Crimen en Barracas: con la presencia de dos sobrevivientes, reconstruyeron el homicidio de Lucas González
La diligencia judicial se había suspendido la semana pasada tras una presentación hecha por la defensa de los uniformados acusados de haber protagonizado el asesinato
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Esposados y rodeados por más de 150 agentes federales, los oficiales Juan José Nieva, de 36 años, Fabián López, de 46, y Gabriel Issasi, de 40, que integraban la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad, se situaron otra vez en el cruce de Iriarte y Luna. En esa esquina de Barracas habían interceptado el 17 del mes pasado al vehículo en el que circulaban Lucas González y otros tres menores que pocos minutos antes habían participado de un entrenamiento deportivo. Los policías detenidos por el homicidio del juvenil futbolista de Barracas Central recorrieron el trayecto realizado esa mortal mañana, mientras dos de los sobrevivientes dieron nuevamente su testimonio en el lugar de los hechos. Así se reconstruyó el asesinato de Lucas, crimen por el que otros seis policías porteños están detenidos por su presunta participación en una maniobra de encubrimiento.
Los policías imputados por el homicidio fueron recibidos por los vecinos de la zona al grito de “asesinos”. La visualización de los movimientos de los protagonistas comenzó frente al kiosco en el que Lucas había comprados “unos jugos” antes de regresar al automóvil y ser observado por los agentes que patrullaban la zona sin uniforme.
El padre del adolescente que manejaba el automóvil en el que viajaba Lucas contó que “fue un día difícil” para los sobrevivientes, ya que “los chicos tuvieron que revivir el momento en el que perdieron a su amigo”, pero que “en todo momento llevaron adelante toda la reconstrucción”. Uno de los menores no participó de la reconstrucción porque se encuentra en un viaje.
El trámite judicial se había iniciado la semana pasada, pero fue suspendido casi de inmediato por un pedido de la defensa de los policías, que solicitaron participar de la reconstrucción.
Procesados por homicidio
Un día antes los tres detenidos habían sido procesados como autores de los delitos de homicidio doblemente agravado por haber sido perpetrado con alevosía y por haber sido cometido por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones (por el asesinato de González), en concurso ideal con tentativa de homicidio doblemente agravado por haber sido perpetrado con alevosía y cometido por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones (por los tres sobrevivientes, todos de 17 años), en concurso real con el tipo penal de falsedad ideológica y de privación ilegal de la libertad.
La decisión fue tomada por el juez porteño Martín Del Viso, que definió la persecución de los uniformados sobre el auto en el que viajaban las víctimas como “arbitraria, irracional e ilegal”.
Del Viso sostuvo en su dictamen que “luce razonada y con apoyo en las pruebas recabadas la teoría fiscal en cuanto a la posibilidad cierta de que la réplica del arma secuestrada en el interior del vehículo en que viajaban los cuatro jóvenes haya sido ‘plantada’ en pos de dar respaldo a la primigenia versión policial reflejada en las modulaciones [radiofónicas] con el claro propósito de dar ropaje de legalidad al proceder de la brigada imputada”.
Por esa situación están detenidos el responsable de la Brigada 4, comisario Juan Romero, el titular de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Du Santos, el subcomisario Roberto Inca, el principal Héctor Cuevas, y las oficiales Micaela Fariña y Lorena Miño, quienes también participaron de la reconstrucción del crimen.
La actuación de esos policías está bajo observación judicial por lo sucedido en el Alvarado y Pedriel, donde se detuvo la marcha del vehículo de los jóvenes. Los adolescentes pasaron más de diez horas en esa esquina. Los sobrevivientes no solo contaron ayer en ese lugar lo ocurrido, sino que aportaron en el momento a una nueva testigo. Es que uno de los adolescentes vio que una mujer observaba la reconstrucción del hecho desde la ventana de su casa y recordó, entonces, que la misma persona había visto la situación ocurrida el 17 del mes pasado. Los funcionarios judiciales invitaron a esa mujer a dar su testimonio.
Poco antes, los participantes de la medida solicitada por la querella que representa a la familia de Lucas -cuyos padres no estuvieron presentes, para evitar cruzarse con los acusados del asesinato-, habían pasado por otro de los puntos importantes en la trayecto seguido por el Wolkswagen Suran ocupado por las víctimas y el Nissan Tiida que, sin identificación visible, era utilizado por los tres policías acusados de homicidio agravado. Los menores contaron lo ocurrio en el cruce Iriarte y Vélez Sarsfield, donde los policías interceptaron el automóvil de los jóvenes y dispararon. Para la reconstrucción se utilizaron vehículos similares.
“Mataron por odio”
“Hace 16 días decían que había un enfrentamiento. No hubo ningún enfrentamiento, no vamos a hacer ninguna acción contra los que lo dijeron porque pudieron haberse confundidos por el juez de Menores (Alejandro Rodolfo Cilleruelo), al que espero que destituyan, porque ese juez dejó preso a los chicos y libres a los policías”, dijo Gregorio Dalbón, representante legal de la familia González.
Más allá que los peritajes aún no determinaron el arma de la que partió el mortal disparo, para el abogado de la querella esa circunstancia no impedirá la acusación a los tres policías que participaron de la persecución.
“La jurisprudencia de la Corte Suprema dice que no importa de quién salieron los tiros. Ese día, en ese lugar, había tres policías que estaban tirando y cuatro chicos que estaban en un auto. En este caso se consideran coautores a todos los que tiraron. Eran profesionales y sabían lo que hacían. Mataron por odio y por algo que se llama racismo, les decían villeros, negros de mierda y ese tipo de situación amerita que también se analice la cuestión de la discriminación”, explicó Dalbón, según consignó Télam.
En el pedido de procesamiento, el fiscal Leonel Gómez Barbella -que actúa en la causa acompañado por el fiscal Héctor Heim, de la Procuradoría de Violencia Institucional- había solicitado el agravante de “matar por placer”, pero esa calificación no fue respaldada por el juez Del Viso.
La querella anticipó que se pedirá el testimonio del médico que realizó la autopsia para definir la forma en que habría sido quemada una mano de Lucas con un cigarrillo.
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