Crimen en el country: denuncian al médico policial que sostuvo que el ingeniero asesinado había muerto de un infarto
El fiscal Germán Camafreita, a cargo del caso del homicidio de Roberto Wolfenson Band, pidió que se investigue si el legista de la fuerza de seguridad bonaerense cometió un delito de acción pública
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El ingeniero Roberto Eduardo Wolfenson Band fue encontrado muerto en una de las habitaciones de huéspedes de su casa del country La Delfina, en Pilar. Había sido asfixiado con un cable o soga. Pero, a partir de un informe del médico de la Policía Científica de San Isidro Marcelo Rodrigué, en un primer momento y hasta el resultado de la autopsia, se pensó que había fallecido como consecuencia de un infarto de miocardio. Se perdieron horas fundamentales para la investigación. No se preservó la escena del crimen. Y ahora el facultativo fue denunciado y se investigará si cometió algún delito de acción pública.
Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales. La presentación fue hecha por el fiscal de Pilar Germán Camafreita, funcionario a cargo del expediente donde se investiga el homicidio ocurrido entre el jueves 22 y el viernes 23 del mes pasado en el barrio cerrado La Delfina.
“La denuncia fue hecha para que se investigue si Rodrigué cometió un delito de acción pública. En las próximas horas se conocerá qué Unidad Funcional de Instrucción (UFI) tendrá a su cargo el expediente. El fiscal Camafreita también hizo una presentación ante la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) del Ministerio de Seguridad bonaerense para que se evalúe el accionar del médico policial”, explicaron las fuentes consultadas.
La causa por la denuncia al médico recayó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 4 de Pilar, a cargo del fiscal Gonzalo Agüero.
La semana pasada, el abogado Tomás Farini Duggan, letrado que representa a Esteban y Laura Wolfenson, los hijos de la víctima, había cuestionado la tarea del médico.
“Fue un homicidio de manual. Es imposible pensar otra cosa. Nadie que ve esa escena pensaría que esa muerte se produjo por un infarto de miocardio. Vi las fotos, no soy médico, pero está claro que por la gran cantidad de sangre y las lesiones que se observan, por lo menos tendría que haber dictaminado una muerte dudosa”, sostuvo Farini Duggan.
Ayer, los hijos de la víctima y su abogado se reunieron con el fiscal Camafreita. Querían interiorizarse sobre el avance de la investigación y aportaron documentación y las tarjetas de crédito y débito de su padre, explicaron fuentes al tanto del encuentro.
Hoy, el representante del Ministerio Público Fiscal tendrá una entrevista con la médica forense Silvina Aguirre, facultativa que estuvo a cargo de la operación de autopsia.
El fiscal quiere determinar la fecha y el horario del homicidio. Aguirre, en las conclusiones de la necropsia, estimó la data de muerte entre 18 y 24 horas antes de que se realice la autopsia, que comenzó a las 13 del sábado 24 de febrero.
Es decir que, según la estimación de Aguirre, el asesinato podría haber ocurrido entre las 13 y 19 del viernes 23. Pero la franja horaria se redujo porque el cuerpo del ingeniero fue encontrado poco después de las 17, cuando llegó al country el profesor de piano que le daba clases a domicilio a la víctima.
Fue a partir de la llegada a la casa del profesor de piano que se descubrió la muerte del dueño de casa. La última persona que lo vio con vida, sin contar al asesino o asesina, fue la empleada doméstica que trabajó el jueves pasado en la casa de la víctima, quien se retiró a las 13.30.
Ese jueves, 22 de febrero, después de que se retiró de su casa la empleada doméstica, Wolfenson Band salió a caminar por el country, como lo hacía todos los días. La caminata comenzó a las 13.55 y finalizó a las 14.13. Así lo pudieron reconstruir los investigadores a partir de información obtenida tras analizar una de las computadoras de la víctima.
“El tiempo de duración de la caminata coincide con lo que declaró un amigo de la víctima que solía caminar con Wolfenson Band. El testigo afirmó que los paseos solían durar unos 20 minutos”, explicó una fuente judicial.
Es decir, que el fiscal Camafreita y los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro que participan de la investigación tiene acreditado que el ingeniero estuvo con vida, por lo menos, hasta el jueves 22 hasta las 14.13.
Para el amigo que declaró como testigo a Wolfenson Band lo mataron ese jueves. Hay dos motivos que fundan esa suposición: cuando encontraron el cuerpo, el ingeniero vestía la misma ropa con la que un día antes lo había visto su empleada doméstica y ese jueves no le llegaron los mensajes de WhatsApp que le envió.
“El testigo dijo que la víctima era muy prolija y coqueta. Para él es muy poco probable que dos días seguidos se vistiera igual”, sostuvo a LA NACION una calificada fuente de la causa.
Entonces, para tratar de determinar el momento del crimen, el fiscal se reunirá hoy con la médica forense que hizo la autopsia e intentará despejar dudas.
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