Crimen en Grand Bourg. Mataron a un chico en un asalto y los descubrieron por un celular robado
Dos motochorros interceptaron a tres adolescentes que caminaban a la madrugada y les dispararon; a uno de los menores, que estaba herido en el abdomen, le sustrajeron dos camperas; en su huida, asaltaron a una automovilista y le quitaron un teléfono, cuya ubicación los delató
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A las 4.10 del domingo, tres amigos adolescentes caminaban por una oscura vereda de la calle Paso de Los Patos, a una cuadra de la ruta 197, en Grand Bourg. Cuando advirtieron que la moto que los acababa de pasar giró intempestivamente, volvieron sobre sus pasos y comenzaron a correr. Pero les fue imposible escapar: los motochorros abrieron fuego al menos una vez, mientras ellos intentaban parapetarse detrás de un auto estacionado sobre la acera. Uno cruzó la calle en diagonal, lo más rápido que pudo; otro fue en la dirección contraria; el tercero se entregó sin lucha: levantó las manos y dejó que lo despojaran de sus dos camperas. Esa secuencia fue captada por una cámara de seguridad ubicada casi en la esquina de 4 de Marzo, en aquella localidad del partido de Malvinas Argentinas.
Lo que ocurrió inmediatamente después condensa el drama de la inseguridad que azota al conurbano: uno de esos tres chicos, Maximiliano Guzmán, de 16 años, había recibido un tiro en el abdomen, que le causó la muerte. En las últimas horas la policía bonaerense detuvo a uno de los presuntos motochorros, a los que llegaron gracias al seguimiento del geoposicionamiento del celular que le robaron a una mujer muy poco después del crimen del adolescente. El arrestado fue identificado como Gabriel Alejandro Alarcón, de 17 años; a él le secuestraron el DNI y los papeles del auto de esa mujer y la campera de River del menor asesinado. Aún buscan al presunto autor del crimen: Luis Fernando Guzmán, de 20 años, sobre quien pesaba ya un pedido de captura por el homicidio de Gabriel Elián Quiroga, de 20 años, ocurrido el 5 de julio del año pasado en Los Polvorines.
Fuentes policiales confiaron a LA NACION que personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Martín intervino cuando tomó conocimiento del asalto a los tres chicos y de la muerte de Maximiliano, que con auxilio de vecinos y de sus dos amigos fue llevado al hospital local, donde murió por la lesión que le había causado el disparo.
En la escena del hecho los expertos en criminalística encontraron una vaina servida de calibre 9 milímetros. En la reconstrucción del derrotero de los motochorros los policías encontraron, primero, una de las dos camperas que le habían robado a la víctima, que los delincuentes descartaron en su huida.
Pero, especialmente, se encontraron con que los asaltantes, en su periplo de fuga, interceptaron con fines de robo a una automovilista, identificada como Nancy Tessmann. A la altura de Paso de los Patos al 400, es decir, a unas seis cuadras del lugar del crimen, a la mujer, que iba al volante de un Chevrolet Onix, le robaron la cartera y el celular, que finalmente sería crucial para ubicar a los delincuentes.
Según explicaron fuentes de la investigación, la policía comenzó a rastrear el celular a través de su sistema de geoposicionamiento satelital. Aparecía en una vivienda situada en la calle Japón casi al 3500, a unas 20 cuadras del lugar del robo.
Los trabajos de campo tendientes a identificar a los asaltantes brindaron, además de nombres, dos domicilios: uno en la calle Mozart al 3500, en Los Polvorines; el otro, a 30 metros del lugar donde, según el GPS, estaba el celular robado.
Por orden de la fiscal Lorena Carpovich, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°21 de Malvinas Argentinas, efectivos de la DDI de San Martín y del Grupo de Operaciones Tácticas de Malvinas Argentinas allanaron la casa de la calle Japón y detuvieron a Alarcón. En la requisa se secuestró una campera roja con el escudo de River, similar a la que le habían sustraído a la víctima del crimen, y el DNI, las billeteras y la cédula verde del Chevrolet Onix de Tessmann.
Casi a la misma hora se realizó el procedimiento de urgencia en la vivienda de la calle Mozart al 3500. Pero el joven al que habían ido a buscar ya se había escapado de allí. Ese era el último domicilio conocido de Luis Guzmán, al que la UFI 20 y el juzgado de Garantías N°2 de San Martín buscaban por otro homicidio: el de su vecino, Gabriel Elián Quiroga.
El 5 de julio del año pasado, en plena fase dura de la cuarentena, el joven cenaba con su familia y amigos en una casa situada en Baroni al 1800 cuando un joven del barrio, que vive a la vuelta, tiró un cascotazo que rompió el vidrio del auto de uno de los amigos de Elián.
Hubo una discusión en la vereda, y el que había tirado la piedra se fue, pero regresó al rato en una Honda Tornado roja y blanca, y tres amigos. Y dispararon. Fueron siete tiros: uno de los proyectiles alcanzó a Quiroga en la cabeza.
El joven llegó a ser operado en el hospital de Trauma y Emergencia Dr. Abete, de Los Polvorines. Pero no sobrevivió.
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