Crimen de las turistas francesas. “Gracias a Dios, Bouvier creyó en mi inocencia”, dijo Santos Clemente Vera tras quedar libre
Luego de que la Corte Suprema revocara su condena a prisión perpetua, salió esta tarde del penal de villa Las Rosas, en Salta, donde pasó siete años y diez meses preso; ahora debe esperar a que la Justicia provincial decida si debe hacerse otro juicio
- 7 minutos de lectura'
Vestido con una camisa celeste, un jean algo gastado y visiblemente emocionado, Santos Clemente Vera salió por la puerta principal de la cárcel de Las Rosas y ganó la calle, ocho años después de que un Tribunal de Impugnación de Salta revocara su absolución y lo condenara a prisión perpetua por la violación seguida de muerte de las francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni.
La semana pasada, la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró nula aquella sentencia, por vicios procesales insalvables, y dispuso que debía volverse a la instancia de origen, en la que un tribunal de juicio no había encontrado pruebas para declararlo culpable del doble crimen de las turistas, ocurrido en el invierno de 2011. Hoy, la Corte de Justicia salteña recibió la resolución del máximo tribunal del país y, con la firma de su presidenta, Teresa Ovejero, ordenó la inmediata libertad de Vera, cuya inocencia era defendida por el propio padre de una de las víctimas, Jean Michel Bouvier.
“¡Se hizo justicia, por fin!”, dijo Vera, emocionado hasta las lágrimas, mientras su esposa, Beatriz, que lo esperaba en la vereda del penal desde muy temprano, no dejaba de abrazarlo.
A pesar de su felicidad, Vera sabe que la cuestión aún no terminó: la Corte de Salta debe resolver si se realiza un nuevo juicio para revisar la situación de Clemente –que es, eventualmente, lo que debió haber resuelto el Tribunal de Impugnación en 2016, en lugar de dictar un fallo por sí mismo– o si se confirma la absolución de 2014.
“Si hay un nuevo juicio, estoy preparado. Soy inocente y estoy listo para demostrarlo. Gracias a Dios, Bouvier creyó en mi inocencia”, dijo Vera a LA NACION, ya desde su casa.
“Estoy muy feliz. Cuando salí había muchísimas cámaras, no lo podía creer. No quería hablar mucho porque sabía que mis hijos me esperaban en casa mirándome por televisión y no veía la hora de abrazarlos”.
Esta mañana, Clemente se levantó nervioso pensando en cuándo lo liberarían después del fallo favorable de la Corte Suprema. Pero terminó el día jugando un partido de fútbol junto a Eduardo, el mayor de sus cuatro hijos, contra el periodista francés Jean Charles Chatard, que escribió el libro Autopsia de un doble asesinato –relacionado con las irregularidades en torno a la investigación de los crímenes de Bouvier y Moumni– y donó lo recaudado a la familia Vera. Ese fue su primer momento en familia después de pasar 7 años y 10 meses en prisión.
Ahora llega, para él, un período de euforia y reencuentro, al que necesariamente seguirá uno de reflexión y de preparación para los próximos pasos. “Lo que mas quiero es hablar con Bouvier. Quiero darle fuerza y me gustaría darle un abrazo. Lo quiero mucho, gracias a Dios pudo ver que soy inocente. Quiero decirle que luche por la verdad, pero no sé si con esa Justicia va a poder encontrarla”, dijo.
Jean Michel Bouvier tiene previsto viajar a la Argentina en los próximos meses. Para poder hacerlo primero debe conseguir el permiso médico para interrumpir su quimioterapia por el cáncer de páncreas que sufre.
Espera que el presidente Javier Milei lo reciba. No es un advenedizo. Él fue uno de los impulsores de la ley de femicidios que rige en nuestro país. Y es muy crítico de la actuación de la Justicia de Salta en la investigación de la violación seguida de muerte de su hija, que tenía 29 años, y de su joven amiga, de 21, ocurridas el 29 de julio de 2011.
“Todo esto es obra de Dios. Yo le pedí mucho a Dios que él [Bouvier] pueda ver mi inocencia. Estoy agradecido con Dios porque estar detrás de esos muros fue muy duro”, dijo Vera a LA NACION.
