Crimen de Villa Gesell: el árbol que se volvió un santuario y marca el paso de los días sin Fernando Báez Sosa
PINAMAR (ENVIADO ESPECIAL).- "Cada 18 había gente frente a ese árbol dejando flores o rezando. Todos los meses. Incluso en invierno y en pandemia", cuenta una mujer que tiene un local a pocos metros del lugar donde murió Fernando Báez Sosa, de 18 años, en Villa Gesell.
En la víspera del primer aniversario del crimen del joven porteño en manos de un grupo de jóvenes de un club de rugby de Zárate, la ciudad balnearia presenta una postal atípica que va más allá de las restricciones de la pandemia del coronavirus Covid-19.
De ser la meca de los jóvenes que salían a vacacionar en grupo, este 2021 en Villa Gesell la marea juvenil no se ve y se trasladó a otros balnearios de la zona, como Pinamar. A esto se suman las restricciones para los eventos de noche y el cierre de los boliches, que cumplirán un año con las persianas bajas.
En el árbol y el cantero, que se vio miles de veces en los videos de seguridad que sirvieron para determinar quiénes fueron los autores del crimen, las demostraciones de cariño y recuerdos para Fernando se repiten.
Flores naturales y de goma eva, rosarios hechos con materiales marinos como caracoles y ostras, una pequeña biblia y fotos del joven son solo algunos de los objetos que están colocados en el lugar donde diversos carteles piden que no se enciendan velas para evitar un accidente.
Además, hojas con fotos del rostro de Fernando están colocadas alrededor del tronco y cuentan el paso del tiempo desde la muerte, que mañana cumplirá un año y que será recordada en Villa Gesell a través de una misa.
El crimen que espera su juicio
El crimen de Fernando ocurrió la madrugada del 18 de enero del año pasado, cuando fue atacado a patadas y trompadas por un grupo de jóvenes a la salida del boliche "Le Brique", en pleno centro de Villa Gesell.
Horas después del hecho, fueron detenidos diez rugbiers oriundos de Zárate en una casa a tres cuadras del boliche en el que fue asesinado el joven.
Los imputados por el delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" son ocho: Máximo Thomsen, de 20 años; Ciro Pertossi, de 20; Luciano Pertossi, de 19; Lucas Pertossi, de 21; Enzo Comelli, de 20; Matías Benicelli, de 21; Blas Cinalli, de 19 y Ayrton Viollaz, de 21.
En tanto, la Justicia sobreseyó a dos: Juan Pedro Guarino, de 19 y Alejo Milanesi, de 19, por entender que no participaron del ataque, aunque la querella solicitó que éste último sea también enviado a juicio, que aún no tiene fecha de inicio.
La defensa de los acusados anunció este fin de semana que descartará finalmente la opción de que los jóvenes sean juzgados por un jurado popular, porque considera que no puede garantizarse su imparcialidad debido a la difusión que tuvo el caso, así como algunos elementos del expediente.
La causa se encuentra en pleno trámite del pedido de elevación a juicio presentado por la fiscal del caso, Verónica Zamboni, y debido a la feria judicial está pendiente la respuesta a este requerimiento por parte del abogado de los imputados, Hugo Tomei.
Hasta la llegada del juicio, los ocho jóvenes permanecen alojados en la Alcaidía de Melchor Romero. Aún se encuentran aislados del resto de la población carcelaria para evitar cualquier tipo de agresión.
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