Coronavirus. Cruzó el país de sur a norte con un camión de reparto y provocó al menos ocho contagios
SALTA. En San Ramón de la Nueva Orán, muy cerca de la frontera con Bolivia, el fiscal federal José Luis Bruno imputó por "propagación de una enfermedad contagiosa" a un joven camionero de 25 años. Ayer fue dado de alta luego de su hospitalización: tras haberse topado con el coronavirus entre mayo y junio, mientras trabajaba por distintos puntos del país realizando carga y descarga de alimentos, contagió el Covid-19 a ocho personas en esta provincia.
Según confirmó a LA NACION una fuente oficial, el imputado (Gorena, de apellido) había cruzado el país de sur a norte, luego de recorrer mercados abastecedores de Buenos Aires en un camión junto a su compañero, un conductor profesional de Jujuy –con residencia en la localidad de Fraile Pintado– que el 12 de este mes murió por causa del SARS-CoV2. La trágica historia que los une permite observar cómo se desarrollan en las provincias el Covid-19 y su silencioso proceso de contagio, y cómo eso obliga a desplegar la posterior trazabilidad epidemiológica.
En la frontera noroeste el nivel de alerta es máximo, además, por los datos confirmados que llegan desde distintas zonas al otro lado de la frontera. El Ministerio de Salud de Bolivia confirmó 614 nuevos casos de coronavirus el lunes; la estadística da cuenta de 19.073 casos positivos, 3430 pacientes recuperados y 632 decesos. En las últimas horas, la agencia de noticias Télam recopiló una serie de denuncias sobre la situación en ese país e informó de "la muerte por coronavirus de al menos seis personas por falta de atención en las calles, frente a los centros asistenciales o en sus casas, registradas en La Paz, Cochabamba y Beni".
En el departamento boliviano de Tarija –al otro lado de la frontera salteña–, el Servicio Departamental de Salud confirmó 38 casos activos de coronavirus, cuatro muertos y siete recuperados. En tanto, el Ministerio de Salud de Salta difundió ayer un informe en el que confirmó 20 casos de residentes contagiados, entre ellos, diez personas que ya se recuperaron. "Se activaron tres protocolos y permanecen tres muestras en estudio", dice el documento publicado este martes. Las autoridades locales siguen con preocupación el aumento de casos, luego de que en la provincia la cifra de contagios se mantuviera baja y prácticamente congelada durante las semanas posteriores al decreto del aislamiento social obligatorio y las sucesivas medidas de restricción de la circulación.
Por ejemplo, en la capital salteña dos ministerios mantienen desplegados, a pesar de la flexibilización de algunas medidas de circulación, "intensos controles" policiales y sanitarios en los locales comerciales que cuentan con autorización para funcionar, según se informó desde el gobierno provincial. Además, se activaron paralelamente líneas de respaldo económico para las pequeñas empresas.
Recientemente, el gerente general del hospital Arturo Oñativia, Marcelo Nallar, dijo a la prensa: "Las medidas que se han tomado –acertadas en un ciento por ciento, y los hechos así lo demuestran– nos permitieron atenuar la pandemia".
En las calles de la ciudad de Salta, donde efectivamente las medidas oficiales parecen haber funcionado hasta ahora para evitar un brote abrupto, el andar permanente de motos policiales durante las últimas horas parecía anunciar la posibilidad de un retorno a la cuarentena estricta. A su vez, vecinos salteños de las zonas de frontera consultados por LA NACION confirmaron que viven actualmente días de intensa incertidumbre y preocupación.
Según datos oficiales, una situación muy similar se percibe en la provincia de Jujuy, donde volvieron a endurecerse los controles policiales y las medidas restrictivas ante distintos casos de propagación del virus en ambos frentes de la frontera. En esta provincia, el gobierno ordenó a la población que retorne a la aplicación de medidas extremas (Fase 1) en al menos cinco ciudades: La Quiaca, San Salvador, Yala, Perico y Palpalá. En la misma línea, al otro lado de la frontera jujeña, en el departamento boliviano de Potosí, se confirmaron una muerte y 299 casos activos de Covid-19.
La situación allí, según explicaron desde el Poder Ejecutivo jujeño, es sumamente grave. "El virus llegó prácticamente a las puertas de los vecinos de La Quiaca", dijo el gobernador Gerardo Morales, al anunciar medidas restrictivas por la aparición de nuevos casos y por los informes oficiales que llegan desde Chile y Bolivia con noticias negativas.
Los camioneros y el rastreo epidemiológico
El viernes pasado, el Comité Operativo de Emergencia de Jujuy confirmó que un camionero había muerto en el Hospital San Roque, luego de haber pasado varios días internado. En un informe oficial, ayer el Ministerio Público Fiscal (MPF) de la Nación indicó que antes de morir ese chofer profesional fue entrevistado para reconstruir la red de posibles contagios. Así, resultó posible determinar que su compañero –el salteño de apellido Gorena– también llevaba el virus en su cuerpo.
Tanto el camionero muerto como Gorena habían violado el aislamiento social obligatorio. También omitieron mencionar información importante en distintos retenes que cruzaron en su travesía desde Buenos Aires hacia el norte. Por este motivo, el joven de 25 años que ayer dejó el hospital fue imputado bajo la acusación de propagar el virus y contagiar a ocho personas. Según la previsión del Código Penal, puede recibir una pena de hasta 15 años de prisión.
Al prestar declaración indagatoria, Gorena dijo que en la localidad jujeña de Pampa Blanca le habían hecho un testeo que dio resultado negativo, y consideró que estaba sano. Admitió, además, que si bien les había dicho a los policías que "venía de trabajar", no había dado referencias concretas sobre su lugar de procedencia.
Al respecto, el informe del MPF, dice: "El imputado fue contratado por una persona para realizar cargas y descargas de alimentos en varios puntos del país. Junto a su empleador, que posteriormente falleció a causa del coronavirus, realizaron viajes transportando alimentos a diversos puntos del país. Entre los lugares de destino estuvieron Liniers, Tres de Febrero y Quilmes, en la provincia de Buenos Aires, y distintas localidades de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos", donde repartieron verduras, pollos, galletitas y cubiertas, entre otros artículos.
El 23 de mayo dejaron el camión en Fraile Pintado, en el sudeste jujeño, y Gorena continuó su viaje de regreso en soledad; fue en camioneta hasta la localidad de Urundel y, de allí, hacia Colonia Santa Rosa, donde se encontró con su familia. Después, retornó a San Ramón de la Nueva Orán junto con su abuelo y un tío. Pero a su paso desencadenó internaciones y la activación de varios operativos de protocolo cuando, el 27 de mayo, el camionero que murió en Jujuy informó a las autoridades de su contacto estrecho con Gorena.
"La Unidad Fiscal afirmó que el imputado no había informado a la autoridad administrativa del Comité Operativo de Emergencia Salta que venía de una zona considerada ‘roja’ en materia de transmisión comunitaria del virus Covid-19. Con conocimiento de las medidas sanitarias vigentes, mantuvo una serie de reuniones con su familia y con diversos grupos de amigos", indicaron desde el MPF.
El informe agrega: "La fiscalía le imputó el delito de ‘propagación de una enfermedad contagiosa’, contemplado en el artículo 202 del Código Penal, el cual prevé una escala penal que llega a los 15 años de prisión. Asimismo, el fiscal requirió que se mantenga la prisión domiciliaria del acusado, como así también solicitó un plazo de investigación de treinta días".
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