Creen que Espiasse Pugh robaba en Chile y se refugiaba en la Argentina
Enterrados en un canil y custodiado por tres dogos, el prófugo tenía 38 kilos de gelignita, un poderoso explosivo, y más de diez armas; investigan si planeaba un asalto
A pesar de que lo buscaban las cuatro fuerzas federales de seguridad de la Argentina y que la policía de Mendoza, tenía información que indicaba que podía estar refugiado en esa provincia, Martín Alejandro Espiasse Pugh, usaba una identidad falsa para cruzar habitualmente la frontera rumbo a Chile. Fuentes oficiales sospechan que robaba allí para conseguir el dinero que le permitiera mantenerse en la clandestinidad. Luego de los asaltos, regresaba a nuestro país.
Esta presunción se fundó en algunos llamados telefónicos que vincularían a quien, hasta anteayer era uno de los diez prófugos más buscados del país, con uno de los integrantes de la banda que, en 2015, asaltó una camión de caudales en el aeropuerto de Santiago.
Otro de los elementos que avalarían la presunción de que Espiasse Pugh seguía cometiendo asaltos fue el arsenal que los efectivos de la Policía de Mendoza encontraron en los allanamientos realizados en las distintas propiedades de sus familiares.
Espiasse Pugh tenía un pedido de captura nacional e internacional dictado por la justicia federal de Lomas de Zamora que investiga la cinematográfica fuga del penal de máxima seguridad de Ezeiza, ocurrida en agosto de 2013, cuando huyó con otros 12 presos.
La ruta de los explosivos
En una de las viviendas, los policías hallaron 38 kilogramos de gelignita, un explosivo con valor fuerza del 60%, muy resistente al agua y utilizado en minería a cielo abierto por su estabilidad. Según fuentes policiales las 21 barras de este potente explosivo fueron encontradas enterradas en un canil, custodiadas por tres dogos.
A partir del hallazgo de este explosivo, la policía de Mendoza solicitó informes a la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) para tratar de establecer si alguna empresa minera había denunciado el robo de dicho explosivo. Además, los responsables del ministerio de Seguridad de Mendoza, comenzaron a investigar si Espiasse Pugh planeaba utilizar la gelignita para concretar un asalto en la Argentina o llegó a sus manos a través de los cómplices que tendría en Chile.
Además de los explosivos, en otro sector del canil, los policías hallaron un arsenal conformado por dos rifles con miras telescópicas, una ametralladora, cuatro armas cortas, calibres 11.25, 9 mm, 22 y 45; dos escopetas y, al menos, 400 cartuchos y proyectiles.
Una serie de elementos secuestrados en la vivienda situada en la localidad de Rodeo del Medio, en el departamento de Maipú, del Gran Mendoza, avalaron la presunción entre los investigadores de que Espiasse se había preparado para ocultarse en lugares donde no accedieran vehículos y donde la única forma de traslado era a pie.
Esta hipótesis se fundó en que el prófugo tenía un arco profesional de caza y flechas con punta de hierro. Además, los policías encontraron en su poder un cuchillo de cazador con brújula, equipos para usar en la montaña y lentes de visión nocturna, similares a los que utilizan los grupos especiales de las fuerzas de seguridad.
Espiasse Pugh había tenía una condena a prisión perpetua por asesinar a dos policías durante un asalto en Chubut, cometido en 2007.
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