Los sentimientos como la impotencia y el temor ante las excarcelaciones masivas por la pandemia de coronavirus se manifestaron en los rostros de familiares de víctimas de delitos violentos, que –aunque estaban preocupados y movilizados– conversaron con calma en una videoconferencia que se transmitió desde lanacion.com.ar y desde el canal oficial de YouTube de este diario. La crudeza de los casos y los rasgos de los victimarios que arruinaron las vidas de estas familias estuvieron presentes durante todo el diálogo, al igual que las críticas a los poderes Ejecutivo y Judicial.
Susana Ríos es la madre de Gonzalo Domínguez, un adolescente asesinado por la policía cuando estaba junto a tres de sus amigos en la localidad bonaerense de San Miguel del Monte. Se trató de un hecho que causó una enorme conmoción en esa ciudad. "Mi hijo fue asesinado con alevosía junto a sus amiguitos. Nunca imaginé estar en un lugar tan doloroso. Tengo que luchar con toda mi fortaleza, con mis compañeros, y afrontar todo esto que es muy duro", dijo.
Tal como informó LA NACIÓN el 30 de abril, un expolicía y también ex funcionario de San Miguel del Monte, llamado Claudio Martínez y procesado por la masacre de los chicos –que aconteció el 20 de mayo de 2019– recibió el beneficio de la prisión domiciliaria por estar en un grupo de riesgo de salud ante el Covid-19. Ríos dijo al respecto: "No estoy de acuerdo con las prisiones domiciliarias. Pero son las situaciones que nos tocan pasar. El resto de los detenidos en esta causa también presentaron sus pedidos de arresto domiciliario, pero fueron rechazados".
La familia de Alfredo Marcenac también participó del encuentro virtual; el joven fue asesinado a las 16.45 del 6 de julio de 2006, sobre Cabildo -entre La Pampa y José Hernández-, por Martín Ríos, un joven que ya había disparado y herido en la vía pública. Fue declarado inimputable, aunque la Justicia probó una serie de ataques planificados que ejecutó con frialdad antes de matar azarosamente a Marcenac, con tres municiones de una Bersa Thunder calibre 380.
Adrián, padre de Alfredo, aseguró: "Sentimos permanentemente el desamparo de la Justicia, en procesos interminables. Controlamos procesos que no terminan nunca. Se trata de una revictimización producida por el Estado a través de este sistema judicial. Eso exacerba nuestra fragilidad humana. Y no hablo de la falta de cuidado sólo de las víctimas, sino también de los victimarios. Una situación coyuntural como la pandemia puso en evidencia el problema estructural de hacinamiento; un problema específico".
El 19 de junio de 2005, Ríos manejaba una bicicleta amarilla; en Olazábal y Vidal pedaleó enérgicamente hasta que se detuvo frente a un colectivo de la línea 67. Sacó la pistola y disparó, solo por placer. El chofer del transporte recibió un tiro en el tobillo y un pasajero fue herido en la espalda.
Luego, el 2 de marzo de 2006, a las 17.10, encaramado en la misma bicicleta amarilla, "el tirador de Belgrano" frenó en Juramento y Crámer y abrió fuego hacia la confitería Balcarce, donde varias personas tomaban café. En esa ocasión, Ríos disparó -según los peritajes- 15 proyectiles. Una chica de 17 años que estaba con su novio recibió dos tiros en una pierna; una mujer que se agachó al oír las detonaciones sobrevivió por milagro.
El 16 de junio de 2006, a las 23.45, en Cramer y Elcano, Ríos, siempre montado en su bicicleta, disparó 16 tiros contra un tren de la línea Mitre que corría entre las estaciones Colegiales y Belgrano R; no hubo heridos de milagro. Tres semanas después fue su último acto; esta vez, fue letal. El padre de Alfredo Marcenac, dijo en la entrevista con LA NACIÓN: "Nosotros decimos que nos sentimos frágiles. No sólo como víctimas, sino que también sentimos la fragilidad de los que deben cumplir una pena, y están sufriendo un proceso más grave, porque donde están detenidos no tienen las condiciones adecuadas".
Sin embargo, destacó: "En un sistema que funciona mal, hay funcionarios que actúan con profesionalismo. Cuando la familia del asesino de Alfredo intentó sacarlo hacia un régimen semi-abierto, el sistema judicial nos consultó y pudimos emitir nuestra opinión. En este último tiempo tuvimos ese beneficio, que no lo tuvimos antes, en ocho años. No se toman decisiones consensuadas con las víctimas. Como ciudadanos podemos pedir que nos consulten".
