Córdoba: condenaron a ocho años de prisión a un docente universitario por extorsionar a sus alumnos para aprobarlos
Luis Olmedo, de 70 años, era investigado desde 2020 por la Justicia federal; exigía que sus alumnos de la Cátedra de Microbiología de la Facultad de Odontología fueran a una academia privada suya para recibir las respuestas correctas de los exámenes que tomaría
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PARA LA NACIONGabriela Origlia
CÓRDOBA.- La Justicia Federal de Córdoba condenó a ocho años de prisión a Luis Olmedo, exdocente de la cátedra de Microbiología de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba, al hallarlo culpable del delito de “extorsión continuada”. Se dio por probado que durante años les cobró a sus alumnos para aprobarlos o no reprobarlos sistemáticamente. Para eso les exigía que concurrieran a “prepararse” a una academia gerenciada por prestanombres, pero en la que él era quien estaba detrás.
El Tribunal Oral Federal N°1 de Córdoba –integrado por Carolina Prado, Jaime Díaz Gavier y Julián Falcucci– le impuso a Olmedo, además, la pena de inhabilitación especial de diez años por abuso en el ejercicio de su cargo público. El exprofesor había sido procesado con prisión preventiva hace dos años y medio; en abril de 2021 le otorgaron el arresto domiciliario y, un mes después, fue excarcelado tras el pago de una abultada fianza.
También fueron condenados sus colaboradores, Adrián Oscar Casalis y Augusto Massimino, considerados coautores penalmente responsables del delito de extorsión continuada. Casalis recibió cinco años y seis meses de prisión, mientras que Massimino fue condenado a cinco años de cárcel.
La exdecana de esa facultad, Mirta Spadiliero de Lutri, fue hallada autora penalmente responsable del delito de incumplimiento de los deberes de funcionaria pública y condenada a un año y 10 meses de prisión condicional e inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por el término de cuatro años.
Además, los jueces remitieron los antecedentes a la Fiscalía General para que investigue la comisión de presuntas conductas delictivas por parte de María del Carmen Visvisián y Guillermo de Leonardi durante sus gestiones en la facultad –ella, como decana, y él, como secretario académico– y de “la/s persona/s responsable/s por la posible comisión de delitos en materias de la carrera de Odontología vinculados a hechos de acoso y a la compra irregular de materiales e insumos”.
El fiscal federal Maximiliano Hairabedián había pedido en su alegato una condena de 8 años y 6 meses para Olmedo, 6 años para Casalis y 5 años y seis meses para Massimino. Para la exdecana reclamó la misma pena que, finalmente, le aplicó el tribunal.
La causa se inició por las denuncias de alumnos de Odontología que contaron que Olmedo les exigía un pago para aprobar los exámenes de la materia de Microbiología e Inmunología, que él dictaba; los pagos eran canalizados a través de una suerte de “apoyo” académico. Les cobraba alrededor de $30.000 para darles las preguntas que se harían en los exámenes y resaltarles las respuestas que debían dar.
Para eso debían recurrir a un instituto privado creado ad hoc. Incluso, creaba “trampas” para evitar que alumnos que no pagaran accedieran al beneficio por la generosidad de sus compañeros de estudio: desde respuestas incorrectas a preguntas incomprensibles. La sanción para los “generosos” era el aplazo a repetición.
Los estudiantes debían ir a la pseudo academia AOC (Apoyo Odontológico Córdoba), a cargo de Casalis, quien daba las clases (aunque no era odontólogo) y entregaba el material en hojas oscuras, para evitar que fuera fotocopiado, y estaba numerado, de forma de poder identificar fehacientemente quién lo recibía.
A partir de los testimonios de más de medio centenar de estudiantes, en el juicio se dio por probado que, para que aprobaran las materias que dictaba Olmedo, debían acreditar que habían concurrido a su academia privada para prepararse antes de rendir. Caso contrario, eran reprobados, según surge de la causa.
Algunos testigos declararon en el debate que, por haberse resistido a la maniobra de extorsión, habían tenido que rendir casi una decena de veces la materia para poder aprobar.
Según los testimonios de estudiantes y exestudiantes, quienes también aportaron documentación cuando hicieron la denuncia, la actividad espuria de Olmedo se habría extendido unos 20 años; también lo acusaron de que los sometía a malos tratos y de que abusaba de su autoridad como docente. Por eso el tribunal que lo condenó pidió investigar a otras autoridades de la facultad.
Por Gabriela Origlia
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