Crimen en San Antonio de Padua: salió del sanatorio la esposa del empresario asesinado en durante un robo
Silvana Petinari estuvo quince días internada, fue atacada por un grupo de cinco asaltantes que irrumpieron en su casa mientras dormía; los agresores le asestaron varias puñaladas
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LA NACIONGustavo Carabajal
Silvana Petinari, la empresaria atacada por un grupo de ladrones que irrumpió en su casa, en San Antonio de Padua, se recuperó de las heridas provocadas por las puñaladas y golpes que le asestaron los agresores y, luego de permanecer internada durante quince días, fue dada de alta.
Durante el ataque, ocurrido el 9 de junio, minutos después de las 3, en la vivienda situada en Italia al 1000, los asaltantes asesinaron de cinco balazos a Gabriel Esteban Izzo, esposo de Petinari, que había sido sorprendido por los delincuentes en el living del chalet de dos plantas.
Izzo y Petinari descansaban en el dormitorio de la planta alta de la vivienda, cuando los ruidos provocados por los asaltantes al romper la persiana de gruesos listones de madera, despertaron al matrimonio.
En ese momento, Izzo bajó con una pistola 9 mm y encontró a los asaltantes en el living. Entonces se produjo un intenso tiroteo que terminó con el dueño de casa, asesinado de cinco balazos. Durante el enfrentamiento, se dispararon doce balazos. Uno de los tiros hirió a un asaltante. El rastro de sangre del asaltante quedó en el living, en el jardín y en la vereda.
Además de balear a Izzo, los asaltantes intentaron reducir a Petinari con los precintos que habían llevado. En esa circunstancia, la mujer fue agredida a golpes y puñaladas. Malherida, Petinari logró alertar al número de emergencias 911.
Luego de asesinar a Izzo y atacar a su esposa, los asaltantes huyeron en un vehículo Volkswagen Gol gris. Cuando los policías llegaron a la vivienda encontraron una gran cantidad de sangre y el cuerpo de Izzo, en el pasillo distribuidor entre el comedor y el espacioso living.
Petinari fue trasladada en grave estado a un hospital de Merlo y luego, fue llevada a un sanatorio de la zona de Palermo, donde lograron compensarla y la sometieron a una intervención quirúrgica.
A partir de la investigación encarada por los fiscales de Morón, Marisa Monti y Claudio Oviedo, se logró reconstruir el recorrido realizado por delincuentes que huyeron en el Volkswagen Gol gris. Luego de encontrar el vehículo abandonado en Castelar Sur, los funcionarios del Ministerio Público, dispusieron la detención del dueño del vehículo, que habría sido identificado como Walter Rodríguez Sierra, de nacionalidad uruguaya.
En su indagatoria, Rodríguez Sierra, dijo que era inocente, afirmó que el vehículo se lo había vendido a Gustavo Luis Alberto Mac Dougall, aunque no podía aportar la documentación respaldatoria para probar que la mencionada operación de venta.
Mac Dougall fue apresado el sábado pasado en la casa de su exmujer, en localidad de Villa Ariza, en el partido de Ituzaingó. Una semana antes, en la localidad de Pontevedra, en el partido de Merlo, había sido detenido Gustavo Potenza, otro de los presuntos ocupantes del Volkswagen Gol gris.
En tanto, siguen prófugos, con pedidos de captura nacional e internacional, Víctor Fernández Galarza, el sospechoso herido durante el enfrentamiento con el dueño de casa y Diego Correa, cuya huella digital fue hallada en una ventanilla del automóvil usado por los presuntos autores del homicidio de Izzo y la agresión contra Petinari.
Durante la reconstrucción del crimen, los investigadores policiales y judiciales lograron establecer que intervino otro sospechoso. No existen indicios que avalen la presunción sobre la posible presencia de Rodríguez Sierra en la casa, sin embargo, los fiscales solicitaron que siga detenido debido a que no quedó acreditado el hecho de que se había desprendido del vehículo usado por los asaltantes.
Hasta el momento, los investigadores saben que cinco delincuentes irrumpieron en la vivienda del matrimonio Petinari - Izzo y que el arma usada en el homicidio, una pistola calibre .380, fue hallada en el local que Mac Dougall le alquilaba a Rodríguez Sierra.
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