Matías Bagnato tiene 42 años y esel único sobreviviente de una masacre brutal. El 17 de febrero de 1994, Fructuoso Álvarez González, incendió la casa de su familia y mató a José Bagnato, Alicia Noemí Plaza, dos hermanos llamados Fernando y Alejandro, y también a Nicolás, un amigo de los niños. Se trata de uno de los más fuertes impulsores de del Observatorio de Víctimas de Delitos y de la Ley de Víctimas 27.372. Durante la entrevista expresó: "Todos los familiares de víctimas sienten que los vuelven a matar con estas decisiones de la Justicia; otra vez ignoran a las víctimas. No tienen en cuenta que somos parte de un proceso penal y que no quisimos pasar por todo esto".
"Deberíamos ser los más respetados. Las penas de los que están detenidos son aquello que nosotros esperamos; las penas ayudan a poder seguir viviendo. Tenemos bronca, tristeza, desgano...tantas cosas. Me pregunto, ¿vale la pena seguir luchando, haciendo la tarea de funcionarios?, en vez de rehacer nuestra vida. De aprender a convivir con el dolor y la ausencia de nuestros seres queridos".
Por su parte, Viviam Perrone, fundadora de la asociación Madres del Dolor, e impulsora de proyectos de ley que buscan agravar las penas para conductores que asesinan ebrios o que huyen tras los siniestros viales, dijo a LA NACIÓN: "Un día como hoy, 1° de mayo, encontré a mi hijo agonizando sobre la avenida del Libertador. Y mientras mi hijo agonizaba, la persona que lo atropelló y lo abandonó, después se fue de vacaciones al exterior. Las víctimas siempre vamos mucho más atrás. Pidiendo igualdad de derechos. Nosotros nunca elegimos ser víctimas".
También participó del encuentro a través de la plataforma digital Zoom Oscar Castellucci, padre de Martín, un joven que en diciembre de 2006 murió tras ser golpeado por patovicas hace una semana en la puerta del boliche La Casona de Lanús. Castellucci dijo durante la entrevista: "No puede haber excarcelaciones de personas que hayan sido condenadas por atentar contra la vida o la integridad sexual. Esto tiene que ser un acuerdo".
"En el contexto de la pandemia, las excarcelaciones nos tienen que hacer ver qué sociedad estamos construyendo. Una cárcel es el reflejo de la sociedad en la que vivimos. Los delincuentes salen y cometen delitos peores. El Poder Judicial está atravesado por inequidades. Las víctimas vulnerables no tienen posibilidades de defenderse. El que no puede conseguir un buen abogado no tiene posibilidades de salir adelante. Hay jueces que me aterran cómo toman decisiones. Prefiero que nos escuchen", concluyó.
Guillermo Bargna, padre de la joven Soledad, asesinada en un departamento en el barrio porteño de Caballito durante mayo de 2009. El 5 de junio de ese año, tal como informó LA NACIÓN, El juez de instrucción porteño Alberto Baños procesó con prisión preventiva al único detenido por el crimen: Marcelo Díaz, un criminal que había sido beneficiado con salidas transitorias. Sobre las excarcelaciones, Guillermo dijo: "Estoy en desacuerdo. Creo que si queremos mejorar, también debemos mejorar los lugares de detención para que sean lugares donde se generen futuras inserciones laborales".
Y agregó: "Como método de control, las tobilleras no existen y la asistencia policial no existe, y el patronato de liberados no existe. No se está cumpliendo la Ley de víctimas por la que tanto fuimos a luchar con los diputados y los senadores. Y, sin embargo, no avisaron ni a una sola víctima que iban a realizar las excarcelaciones. En vez de ser una salida sanitaria, que podría haber sido pensada de otra forma, fue la salida más fácil".
- Producción visual: Jesica Rizzo, Andrea Platón y Fernando Gutiérrez
- Producción audiovisual: Santiago Nasra
Más notas de Coronavirus en la Argentina
Más leídas de Seguridad
Dramático operativo. Una mujer se tiró a nadar en el río Limay y tuvo que ser rescatada por los guardavidas
90 segundos de terror. Disfrazados de repartidores protagonizaron un violento robo a un local de videojuegos
Tragedia familiar. Un padre y su hija murieron tras caer a un arroyo en medio de una pelea
Drama en Mendoza. Murió un hombre que fue baleado por su madre anciana porque “no podía cuidarlo más”