Crimen en el fin del mundo. La Justicia evalúa si deja internada o libera a la mujer que mató a un hombre y confesó por video

La mujer que el 18 de diciembre pasado mató a puñaladas a un tatuador y profesor de música al que acusaba de acosarla sistemáticamente, en Río Grande, y que se grabó confesando el crimen en un video, está internada en una institución de salud mental de esa ciudad de Tierra del Fuego. Y, ahora, una jueza de Familia espera los resultados de un informe interdisciplinario para resolver si la mantiene en esa situación o si admite que se le dé el alta.

Otra magistrada, pero del fuero penal, ya había decidido excarcelarla, a pesar de la gravedad del hecho, por considerar los antecedentes de las denuncias públicas de abusos y amenazas que había hecho la imputada, refrendadas por integrantes de un colectivo feminista del confín austral del país. Se aplicó al caso la perspectiva de género, explicó la fiscal de la causa.

Luego que la jueza de instrucción en feria, Cecilia Cataldo, le otorgara la excarcelación solicitada por el defensor oficial Alejandro Naccaratto “por no implicar un riesgo procesal”, la imputada Florencia Eliana Mancilla, de 27 años, aguarda la prosecución del proceso internada en el área de Salud Mental del Hospital Regional Río Grande, ya que peritos psiquiatras, al evaluarla, consideraron que “confiere un peligro para sí misma y para terceros”.

Ante ese diagnóstico, y al tomar intervención por la internación civil decidida en consecuencia, la jueza de familia y minoridad N°2 de Río Grande, Marina Montero, requirió un nuevo informe a las autoridades sanitarias para establecer si esa internación debe ser “involuntaria” o si se le puede dar el alta “con las pautas específicas de tratamiento” y con cumplimiento de las reglas de conducta establecidas por la jueza de instrucción: tendrá que seguir con el control médico, no podrá abandonar la provincia ni cambiar de domicilio sin aviso y tampoco podrá mantener ningún contacto con la familia de la víctima, Alexis Baciocchi, que tenía 35 años.

Adriana Varisco, abogada de la familia Baciocchi, dijo a LA NACION que presentó un recurso de queja por la excarcelación otorgada a la imputada. Fundamentó el pedido en dos factores: que no se le corrió vista a sus clientes sobre el pedido del defensor oficial –la fiscal Laura Urquiza no se opuso al pedido, por considerar la necesidad de evaluar el caso con perspectiva de género, tanto cuando una mujer es víctima como cuando es imputada– y por considerar que la imputada debe transitar el proceso penal con prisión domiciliaria, con el tratamiento que dispongan los profesionales médicos, sin otorgarle privilegios.

Además, resaltó que “la imputada tiene antecedentes de trastornos de personalidad desde su infancia y el abuso de estupefacientes agravó su salud mental. Hay informes médicos, declaraciones de testigos en la instrucción”.

Varisco enfatizó: “Eso no la hace inimputable. Además, hubo premeditación. Fue a encontrarse con Alexis llevando los tres cuchillos que pidió prestados y que luego usó contra él, como lo informa la autopsia”.

Por el lado de la imputada, se presentaron espontáneamente ante la fiscal de instrucción, integrantes de agrupaciones feministas de Río Grande. Declararon como testigos de los hechos por los cuales Mancilla ya venía denunciando públicamente a Baciocchi, especialmente, en cuanto a los pedidos de asesoramiento e intervención realizados por la ahora imputada, previos al homicidio.

El crimen

El conmocionante crimen ocurrió el domingo 18 de diciembre a la noche en una vivienda de la calle Punta Popper 363, del barrio Chacra XIII, de Río Grande, cuando Mancilla fue a ver a Baciocchi para decirle que “la dejara tranquila”.

En el video que ella misma grabó, y que trascendió en las redes sociales, se la ve cuando, luego de salir de la escena del crimen, dio su versión del hecho.

“Hace un tiempo estuve escribiendo sobre un sujeto que me molestó, Alexis Baciocchi. Hace un tiempo él me amenazaba. Me decía que me iba a romper el culo, que yo era de él, que era mi dueño. Tenía un par de problemas y no la paraba. Así que hoy le dije lo iba a ver. Vine a su casa y le dije lo mal que me sentía, día a día, noche a noche, todo el tiempo. Traté de ser sincera y decirle que lo quería matar porque no me dejaba tranquila y soñaba muchas cosas”, relató a cámara la mujer, mientras buscaba unas llaves.

