Córdoba: sigue grave la "beba de la alcantarilla"
Sufre complicaciones renales; su madre, asesinada, fue inhumada ayer
CÓRDOBA.- "La nena estaba acostada sobre el pecho de la madre, como buscando calor. Cuando llegué, levantó la cabeza y me miró con ojos de terror. La toqué y comenzó a llorar. La levanté y se la alcancé al oficial, que la cubrió con su campera. Estaba toda mojada, llena de barro y con olor a podrido. En el lugar había basura, aguas servidas y hasta ratas", relató ayer Alejandro Taborda, de 54 años, el vendedor ambulante que, por su cuerpo delgado, pudo introducirse al desagüe pluvial y rescatar a Martina, que estuvo durante casi 80 horas junto al cadáver de su madre, Paola Acosta, dentro de una alcantarilla en el extremo oeste del barrio Alberdi.
Ayer, la víctima del crimen fue inhumada. Mientras tanto, la beba, de un año y nueve meses, permanecía internada en grave estado, con complicaciones renales y neurológicas. Martina está en la terapia intensiva del Hospital de Niños con un cuadro de hipotermia y deshidratación, además de cortes y politraumatismos, sobre todo en una pierna.
"No tiene una fractura de fémur, sino un síndrome de aplastamiento sobre el muslo, y eso provoca que se liberen sustancias que bloquean la función del riñón", explicó el director del hospital, Néstor Perotti.
Agregó: "Presenta heridas punzocortantes en la base del cuello, en el tórax y en el dorso que no están en buenas condiciones y las consideramos infectadas". Y explicó que existe el riesgo de que la pequeña haya ingerido agua contaminada, con el consiguiente peligro de infección intestinal. "Con una infección que pase a la sangre desde su piel o los intestinos por la ingesta de elementos contaminados puede ser letal. Estamos previniéndolo con los antibióticos y la estabilización del medio interno, que ha sido bastante complicada porque había estado sin comer y con el estrés se movilizan sustancias que son tóxicas", indicó.
Sobre la evolución de la paciente, dijo que prefería ser "muy cauto, porque la gravedad de esta niña está dada por la posibilidad futura de complicaciones tanto infecciosas como renales y neurológicas".
La investigación apunta, como único sospechoso, al ex novio de la mujer y padre de Martina, Gonzalo Lizarralde, de 33, quien está detenido, acusado de homicidio. Su abogado proclamó ayer su inocencia.
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