Crimen del chofer del exdiputado. Los allanamientos alimentan la hipótesis de una interna sindical

Mientras la policía revisa imágenes de cámaras de seguridad para intentar identificar al sicario que el viernes pasado acribilló en la ciudad bonaerense de Colón a Mauricio Oscar Cordara, chofer del exdiputado nacional Pablo Miguel Ansaloni, la Justicia no suelta la hipótesis de que el crimen esté enmarcado en una puja interna en la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), cuya dirección dirimirán, el 21 de diciembre próximo, el exlegislador por el Partido Fe, que es el vicepresidente de la obra social del gremio (Osprera), y el actual secretario general del sindicato, el chaqueño José Voytenco.

Tres allanamientos solicitados por la fiscal Magdalena Brandt, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº1 de Colón, alimentan la hipótesis de una interna sindical detrás del homicidio cometido el viernes pasado, a las 17, en Calle 20 entre 43 y 44, en Colón, por el cual todavía no hay imputados.

Según confiaron fuentes de la pesquisa a LA NACION, siguiendo órdenes del juez de Garantías de Pergamino César Alejandro Solazzi, efectivos de la División Homicidios de la Policía Federal realizaron los procedimientos en el microcentro porteño.

Uno, en la sede de la Obra Social de Uatre, en Tucumán 423. Allí secuestraron el legajo de Cordara, un listado de líneas telefónicas asignadas a personal de la institución, un listado de empleados y otro de ingresos y egresos del edificio en los días previos y posteriores al crimen.

El segundo, en el 588 de la calle San Martín, donde funciona la ART de la institución; los detectives de Homicidios se llevaron de allí una planilla de ingreso y egreso de personal del edificio.

El tercero se realizó en Reconquista 630. De allí se incautaron dos teléfonos celulares, un libro de registro de ingreso de vehículos y una planilla de ingreso de personal.

Según explicaron fuentes de la pesquisa, se busca identificar celulares y vehículos relacionados con Uatre y con la Obra Social que, al mismo tiempo, pudieran estar vinculados con el episodio criminal.

Así como la investigación formal de la IPP 12-01-1559-22 transita la búsqueda de indicios y elementos de prueba en oficinas del gremio, los rumores arrecian. Ayer, desde sectores de opinión política se sugería que la policía “buscaba” al secretario general de la Uatre en el contexto del asesinato de Cordara, que recibió al menos siete balazos de calibre 9 milímetros cuando bajaba del baúl de un Volkswagen Vento las mochilas de los hijos de Ansaloni, a los que había llevado a Colón desde Buenos Aires.

Lo cierto es que, además de que en la causa, de hecho, no hay ningún imputado, a Voytenco, al menos, no hacía falta “buscarlo” en ninguna parte, porque él mismo se encargó de mostrar públicamente, con textos y fotos a través de sus redes sociales, qué actividades realizó en los últimos días, vinculadas con su actividad gremial.

El día del crimen de Cordara, estuvo con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, firmando un convenio relacionado con un plan de viviendas para empleados rurales en San Vicente. Anteayer, en tanto, estuvo en Formosa. El martes a la noche, el propio Voytenco se encargó, con un tuit, de desmentir todo. Negó que estuviera prófugo y concluyó: “Me encuentro a disposición de la Justicia, como siempre lo he hecho”.

Una elección complicada, una caja multimillonaria

La elección de Uatre será el 21 de diciembre. No se trata de un comicio más o de una simple renovación sindical. Por primera vez desde 1991, no habrá lista única. Y el proceso estuvo atravesado por sospechas y acusaciones, e incluso obligó a la Justicia federal y a la provincial a resolver impugnaciones y denuncias.

Como publicó el periodista Nicolás Balinotti en su columna gremial de LA NACION apenas seis días antes del homicidio de Cordara, “Voytenco está hoy parado sobre una caja millonaria que cautivó en su momento al macrismo y que ahora es motivo de disputa entre el kirchnerismo y Sergio Massa. La Uatre administra $600 millones mensuales, mientras que su obra social, Osprera, maneja unos $2800 millones, según fuentes que manejaron hasta hace poco las finanzas del gremio”.

Son unos 12 millones de dólares que surgen de la contribución del 2% del sueldo de unos 400.000 afiliados activos, del aporte a la salud por parte de empleados y empleadores, y de otras fuentes de financiamiento, como pueden ser el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre), a cargo de los recursos del fondo de desempleo, y el Fondo Especial del Tabaco, una caja que se nutre por ley de un porcentaje de las ventas de cada paquete de cigarrillos y que este año le reportaría $1290 millones, según proyectó un referente de la industria tabacalera. Las cifras podrían ser incluso mayores si se tiene en cuenta que siete de cada 10 trabajadores rurales están contratados en negro, de manera irregular, según denunció Voytenco.

“La pelea por el verdadero control de la caja se comenzaría a dirimir el mes próximo, cuando se enfrenten en las urnas Voytenco contra Pablo Miguel Ansaloni, actual administrador de la prestadora médica y que fue denunciado en la Justicia por presunta malversación de unos $10,5 millones. Voytenco está respaldado por el kirchnerismo, mientras que Ansaloni se jacta de tener el apoyo de Sergio Massa, con quien hizo migas en la Cámara de Diputados cuando dejó la bancada macrista, a la que había llegado por la alianza con Fe, para sumarse como socio del Frente de Todos. Ese cruce de vereda le valió una durísima crítica de Macri antes de dejar la Presidencia”.

Disparos a corta distancia

El asesinato ocurrió el pasado viernes, poco después de las 17, cuando el hombre llegó de Buenos Aires junto a los hijos de Ansaloni, a los que había retirado del colegio, a bordo de un Volkswagen Vento y fue atacado sin mediar palabra.

Los chicos ya habían descendido del rodado y Cordara había abierto el baúl del auto para bajar las mochilas cuando imprevistamente fue atacado por un hombre vestido con una remera azul, jean y una gorra, de acuerdo a las imágenes que tomó una cámara de seguridad.

La víctima recibió varios disparos que le causaron la muerte casi en el acto, mientras que el agresor escapó rápidamente a bordo de otro vehículo.

En la grabación del ataque, que está en manos de los investigadores judiciales, se puede observar que el agresor llegó hasta estar a mínima distancia de la víctima antes de abrir fuego. Esa situación y la cantidad de disparos que impactaron en el cuerpo de Cordara llevan a los detectives a sospechar que el ataque estaba dirigido directamente al chofer del exdiputado nacional. En principio, fuentes vinculadas con la pesquisa consideran poco probable la teoría de un robo que derivó en homicidio. La mecánica del ataque impulsó a los detectives judiciales a pensar en un homicidio planificado.

Y se llegó así la hipótesis que apunta a una interna gremial como móvil de un homicidio por encargo. Los allanamientos en edificios vinculados con Uatre expusieron que la fiscalía sigue esa línea de investigación.

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