Córdoba. Detuvieron a un camionero por el transfemicidio de Sofía Bravo
El hombre fue apresado en Corrientes. La autopsia dejó dudas y hay en marcha nuevos estudios del cuerpo
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PARA LA NACIONGabriela Origlia
CÓRDOBA.- Un camionero fue detenido e imputado de homicidio calificado (femicidio) por el crimen de Sofía Agustina Bravo, la mujer trans de 26 años cuyo cadáver fue encontrado este fin de semana, en avanzado estado de descomposición, cerca del acceso a la ciudad de La Carlota, después de diez días de intensa búsqueda.
El hombre fue detenido en la localidad correntina de General Lavalle y será trasladado a La Carlota, según comunicó el Ministerio Público Fiscal. En tanto, los restos de la joven serán analizados en la morgue judicial de la ciudad de Córdoba, ya que el primer informe pericial, realizado en Río Cuarto, “no revela información útil a la causa, no en función de la hipótesis de homicidio”.
Del reporte deriva que el cadáver no presenta signos de violencia. Por eso se tomó la decisión de que los forenses hagan, en la capital provincial, peritajes más complejos, como ser análisis anatomopatológicos y de fragmentos óseos.
El cuerpo de Bravo fue hallado el sábado, cerca de la rotonda de la ruta 4, en el ingreso de la ciudad de La Carlota. La búsqueda había comenzado el 5 de enero, cuando salió hacia la casa de su madre en Marcos Juárez, pero nunca llegó a la suya. Su madre hizo la denuncia.
Horas antes de su desaparición, Sofía fue vista reunida con camioneros en el cruce de la ruta nacional 8 y la ruta provincial 4. Más tarde, subió a un camión en el que, presuntamente, habría intentado llegar a la casa de su mamá.
La joven era trabajadora sexual y militante en la organización Diversidad La Carlota, que viene pidiendo por la instrumentación efectiva del cupo laboral trans.
Otra imputación
La Justicia agravó el viernes la imputación contra Santiago Campos Matos, de 37 años, el hombre detenido por la desaparición de la docente Anahí Bulnes, y caratuló la causa como femicidio. La mujer era buscada desde el 5 de diciembre y por las cámaras de la calle se detectó que se encontró con Campos Mato e ingresó a su casa.
Veintidós días después, con las imágenes, fue allanada la casa del hombre en el centro cordobés, donde encontraron rastros de sangre y ropa femenina. Había libros sobre cómo diseccionar un cuerpo humano, sobre canibalismo y sobre rituales. En sus redes sociales –estuvo activo hasta 2014– abundaban las publicaciones sangrientas y de cadáveres.
Campos Matos se negó a declarar y pese a las búsquedas en ríos y predios de basura no se encuentra el cuerpo de la docente que, según reveló el análisis de su computadora, quien era trabajadora sexual. Su familia desconocía esa realidad.
La Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar) de Córdoba exige “justicia”. “Estamos ante un crimen de odio con características y alcances espantosos, que nos interpela sobre la sociedad que se está construyendo muy a pesar nuestro”, indican en un comunicado.
Por Gabriela Origlia
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