lo mataron. Después, descuartizaron el cuerpo y lo trasladaron a la zona de Ingeniero Budge donde lo abandonaron un lugar en el que pudiera ser hallado, a modo de mensaje mafioso dirigido a los colegas de la víctima.
En una serie de chats y anotaciones que había hecho Pérez Algaba, un tiempo atrás, dejó constancia de que le podía pasar algo y que era víctima de amenazas.
“Bueno, dejo todo acá asentado. Si a mí me pasa algo. O si me siguen presionando denuncio a todos. Bueno, si me pasa algo ya están todos avisados. Tengo cinco testigos que amenazan también”, es parte de una serie mensajes que la víctima escribió en el block de notas de su teléfono celular y le envió a sus contactos y amigos, según puso saber LA NACION de fuentes que tuvieron accesos a los textos.
También, según agregaron a LA NACION las fuentes consultadas, hubo un intercambio de mensajes de Instagram entre la víctima y un joven, que sería hijo de uno de los principales e históricos integrantes de la barra brava de Boca Juniors, que le reclamaba dinero. “Pedazo de gil, HDP, ahora sabes que no vas a cobrar un peso más. Antes de hablar así de mi vieja, muerto. Te haces el piola y sabes la cagada a palos que te pego, salame nene de papá. Mano a mano te arranco el cráneo. Quedate tranquilo que si no venís vos, voy a ir yo y papá no te va a salvar”, habría escrito Pérez Algaba.
Según un largo texto que la víctima escribió el 1° de octubre de 2022, habría perdido una importante cantidad de dinero invertida en el negocio de las criptomonedas.
“Hola, bueno, en principio les pido disculpas a todas las personas que les fallé y no les pude pagar lo que me dieron. Al principio esto empezó como una inversión en criptomonedas y, de a poco, se me fue yendo de las manos. Nada de lo que sucedió fue adrede. En cada nuevo intento para salir adelante siempre estuvo la posibilidad de recuperar lo perdido. Y ahí estuvo el error”, escribió en el block de notas Pérez Algaba, el texto habría sido compartido a algunos contactos. Pérez Algaba no cumplía con sus compromisos.
“Te voy a cruzar y te voy a matar. Te salvaste por cinco minutos”, fue la amenaza que recibió Pérez Algaba en un mensaje de audio. En otra parte de la conversación, el empresario respondió: “Sí ya sé que sos barrabrava de Boca y todos te besan la mano”. El integrante de la barrabrava de Boca mencionado por Pérez Algaba todavía no fue imputado pero, podría presentarse con un abogado en las próximas horas en la fiscalía de Ituzaingó que investiga el homicidio.
En la nota, hace referencia con nombre y apellido al hijo del barrabrava y explica que el joven le prestó 40.000 dólares y que él durante 12 meses le pagó. “El capital lo recuperó. ¿Ahora que me caí, no podes esperar unos meses que me acomode y te voy cancelando? No, me llama y me amenaza”, sostuvo en el escrito. También contó que le ofreció al padre del muchacho un lote en Cariló, pero no aceptó porque quería el efectivo.
Todo resulta vidrioso en la actividad comercial que desarrollaba Pérez Algaba. Por ejemplo nadie explica cómo un supuesto influencer o generador de tendencias tenía un perfil en Instagram con un millón de seguidores y ninguno de ellos calificaba alguna de las historias o noticias que exhibía en su cuenta.
Hasta el momento, no se determinó en la investigación si dicho perfil formaba parte de una pantalla para atraer inversores que se tentaban por los negocios que presentaba en su cuenta de red social y después no les devolvía el dinero que los clientes aportaron para los desarrollos inmobiliarios que promocionaba.
Pérez Algaba le debía dinero a inversores que le habían entregado fondos para que depositara en criptomonedas. Figura en los directorios de por lo menos tres sociedades anónimas. Una de empresas tenía como domicilio fiscal Dolores al 700. En su razón social figuraba que el objeto de la firma era el de sistemas para comercialización a través de medios electrónicos y la venta de automóviles y autopartes.
