Crimen en Villa Gesell: el ADN de Blas Cinalli fue encontrado bajo las uñas de Fernando Báez Sosa
Los estudios de ADN terminaron de cerrar las pruebas contra los acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa. Estos análisis demostrarían que los acusados estuvieron en la escena del homicidio en el momento en que mataban al joven estudiante de Derecho, el 18 de enero pasado, en Villa Gesell.
Los análisis concluyeron que el perfil genético de la sangre hallada debajo de las uñas de la víctima corresponde a Blas Cinalli. En los hisopados también se habría encontrado un segundo perfil genético que correspondería a Máximo Thomsen.
Según fuentes de la investigación, los peritajes determinaron, además, que el 70 % de las prendas de vestir secuestradas en la casa en la que se alojaban los imputados cuando fueron detenidos después del asesinato de Fernando, tenían sangre de la víctima.
A partir de ahora, falta determinar a cuáles de los imputados pertenecen las prendas en la que se encontraron los restos de sangre de la víctima.
La identificación de los dueños de las prendas podría comprometer a Juan Pedro Guarino y Alejo Milanessi, los dos acusados que habían sido excarcelados por falta de pruebas , pero que podrían volver a ser detenidos si se comprueba que les pertenecen algunas de las prendas donde se hallaron restos de sangre de Fernando.
El abogado que representa la familia de la victima, Fernando Burlando, afirmó que los próximos estudios de ADN podrían determinar que hubo más sospechosos que participaron de la golpiza contra la víctima
La información se conoció después que se confirmase la prisión preventiva a ocho de los diez imputados. Para la Justicia, el homicidio de Fernando Báez Sosa fue una "cacería humana". Así describió el asesinato, ocurrido frente a un boliche en Villa Gesell, uno de los tres camaristas que confirmaron las prisiones preventivas para ocho de los diez acusados del crimen.
"No puede dejar de señalarse la cantidad de intervinientes contra una sola persona, la brutalidad de la golpiza ejercida contra la víctima, el motivo fútil que llevó al accionar de los imputados a darle muerte, el desprecio total por la vida ajena. Fue, simplemente, una cacería humana con un solo objetivo: la víctima", expresó el juez Luis Felipe Defelitto en los fundamentos de la resolución con la que se rechazó el pedido de la defensa de los acusados para que fuesen liberados y mantuvo la calificación penal del hecho: homicidio doblemente agravado por alevosía y premeditación.
El fallo determinó que sigan detenidos ocho de los diez acusados por el homicidio ocurrido el 18 de enero pasado y fue dictado por la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores, integrada por el mencionado Defelitto, Susana Darling Yaltone y Fernando Sotelo.
Con esta resolución, los camaristas dejaron firme el procesamiento con prisión preventiva dictado, hace dos meses, por el juez de Garantías de Villa Gesell, David Mancinelli, contra los ocho acusados.
En otra resolución, los magistrados confirmaron la continuidad al frente de la investigación de la fiscal de Villa Gesell, Verónica Zamboni, que había sido recusada por el abogado Hugo Tomei, defensor de los diez jóvenes acusados del crimen.
El fallo dictado por la Cámara dolorense determinó que Máximo Thomsen; Luciano, Ciro y Lucas Pertossi, Tomás Enzo Comelli, Ayrton Michael Viollaz, Blas Cinalli y Matías Benicelli seguirán presos hasta el juicio oral.
Desde hace un mes, los detenidos están alojados en la alcaldía de la unidad penal de Melchor Romero, en La Plata. Antes habían estado presos en la cárcel de Dolores, pero fueron trasladados al penal cercano a La Plata para que estuvieran cerca de la Asesoría Pericial de la capital provincial para someterse a una serie de estudios psiquiátricos y psicológicos.
En la resolución de la Cámara de Dolores, los jueces rechazaron una serie de planteos de nulidad presentados por el defensor de los imputados. En su solicitud, el letrado cuestionó que la fiscal de Zamboni hubiera valorado como prueba el término "caducó", utilizado en el intercambio de mensajes entre los imputados, cuando uno de ellos regresó a la escena del homicidio y describió el estado de Fernando, rodeado por una médica que le hacía maniobras de reanimación, policías y amigos.
"Al menos, en mi opinión, cuando por mensaje de voz se menciona ‘caduco’, significa murió. Aquí la defensa expresó que la tilde en la palabra ‘caducó’ fue un agregado que realizó el magistrado de primera instancia. Pero creo que ingresar a temas propios de la lengua española no cambia el sentido de lo que quiero expresar. No tengo dudas de que cuando escribió ‘caduco’ debe entenderse por ‘caducó’. Pues hay que ponerse en el lugar, tiempo y lo acontecido cuando se produce el mensaje. No puedo sino estar convencido de lo que antes dije: caduco es caducó y caducó es murió", expresó el camarista Defelitto.
Al rechazar el pedido de la defensa de los imputados, los camaristas tuvieron en cuenta que, según consta en el acta de detención del 18 de enero, a las 10.30, uno de los sospechosos mencionó a un vecino de Zárate, Pablo Ventura, como supuesto partícipe en el hecho. Según los jueces, se trató de una maniobra para entorpecer la investigación y por lo tanto, corresponde que sigan detenidos.
"Fríos y calculadores"
Los camaristas se refirieron al hecho de que los imputados no huyeron de Villa Gesell después del crimen, se cambiaron de ropas, fueron a la casa en la que se alojaban, se dirigieron a un local de comidas rápidas y uno de ellos regresó a la escena del homicidio.
"La falta de nerviosismo, la actitud normal nos demuestra que son personas frías y calculadoras. Después del término ‘caducó’ no hubo ningún mensaje en el chat que demuestre sorpresa, asombro, estupor, miedo, desconcierto. Y vuelvo, una vez más, al sentido común: si formé parte del grupo que atacó a la víctima y mi intención solo hubiese sido golpearla ¿no hubiese respondido, por ejemplo: ¿qué?, ¿cómo?, ¿me estás cargando? o frases similares. Nada de ello ocurrió", expresó el juez Defelitto.
El pedido para que ocho de los diez imputados cumplan la prisión preventiva en sus casas (Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi fueron beneficiados hace dos meses con la excarcelación, aunque siguen vinculados al proceso) se definirá en un incidente que inició especialmente para definir esa solicitud.
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