Crimen en Mar del Plata. El novio de la hija del exchofer de Néstor Kirchner también es buscado por un robo en Tucumán
Romina García estaba con el rugbier tucumano Juan Jesus Piero Pinna cuando mató de cuatro tiros a Maximiliano Rihl en la madrugada del domingo, a la salida de la fiesta de cumpleaños del empresario Mauricio Ríos, el sindicado “usurpador de Cariló” que tiene vínculos comerciales con el padre de la joven
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MAR DEL PLATA.– La invitada al cumpleaños 51 de Mauricio Damián Ríos era ella. El hombre que la acompañó a esa fiesta se divirtió, bailó con ella, discutió con otros invitados, golpeó a uno y, finalmente, acribilló a otro. Y con él, cuando todavía tenía la pistola 9 milímetros aferrada a la mano y con nueve balas menos en el cargador, escapó de la escena del crimen, entrada la madrugada del domingo.
Se trata de Romina García, hija de Rudy Ulloa, exchofer de Néstor Kirchner y devenido en empresario santacruceño. Su paradero es incierto, al igual que el de su novio, el rugbier y comerciante Juan José Piero Pinna, sobre el cual ahora pesa un doble pedido de captura: uno, de la Justicia de esta ciudad, por el asesinato de Maximiliano Rihl y la fractura que le provocó a Ariel Núñez en el estacionamiento del parador Horizonte, en Punta Mogotes; el otro, de los tribunales de Tucumán, donde se lo declaró en rebeldía en una causa iniciada por la denuncia de su expareja, María Laura Coria, que lo acusó de haber ido con una patota armada a su negocio, El Faraón del Pollo, para robar dinero, maquinarias, un camión y hasta armas.
Un raid de 48 horas entre dos provincias, un alerta en las fronteras y en varios distritos: no solo en Buenos Aires y Tucumán, donde lo busca la policía y la Justicia, sino en Santa Cruz, donde la pareja podría ir a buscar refugio. Allí, hace más de una década, la hija de Ulloa y de Estela García encabezó el grupo de jóvenes –”La Juventud de los Muchachos Peronistas”, se denominaban–, que en 2011 impulsó la construcción del monumento de homenaje al expresidente, al cumplirse un año de su muerte.
El vínculo de amistad (y de negocios) entre los Ulloa y Ríos es de larga data y más que conocido en Mar del Plata, con testimonios que confirman las reiteradas visitas que le ha hecho en esta ciudad el exchofer y exsecretario de Néstor Kirchner, derivado en empresario con inversiones en supermercados y medios de comunicación.
Una fotografía difundida por el diario La Capital expuso a la pareja junto al anfitrión Ríos, el agasajado durante la noche del último sábado, cuando celebró junto a más de 200 personas su cumpleaños número 51 en el salón de fiestas del parador de playa Horizonte del Sol.
La música y la barra de bebidas se interrumpieron en plena madrugada con las nueve detonaciones de la pistola 9 milímetros de Pinna, que tras una discusión inicial, cuyos motivos aún no fueron dilucidados, primero se peleó con Ariel Núñez –a quien golpeó y le fracturó el tobillo derecho– y luego baleó a Rihl, que habría intentado interceder para apaciguar los ánimos.
El asesino, que desde anoche tiene orden de captura, escapó en su Toyota Corolla junto a Romina García. La identidad de la joven, que por el momento no aparece involucrada penalmente en la causa, no había llamado la atención en el primer momento. Es que lleva el apellido de su madre, la exdiputada Estela García.
Aunque la primera versión que trascendió sobre este crimen fue que Pinna había reaccionado violentamente porque no se le había permitido ingresar en la fiesta por no estar invitado, lo cierto es que Romina García formaba parte de la lista del anfitrión y, en consecuencia, no hubo reparos para la presencia del exrugbier tucumano, que disfrutó de la velada hasta que se produjeron los trágicos incidentes, poco después de las 4 de la mañana.
Problemas en Tucumán
En ese momento tampoco se sabía que, solo 48 horas antes del crimen en la playa marplatense, Pinna había protagonizado otro incidente en su provincia natal.
Fuentes judiciales confirmaron a LA NACION que Pinna fue denunciado por su expareja, María Laura Coria, quien lo acusó de haber ingresado a robar a su negocio, ubicado en avenida Roca al 2500, en San Miguel de Tucumán, el viernes a las 2.50 de la madrugada, junto a 9 hombres fuertemente armados. Según la denuncia –realizada por la mujer el sábado a la mañana–, luego de reducir al guardia de seguridad del local, Pinna y sus acompañantes se llevaron dinero, un camión, heladeras exhibidoras, televisores, computadoras, una hidrolavadora y armas, entre otros elementos.
