Creen que los Monos participaron de una venganza en Córdoba
Tras el hallazgo del cuerpo de Hernán Sánchez en Carlos Paz, los investigadores trabajan sobre la hipótesis de que el grupo narco rosarino ejecutó al hombre en medio de un drama pasional
El enigma de la muerte del fotógrafo cordobés Hernán Sánchez suma puntos que oscurecen la trama y el desenlace. Aunque de arranque la fiscalía planteó el caso como un suicidio, ahora admite que los primeros informes periciales señalan la existencia de una herida de arma blanca en el abdomen. La familia siempre rechazó la posibilidad del suicidio y su abogada, Laura Orce, habló de "golpes" en "venganza".
El miedo ronda el entorno familiar luego de que empezó a tomar fuerza la hipótesis de que se trató de un crimen que tiene el sello mafioso, más allá del móvil del supuesto asesinato. La posible participación en la desaparición y muerte de Sánchez de la banda rosarina de los Monos enciende temores del desembarco de ese grupo narco en Córdoba.
A Hernán Sánchez, fotógrafo oriundo de Tanti, lo encontraron de casualidad el viernes 13 de este mes. Un grupo de rescatistas que buscaba a Andrea Castana -una vecina de 35 años desaparecida un día antes- se topó con el cadáver del joven en el cerro de la Cruz, un lugar de caminatas y procesiones de Carlos Paz. Su cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición, con sólo entre el 10 y el 15 por ciento de tejido blando. En un árbol apareció anudado un cordón de zapatillas. Unas horas antes, policías -dijo la abogada de la familia- pasaron por la zona y no hallaron nada.
Orce confirmó a LA NACION que los peritos de la querella detectaron durante la autopsia varios golpes, algunas fracturas y una "herida de arma blanca en el abdomen que le habría provocado la muerte".
Las primeras pruebas señalan la data de muerte hace unos meses, pero ahora se esperan los estudios de larvas para determinar cuánto tiempo podría haber estado el cuerpo a la intemperie.
El cuadro macabro del cerro encierra una historia que hace pensar en un crimen mafioso. En la trama aparecen indicios que acercan a la banda de los Monos y la conexión con Rosario, el hábitat natural de este grupo que dominó a sangre y fuego la venta de droga en la zona sur de esa ciudad durante 20 años.
La secuencia previa a la desaparición de Sánchez activa esa hipótesis. TP, una treintañera oriunda de Rosario, denunció a Sánchez por abuso sexual en la Fiscalía Regional de esa ciudad el 15 de diciembre, cuatro días antes de que se perdiera el rastro del fotógrafo. La fiscal Josefina Bertotto ordenó un peritaje que dio negativo. La joven no tenía rastros de abuso. Declaró en el Ministerio Público de la Acusación que luego de una fiesta había aparecido desnuda en una cama junto a Sánchez. Confesó que una amiga le recomendó hacer la denuncia. TP viajó hasta Rosario para culpar al fotógrafo. En la fiscalía rosarina sospecharon que se trataba de una versión bastante extraña y enviaron la denuncia a Córdoba.
TP declaró este viernes ante el fiscal. Fue acompañada de su novio (quien también prestó testimonio) y del abogado Milton José Parola. "Dijo lo que pasó el día que estuvo con Hernán -señaló el letrado a este diario-. Cuando ella terminó, pasó su novio, que no estaba citado pero que ella probablemente nombró."
Algo que suma intriga y aporta más sombras a la historia es por qué TP pasó con Sánchez el jueves 18 de diciembre; pasearon por la Costanera de Carlos Paz, tomaron algunas cervezas. Habían pasado sólo tres días de su denuncia en la justicia santafecina. Allegados al fotógrafo dicen que la muchacha le habría advertido que se fuese, porque había sido "obligada" a acusarlo. TP vivió un tiempo en Carlos Paz y, según confió la familia de Sánchez, era "amiga" de la víctima.
"Lo llamé a Hernán el jueves 18 a la tarde para juntarme con él. Me dijo que no podía porque estaba con una amiga que se iba esa tarde. Nunca apareció", contó a LA NACION Jesús Sánchez, padre del fotógrafo.
Un amigo de Hernán fue quien le relató que había estado con TP y le dio el contacto de la rosarina. La llamó. Ella lo despachó con un "estoy enojada, él se portó mal conmigo; debe estar escondido por ahí".
Enterado de la desaparición de Hernán, el lunes 22 un comerciante de Carlos Paz llamó a la familia y le contó que el jueves 18 habían estado el fotógrafo y TP tomando una cerveza. Este mismo relato lo hizo en la Fiscalía, a la que puso su móvil a disposición. Es que le había enviado un mensaje de texto a la chica, que le respondió que estaba "enferma, mal por todo lo que había pasado".
Consultado Parola, el abogado planteó que su representada tiene otra versión de los hechos. "Dice que estuvieron en la casa de Hernán, que ella después se fue a Rosario, con quien viajó, que llegó un sábado y lo denunció el lunes".
La hipótesis de que los Monos podrían estar detrás el crimen da vueltas tanto en la policía cordobesa como la santafecina. Nadie lo quiere admitir públicamente.
Las historias se cruzan con TP en el medio. Hay versiones de que ella tenía relación con un integrante de los Monos. No hay confirmación, pero los comentarios son crecientes.
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