Como integrante de esta última empresa firmó por lo menos doce cheques que fueron rechazados por carecer de fondos por más de $ 929.200 entre 2018 y 2019. Con este perfil deudor, generó un perfil en una red social con un millón de seguidores y logró que, en marzo de este año le hicieran reportajes en cinco medios en comunicación.
En esas notas, Pérez Algaba relataba su experiencia de vida, desde que comenzó como vendedor de motos hasta que se convirtió en un operador financiero, especializado en inversiones en criptomedas, la actividad que pretendía promocionar en esos reportajes y en sus redes sociales.
“Arriesgate a perder, a lo mejor lo ganás todo”, era la leyenda que uno de los socios de Pérez Algaba, identificado por sus iniciales M.P, tenía en su perfil de una red social con el que promocionaba desarrollos inmobiliarios en Estados Unidos.
Si bien los allegados a Pérez Algaba señalan a M.P y el integrante de la facción del Oeste de la barrabrava de Boca como sospechosos, todavía no fueron imputados por la Justicia y sus nombres se mantendrán en reserva.
Igual que la identidad del empresario consignado en el último párrafo de la nota que Pérez Algaba escribió para alertar a sus amigos sobre la posibilidad de que pudeieran atentar contra su vida. “N.O tiene los papeles y el número de uno de los chicos”, expresó Pérez Algaba al referirse a uno de sus amigos a los que podían recurrir porque le había entregado pagarés y documentos.
N.O sería un empresario dedicado, igual que Pérez Algaba, a la compra y venta de automóviles de alta gama que había sido secuestrado en 2006 y liberado, después que su familia pagó un importante rescate. Este hombre de negocios estuvo cautivo 21 días y tenía causas por la comercialización de automóviles mellizos
El hallazgo del cuerpo
El cuerpo descuartizado de la víctima fue arrojado en el arroyo del Rey, en Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora.
Primero se encontraron los dos brazos y las dos piernas del empresario en una bolsa negra en el interior de la valija roja. Anteayer, cuando se realizaban tareas de drenaje en el arroyo, se halló el torso.
Todas las partes tenían tatuajes y se detectaron dos impactos de bala en el torso. Ayer, finalmente, fue encontrada la cabeza, estaba dentro de una mochila en el mismo arroyo.
La identificación del cuerpo estuvo a cargo de Sección Dactilar de la División Dactiloscopia de la Policía Científica bonaerense. Los especialistas cotejaron las huellas de los miembros superiores encontrados en el arroyo el domingo pasado y lograron certificar que se traba de Pérez Algaba.
En el interior de la valija donde estaban las extremidades de Pérez Algaba se encontraron cuatro documentos de identidad correspondientes a los integrantes de una familia que vive en Ingeniero Budge, quienes declararon como testigos ante el fiscal de Lomas de Zamora Marcelo Domínguez, a cargo de la investigación
“Los testigos dijeron que le prestaron la valija a una familiar y que se habían olvidado los documentos en el interior de la maleta”, sostuvo una fuente del Ministerio de Seguridad bonaerense.
El fiscal Domínguez solicitó cuatro órdenes de allanamiento de urgencia en distintos domicilios del sur del conurbano bonaerense, en uno de los cuales se detuvo a una mujer trans, la persona a la que le habían prestado la valija.
“La sospechosa, identificada por fuentes policiales como Nicol Alma Chamorro fue apresada en su vivienda de la calle Murature al 3000, de Villa Caraza, Lanús. En principio, la detenida está acusada del homicidio de Pérez Algaba, quien se cree fue asesinado y descuartizado en el marco de un ajuste de cuentas”, según informó la agencia de noticias Télam.
El homicidio de Pérez Algaba no habría ocurrido en donde fueron halladas las partes del cuerpo.
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