Crimen en Vicente López: “Urgente, necesito que vengas a buscarme”, los mensajes del sospechoso tras el homicidio
Ezequiel Varela, de 24 años, se mató de un balazo cuando la policía llegó al departamento donde se había escondido tras el asesinato de Beatriz Mansilla, una vecina de Carapachay de 80 años
- 4 minutos de lectura'
Eran las 11.23 del martes cuando a Matías, un joven empleado de una gomería, le comenzaron a llegar mensajes de WhatsApp de su amigo Ezequiel Varela, al que tenía agendado como “el más gil”. “Es urgente”, decía uno de los chats. Y antes de que él pudiera responder, recibió un pedido: “Necesito que vengas a buscarme”. Varela, de 24 años, precisaba ayuda para esconderse. Sabía que estaban tras sus pasos por el homicidio de Beatriz Mansilla, una jubilada que fue estrangulada durante un robo en su casa de Carapachay, en Vicente López.
Finalmente, Matías fue a buscar a Varela en las cercanías de una local de comidas rápidas de Florida, Vicente López, y lo llevó hasta la casa de un amigo en San Andrés, partido de San Martín. En esa propiedad, ayer, el sospechoso de haber matado a Mansilla se suicidó de un balazo cuando estaba a punto de ser detenido por detectives de la Sub Delegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Vicente López de la policía bonaerense.
El homicidio de Mansilla ocurrió el lunes 11, después de las 9.15. El sospechoso llegó a la casa de la víctima, situada en Esteban de Luca al 5200, en su Toyota Corolla negro, según pudieron reconstruir el fiscal de Vicente López Alejandro Musso y detectives de la policía bonaerense a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad municipales.
La mujer murió por asfixia mecánica. Fue estrangulada con un cinto negro de cuero. El homicidio fue descubierto el lunes la tarde por el hijo de la víctima, Daniel Alberto Di Biasi, cuando volvió de trabajar.
La sospecha de los investigadores es que Varela fue a buscar dinero que pensaba que la víctima tenía en su casa. De la casa de la víctima se llevó solo un par de alhajas, un reloj y una computadora, según explicaron a LA NACION fuentes de la investigación.
Varela llegó a la escena del crimen vestido como si fue un policía o un custodio. Solía vestirse con ropa de fajina y calzaba borcegos, e incluso solía ponerse un chaleco antibalas, como usan los uniformados de las fuerzas de seguridad. No trabajaba y vivía en un exclusivo edificio de Belgrano que había sido de uno de sus abuelos.
“Solía estar armado. Se suicidó con un revólver calibre 32″, dijo a LA NACION una fuente con acceso al expediente.
El fiscal Musso y detectives de la SubDDI de Vicente López lograron identificar al sospechoso a partir de la chapa patente del auto y de la reconstrucción que hicieron con las imágenes de las cámaras de seguridad de la Municipalidad de Vicente López que registraron su derrotero tras el crimen de Mansilla.
Matías, el testigo, comenzó a sospechar que su amigo podía tener relación con el homicidio cuando la noticia ya estaba en todos los canales de televisión. Anteayer a las 7.23, cuatro horas antes de que el hombre al que tenía agendado como “el más gil” le pidiera ayuda, él le mandó un mensaje de WhatsApp y le preguntó: “Hiciste la secuencia de Carapachay?”. La respuesta fue en dos chats: “No” y “No hables de eso por acá”. Después le pidió que lo fuera a buscar.
Una calificada fuente de la investigación afirmó a LA NACION que Varela, con su uniforme de fajina y armado, solía dedicarse a robarles a los “transas” que venden cigarrillos de marihuana en zona norte.
“Varela llamaba a los ‘transas’ y los citaba en una esquina determinada. Pero no fumaba, se dedicaba a robarles la recaudación y la marihuana para después revenderla”, dijo una fuente del caso que reconstruyó la vida del sospechoso a partir de declaraciones testimoniales.
“El más gil” es el apodo que se había ganado Varela en el gimnasio de Vicente López en el que solía entrenar porque “siempre estaba metido en líos”. El de Carapachay fue el más grave, el definitivo.
Otras noticias de Homicidio
Más leídas de Seguridad
Tragedia familiar. Un padre y su hija murieron tras caer a un arroyo en medio de una pelea
Drama en Mendoza. Murió un hombre que fue baleado por su madre anciana porque “no podía cuidarlo más”
40 segundos de horror. El violento ataque a cuchillazos de un hombre a una mujer en una pizzería de Núñez
Tiroteo en Villa Lugano. Un policía de la Ciudad recibió un balazo en el cuello mientras perseguía a un sospechoso