Fue un camino muy difícil para él. Así lo recuerda: “Cuando la Corte de Salta confirmó mi condena tuve miedo de no salir nunca más. No paraban de poner piedras en el camino. Quiero estar tranquilo con mis hijos y con mi mujer. Lloré mucho. Quiero agradecer a toda la gente que cree en mí y luchó por mi libertad”.
Vera fue acompañado en este derrotero por Bouvier, y también por el equipo de abogados de Innocence Project Argentina, el colectivo jurídico encabezado por Manuel Garrido que defiende a personas que podrían haber sido víctimas de injusticias por parte de los sistemas judiciales o, eventualmente, haber sido condenados sin pruebas, con fundamentos arbitrarios o en causas “armadas”
Resoluciones contradictorias
En 2014, la Sala II del Tribunal de Juicio de Salta había condenado a Lasi y absuelto a Vera y a un tercer imputado, Daniel Vilte, por la violación y homicidio de Cassandre y Houria, ocurrida en el cerro San Lorenzo, el hermoso mirador de la capital provincial.
Pero en 2016, el Tribunal de Impugnación volvió a encarcelar a Vera y le dictó una sentencia a prisión perpetua, que cumplió hasta hoy.
Esta resolución fue considerada equivocada por muchas personas, incluido Jean Michel Bouvier; los críticos sostenían que el Código Procesal Penal de Salta establece que la Justicia debe presentar nuevas pruebas o rehacer el juicio para poder dictar una condena.
Sin embargo, en este caso, el Tribunal de Impugnación, con las mismas pruebas con las que lo había sido considerado inocente en 2014, sentenció a Vera dos años después.
La Corte de Justicia de Salta había refrendado la posición condenatoria. El jueves pasado, la Corte Suprema les dio la razón a los defensores de Vera y ordenó que la causa vuelva al Tribunal de Juicio. Resta saber si se hará o no un nuevo debate.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, además, rechazó los planteos de la defensa de Gustavo Orlando Lasi, quien sí había sido condenado en el juicio de 2014 en el que Vera fue originalmente absuelto.
Esa resolución del máximo tribunal no fue unánime: mientras que los jueces Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti consideraron que el recurso de queja intentado por el reo era inadmisible y debía ser desestimado sin más, el ministro Carlos Rosenkrantz votó en disidencia al considerar que debió haberse revisado a fondo el planteo de inconstitucionalidad de la prisión perpetua ensayado por la defensa bajo el argumento de que “violentaba la posibilidad de egreso y de reinserción social”. Rosenkrantz postuló, en este caso, que la Corte de Justicia de Salta debía pronunciarse con respecto a ese planteo ahora, y no dentro de 35 años, cuando la pena “fuera ejecutada”.
Pero en 2016, el Tribunal de Impugnación volvió a encarcelar a Vera y le dictó una sentencia a prisión perpetua, que cumple hasta el día de hoy. Esta resolución fue considerada errónea por muchas personas, incluido Bouvier, por considerar que el Código Procesal Penal de Salta establece que la Justicia debe presentar nuevas pruebas o rehacer el juicio para poder condenarlo. En cambio, el Tribunal de Impugnación, con las mismas pruebas con las que había sido considerado inocente en 2014, sentenció a Vera dos años después. La Corte de Justicia de Salta había defendido la posición condenatoria. El jueves, la Corte Suprema les dio la razón a los defensores de Vera y ordenó que la causa vuelva al Tribunal de Juicio para que reponga la sentencia absolutoria original.
Temas
Otras noticias de Salta
Más leídas de Seguridad
Misterio en Retiro. Quedó bajo sospecha una amiga de la modelo brasileña que murió al caer desde un sexto piso
Todos chilenos. Fueron expulsados cinco delincuentes que hacían entraderas en la Ciudad
Acusada de homicidio. Los días de “la Toretto” en el complejo carcelario donde están alojados los asesinos de Fernando Báez Sosa
"¡Te voy a arrancar la cabeza!". Una mujer agredió a un chofer de colectivo porque no encontraba su SUBE