Crimen en Palermo: el sospechoso del homicidio del ingeniero fue detenido 14 veces por robos, hurtos y violencia
Se trata de Isaías José Suárez, de 29 años y que cuando fue apresado por la Policía de la Ciudad presentaba marcas de presuntos arañazos en el cuello, que suponen se las hizo la víctima en un intento de defensa
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Isaías José Suárez, de 29 años, fue detenido como sospechoso del homicidio del ingeniero civil Mariano Barbieri, apuñalado en Palermo para robarle el teléfono celular. En el momento de ser esposado por detectives de la Policía de la Ciudad le descubrieron dos marcas de presuntos arañazos que, se supone, le habría hecho la víctima en un intento de defensa. El imputado, que fue indagado por la jueza Yamile Bernan y el fiscal Marcelo Munilla Lacasa. tiene antecedentes por robo, hurto y otros delitos contra la propiedad.
Así lo informaron a LA NACION fuentes con acceso a la investigación. “Suárez, entre 2012 y la actualidad, fue detenido 14 veces. La mayoría de las veces por robo y hurto, algunos de ellos a mano armada, cometidos en la Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano”, explicaron. Fue condenado seis veces. En este caso, negó ser el autor del homicidio, pero su situación judicial quedó más comprometida luego que el testigo del hecho lo señalase en una rueda de reconocimiento.
El sospechoso, nacido en Rosario en abril de 1994, es una persona en situación de calle que había cumplido el año pasado una pena de siete meses de prisión por tentativa de robo, fallo en el que fue declarado reincidente. Y también tuvo este año una pena de seis meses de prisión por lesiones. Mientras estaba detenido, quemó un colchón en el calabozo. “Quería quitarme la vida”, fue la explicación que quedó expuesta en el procesamiento por “daño agravado” dictado el 20 de abril pasado por el juzgado federal en lo criminal y correccional N° 3 de Morón, situación que fue confirmada por la Cámara Federal de San Martín el 15 de junio.
Esa pena por lesiones fue aceptada por Suárez es un juicio abreviado que se homologó ante el juzgado de primera instancia en lo penal contravencional y de faltas N° 31, por el ataque que en diciembre pasado sufrió una mujer que era pareja del ahora sospechoso de asesinato. En esa ocasión, la víctima fue golpeada con un hierro en la villa 31.
En ese expediente se mencionan las otras causas en las que recibió penas Suárez. Su primera condena llegó el 15 de abril de 2015, cuando recibió una sentencia a tres años y seis meses de cárcel por robo agravado por el uso de armas, con la participación de un menor y robo simple reiterado en seis ocasiones.
Luego se sumaron condenas a un año de prisión por robo, dictada el 21 de diciembre de 2017; a un año y dos meses de prisión por robo, en un fallo del 3 de mayo de 2019; a seis meses por intento de robo, sentencia emitida el 15 de septiembre de 2020, y a siete meses por tentativa de robo, causa juzgada el 9 de marzo de 2022.
Los investigadores explicaron que la última vez condena debía cumplirse entre julio del 2022 y diciembre pasado. Tenía domicilio en Malvinas Argentinas, pero “rancheaba” en plazas de Palermo Chico y en la villa 31, donde golpeó a la mujer y recibió esa pena de seis meses que fue firmada en junio pasado. Salió en libertad casi de inmediato. Poco más de dos meses después habría matado a Barbieri en un robo. El testigo del hecho lo reconoció en una rueda de detenidos.
En ese expediente de lesiones en el contexto de violencia de género la pena fue leve. En el momento de homologar el acuerdo entre la fiscalía y la defensa, se definió que para graduar la pena se había tomado en cuenta “las condiciones personales del imputado, sus circunstancias familiares, su situación socieconómica y su predisposición y colaboración para resolver el conflicto, reconociendo el hecho tal como fuera imputado”.
Pese a los reiterados ingresos en el sistema penal por robos, Suárez era un indocumentado hasta el año pasado. Ni siquiera podía determinarse en ese momento su verdadera identidad, ya que sus huellas aparecían en los registros con diferentes nombres. En la condena impuesta por el intento de robo el año pasado quedó expuesta esa anormalidad al definirse reincidente a “Isaías José Suárez o Ariel Alejandro Ibáñez, o Ariel Isaías Ibáñez o Isaías Ariel Ibáñez Suárez o Isaías José Ibáñez Suárez o Ricardo Alberto Suárez”.
Se le asignó un DNI que empieza con 62... y ya en el fallo de la Cámara Federal de San Martín emitido el 15 de junio pasado en una apelación al procesamiento por la quema de un colchón dentro de un calabozo se consignó una sola identidad: Isaías José Suárez.
Suárez fue detenido ayer a la tarde en la villa 31, en Retiro, luego de tareas investigativas hechas por detectives de la División Antidrogas Norte y de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad.
“Lo fui a robar, se me paró de manos y le tuve que dar un puntazo”, le habría dicho Suárez a vecino de la villa 31 la misma noche del crimen, según pudo reconstruir LA NACION de fuentes judiciales.
“Le secuestramos una gorra y una bufanda similares a las que se ven en las imágenes de las cámaras de seguridad revisadas tras el crimen”, agregaron las fuentes consultadas.
Un testigo de identidad reservada, según informó la agencia de noticias Télam, declaró que Suárez se jactaba haber apuñalado a la víctima para robarle su celular. “Me mandé una cagada, uno se me paró de manos, se trabó y luchó”, habría dicho también el sospechoso.
Suárez no fue el único detenido. En horas del mediodía de ayer fue detenido un joven de 25 años de nacionalidad venezolana que también será indagado hoy. “Su fisonomía tiene características similares a la persona que fue filmada por las cámaras de seguridad. Además, estaba vestido como una campera roja muy parecida al que vestía el asesino el día del crimen, esa vestimenta tenía manchas”, dijo un investigador.
En las horas previas a las detenciones, investigadores habían adelantado a LA NACION que, a partir de las imágenes de cámaras de seguridad pública y en altura, habían podido reconstruir el recorrido del presunto asesino desde la plaza Sicilia, en Avenida del Libertador y Lafinur, hasta las vías del tren que salen de la estación Retiro y que bordean la villa 31.
“Lo que pudimos ver por las cámaras, y que coincide con lo declarado por el testigo presencial, es que se retira del lugar del ataque y camina con pasos acelerados por la avenida Casares hasta el fondo, y que dobla a la derecha en la calle Chonino hasta Salguero, donde se pierde en el sector de las vías”, explicaron, en relación con los casi 1400 metros del derrotero del asesino en su huida de la escena del crimen.
El lugar elegido para la fuga no era desconocido para el atacante. Tal como reveló ayer LA NACION, el sospechoso quedó filmado horas antes del hecho junto a un grupo de personas en situación de calle en otra plaza, a diez cuadras del lugar del homicidio, y a metros del Malba, uno de los espacios de arte más visitados de la Ciudad.
El testigo clave que vio el ataque a Barbieri cuando paseaba a su perro en los bosques de Palermo y que llamó al número de emergencias 911 ampliará hoy su declaración testimonial ante la jueza Bernan en tribunales, ya que sus declaraciones anteriores fueron ante la policía o el fiscal Minilla Lacasa.
”La jueza le va a ampliar la declaración en profundidad para que cuente todo lo que vio y tras esa diligencia hará las ruedas de reconocimiento”, explicó judicial consultada por Télam.
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