Entonces, confesó: “Discutimos y lo apuñalé. No sé cuántas veces, porque se movía mucho, todo el tiempo se movía. No me dejaba hacer algo limpio para que no sufriera. En realidad, sí quería que sufriera. Pero mi intención no era quitarle la vida, sino asustarlo tanto como para que no se pudiera meter nunca más conmigo”, agregó.

En las imágenes se puede ver que Mancilla tenía manchas rojas en las manos, como de sangre. Mientras intentaba abrir una puerta, afirmaba que había llamado a las fuerzas de seguridad. Además, pidió perdón a sus padres y a sus hijos.

“Llamé a la Policía hace muchos minutos. Les di mis datos, pero todavía no vienen. Siempre tardan para todo, igual que la Justicia. Espero que se apuren. Quiero salir de esta escena que no es linda para nadie. Les pido perdón a todos mis seres queridos, a los padres de mis hijos, que tenían miedo. No podía permitir que alguien tan insignificante les causara dolor”, asegura.

Antes de dejar de filmar, dice: “Ya nadie va a volver a tocarme. No quería llegar a esta instancia. Quería que parara, que dejara de manosearme”.

La explicación de la fiscal

En declaraciones a Info3 Noticias, la fiscal Urquiza explicó por qué no se opuso al pedido de excarcelación formulado por el defensor oficial Naccaratto: “El punto que creo más importante, y que se debe resaltar, es el contexto y la perspectiva de género. Hay que evaluar, no solo en este caso, sino en todos. La perspectiva de género y la mirada de género en una investigación se debe realizar no solo cuando el género es femenino, en su forma más amplia, cuando es víctima, sino que también, se debe llevar a cabo cuando el género femenino es imputado”.

La representante del Ministerio Público fueguino resaltó: “Cada caso es particular. No quiere decir que porque sea mujer va a quedar en libertad. Se tuvo en cuenta en principio eso, y no hay ningún riesgo procesal, no hay antecedentes, no tiene detenciones anteriores, la escena del crimen estaba. Todo lo que tiene que ver con el homicidio, la escena no estaba alterada en absoluto”.

Urquiza señaló que, en el caso específico de Mancilla, “hay una situación de vulnerabilidad y hay que atenderla, que también va a ser parte de la investigación. Ella venía con una situación conocida, que salió en redes. Y ameritaba un análisis de profesionales que ella necesita un tratamiento”.

Concluyó la fiscal: “El haberla dejado en libertad no quiere decir que por su problema de salud vaya a ser inimputable. La excarcelación no implica que no se vaya a avanzar en un futuro juicio. En su momento se tendrá que ver si va a juicio o no”.

Él fue su profesor en la secundaria

Según informaron fuentes de la investigación a la agencia Télam, Baciocchi había sido docente de Mancilla en el colegio Polivalente de Arte de Río Grande, cuando ella tenía 14 años. Se investiga si después de eso comenzó la historia de acoso y abuso sexual denunciada por Mancilla y a la que ella le puso fin de forma letal.

La Justicia ya dispuso un peritaje sobre los teléfonos celulares de ambos para verificar los antecedentes de llamados y mensajes que denuncia la autora del crimen.

También están siendo recopilados los posteos de Mancilla en las redes sociales. En uno de ellos la mujer hace referencia al acoso que estaba sufriendo y da a entender que se sentía desamparada por la Justicia. “Sin querer soy parte de algo horrible y sin sentido. Entendí que alguien puede matarte, violarte y dejarte por ahí tirada. Yo me niego a ser una víctima. Somos fuertes”, escribió.

En los chats que publicó se puede leer cómo alguien, que sería Baciocchi, la amenazaba con violarla a cambio de drogas. “Soy tu dueño”, es una de las frases que aparece entre varios mensajes.

En sus posteos, la detenida sostuvo que estaba cansada de “mirar a los costados” y había advertido: “Voy a actuar”. Un allegado a Mancilla, que no quiso dar su nombre, aseguró que ella “había sido víctima de abuso sexual durante su infancia, en un caso donde el acusado es otro sujeto diferente y que la Justicia nunca resolvió”.

Además, esa persona agregó: “Lo que está claro es que este hombre la acosaba desde hacía mucho tiempo. Ella pidió ayuda en todos lados y nadie le prestó atención. La llevaron al límite de cometer este acto que, si hubiera tenido contención, nunca hubiese pasado”.

En tanto, la familia de la víctima pidió a los medios locales “respeto” a través de su abogada, quien también aseguró que hay que esperar la instancia judicial. “La familia de Alexis pide respeto. Cuando llegue el juicio sabremos toda la verdad”, dijo la abogada de la familia a la radio Aire Libre FM.

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