Coronavirus: procesaron al joven que fue a una fiesta y contagió a 20 personas
Eric Torales, el joven de 24 años que, un día después de su regreso de los Estados Unidos, fue a la fiesta de 15 de su prima y contagió de Covid-19 a 20 personas, provocando la muerte de su abuelo, fue procesado por ser "responsable del delito de propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa culposa agravada por el resultado enfermedad y muerte", que tiene una pena prevista de hasta cinco años de cárcel.
Así lo resolvió hoy el juez federal de Morón Néstor Barral. En la resolución, el magistrado trabó un embargo sobre los bienes de Torales hasta cubrir la suma de 50.000.000 de pesos. También ordenó la libertad del imputado y le impuso la obligación de presentarse una vez por mes en el juzgado.
Torales logró que varias personas se vean afectadas por una enfermedad, que pudo seguir difundiéndose a otras
"La actitud adoptada por Torales al concurrir a la fiesta de cumpleaños de quince de su prima, a la que fueron más de cien personas, cuando existía una norma que lo obligaba a estar aislado y no tener contacto con otros individuos, no deja dudas de que propagó la enfermedad que posteriormente se le diagnosticó", sostuvo Barral en su fallo.
El caso
Torales llegó de los Estados Unidos el 13 de marzo pasado, cuando ya estaba vigente el aislamiento obligatorio para las personas que regresaban de viaje desde países considerados de riesgo de Covid-19. Un día después fue la fiesta, que se realizó en el salón Alma de Hornero, de Moreno. Cuarenta y ocho después fue internado en una clínica de Belgrano con síntomas de coronavirus. Finalmente el estudio dio positivo.
La causa comenzó después de una denuncia presentada ante la Justicia por la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, al tomar conocimiento que vecinos del distrito estaban internados por Covid-19 después de haber ido a una fiesta de 15. Uno de los enfermos era Luis Suárez, abuelo de Torales y de la joven que festejaba los 15. En el caso tomó intervención el fiscal de Morón Santiago Marquevich.
Concurrió a la fiesta de cumpleaños, creando un peligro con su comportamiento, que se simbolizó en la propagación y rápida circulación de contagio del virus
"En efecto, Torales logró que varias personas se vean afectadas por una enfermedad, que pudo seguir difundiéndose a otras", explicó Barral en su resolución.
"No existe objeción alguna para afirmar que el imputado violó de manera imprudente las disposiciones que se encontraban vigentes (el aislamiento obligatorio). Tuvo la posibilidad de evitar el riesgo de propagar una enfermedad sobre la cual se habían emitido decisiones para tratar que no ocurra una crisis sanitaria y social incontrolable, pero siguió adelante y concurrió a una reunión, representándose el resultado, pero confiando en que no iba a ocurrir", afirmó el juez al fundamentar el procesamiento de Torales.
Y agregó: "Concurrió a la fiesta de cumpleaños, creando un peligro con su comportamiento, que se simbolizó en la propagación y rápida circulación de contagio del virus".
Nunca, jamás, hubiese imaginado que podría resultar ser portador del virus, y menos podría decirse que tuve la menor intención de contagiar absolutamente a nadie
Indagatoria
Durante su indagatoria, Torales se negó a declarar y se remitió a un escrito presentado por su abogado, el exjuez Guillermo Tirscornia, donde explicó que había decidido ir a la fiesta porque tenía significado afectivo muy especial conforme las "costumbres argentinas" y porque constituía algo "único e irrepetible".
"Nunca, jamás, hubiese imaginado que podría resultar ser portador del virus, y menos podría decirse que tuve la menor intención de contagiar absolutamente a nadie y menos a personas que forman parte de mi entorno familiar", se afirmó en el escrito presentado por Tirscornia. Los síntomas de Covid-19 los empezó a tener 48 horas después de la fiesta.
Si bien contagió a varias y provocó la muerte de su abuelo, para Barral no hubo intención en el accionar de Torales y por eso calificó el hecho como culposo y no doloso.
"No hay dudas de que Torales se representó el resultado que finalmente ocurrió. Prueba de ello son las imágenes del imputado en el aeropuerto, el día que regresó del exterior, donde se lo observa con barbijo. Además, algunos de los testimonios recolectados en el expediente, explicaron que el día de la fiesta Torales los saludaba de lejos porque decía que había estado en el exterior. Dicha situación no alcanza para tener por probado el dolo, ya que éste está compuesto no solo por el elemento cognitivo (conocimiento de los elementos del tipo objetivo), sino también por la voluntad (querer realizar el delito)", explicó el juez en la resolución.
Tisconia, según pudo saber LA NACION, ya presentó la apelación a la resolución del juez Barral. "Está más que claro que mi defendido en modo alguno imaginó que podría ser portador del COVID 19 y menos aún podría siquiera conjeturarse que haya obrado, en esta emergencia, con la intención deliberada de propagar una pandemia", afirmó el abogado defensor en la presentación
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