El fiscal Pedro Gallo, a cargo de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos II, solicitó un allanamiento en el domicilio de Pinna y su inmediata detención. Sin embargo, como no lo encontraron allí, y sus allegados informaron que había viajado a Buenos Aires, el fiscal lo consideró en rebeldía y requirió que se ordene su captura, pedido que fue autorizado por el juzgado de turno.
Según pudo averiguar LA NACION, hasta hace poco, además de ser pareja, Pinna y Coria eran socios en la distribuidora agrícola El Faraón del Pollo, que tiene varios locales. Tras la separación, la mujer tomó posesión de la firma. Aparentemente, Pinna “se habría presentado para exigirle a Coria una división de bienes, de manera violenta y armado junto a otros cómplices”, contó una fuente con acceso a la causa.
Antes de este hecho, Coria había denunciado penalmente por violencia de género a Pinna, quien además de haberse dedicado a los negocios en el rubro avícola, jugó profesionalmente al rugby en el Club Lince, de Tucumán.
Las fuentes consultadas por este diario confirmaron que Pinna pasa la mayor parte de su tiempo en Buenos Aires, aunque viaja frecuentemente a su provincia natal por negocios.
Los negocios de Ríos y los contactos con Ulloa
La amistad de Mauricio Ríos con Ulloa es de larga data, incluso con negocios entre ellos. Al igual que el santacruceño, el marplatense también incursionó en el rubro de supermercados, apenas uno de varios en los que tuvo y tiene inversiones, ya que estuvo al frente de restaurantes, paradores de playa y ahora, de un reconocido café de esta ciudad.
Ríos tomó trascendencia pública hace dos años, cuando se lo señaló como responsable de usurpar una casa en Cariló. Él y otras personas no solo la ocuparon, sino que la pintaron de otro color y le hicieron agregados, desde aire acondicionado hasta la extensión de un quincho.
Imágenes del interior de la casa, tomadas con posterioridad al desalojo, expusieron la abundancia de bebidas costosas que había en la bodega, algunas de las cuales el propio Ríos exhibió en un video en el que se lo veía con botellas de champagne francés mientras bailaba al ritmo de Los Palmeras.
La investigación
Mientras procura dar con el paradero de Pinna para indagarlo por el homicidio de Rihl, la fiscal Florencia Salas libró anoche el pedido de captura nacional e internacional del sospechoso. Desde entonces se notificó a la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) y a todo el sistema federal de seguridad para ampliar el radio de búsqueda e impedir un eventual intento de salida del país.
También suma testimonios e informes periciales para terminar de esclarecer las circunstancias del crimen. Por ahora, no trascendieron los motivos del enfrentamiento inicial entre Pinna, de 34 años y gran contextura física, y Ariel Núñez, que se desempeña en el comercio de carnes en Quilmes. Eso quizás quede más claro mañana, cuando este último brinde testimonio ante la representante del Ministerio Público.
A raíz de los golpes recibidos, Núñez sufrió la fractura del tobillo derecho, lesión por la que tras ser atendido en el Centro de Salud N°2, fue derivado al Hospital Privado de la Comunidad.
Según pudieron reconstruir los investigadores a partir de los aportes de testigos presenciales, el incidente se produjo cuando la fiesta entraba en su etapa final y quedaban aproximadamente 50 de los 200 invitados al cumpleaños de Ríos. El altercado, confirmaron, fue entre Pinna y Núñez, y Rihl apareció en escena con intenciones de calmar ánimos.
Pero Pinna, siempre en el sector del estacionamiento del parador Horizonte, caminó hasta su Toyota Corolla blanco y regresó con una pistola 9 milímetros, con la que disparó por lo menos nueve veces, según la cantidad de vainas servidas levantadas por personal de Policía Científica en la escena del crimen. Cuatro de esos proyectiles alcanzaron a Rihl: uno en el tobillo, otro en la rodilla, el tercero en la muñeca y el cuarto -y letal-, en la zona lumbar; ese proyectil le causó lesiones internas que derivaron en una hemorragia peritoneal irreversible.
Las imágenes de las cámaras de seguridad no han permitido, hasta el momento, determinar el recorrido del auto en el que el empresario y exrugbier tucumano escapó, junto con la hija de Rudy Ulloa.
Tampoco está claro el recorrido que hizo al salir del parador Horizonte del Sol, cuyo acceso coincide con la rotonda que, hacia el sur, deriva hacia el tramo de la ruta 11 que conduce hasta Miramar; hacia el norte, al corredor costanero y la salida lejana a las rutas 2 y 11, y hacia el oeste, a un casco urbano de tránsito difícil para quien no conoce la zona.
Los primeros indicios permitirían confirmar que emprendió el camino en sentido a la zona céntrica, donde se perdió su rastro. La fiscal espera informes de destacamentos y de peajes viales para determinar si cruzó algunos de esos puestos en el tiempo transcurrido desde su fuga.
Con la colaboración de Fabián López (Tucumán)
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