Córdoba: con 13 policías implicados, elevan a juicio la causa del asesinato de Blas Correas
El adolescente, de 17 años, fue baleado por uniformados el 6 de agosto de 2020; hay agentes acusados de “plantar” un arma para tratar de evadir su responsabilidad
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CORDOBA.- El 6 de agosto pasado se cumplió un año del asesinato del estudiante Blas Correas a manos de dos policías. El adolescente de 17 años viajaba en un auto con amigos después de haber ido a comer una pizza y desde un control, donde no frenaron, los balearon. Este miércoles el juez de Control, Carlos Lezcano, elevó a juicio la causa. Por el crimen y encubrimiento hay 13 policías imputados.
Correas murió tirado en una calle del barrio de Nueva Córdoba, después de que en una clínica no lo quisieron atender y los mandaron al Hospital de Urgencias; en el camino los detuvo la policía. Falleció a las 0.30. Minutos antes había recibido un tiro de un integrante de un grupo de policías que estaban en un control vehicular y que intentaron encubrir el asesinato “plantando” un arma para inculpar a las víctimas.
Lezcano no hizo lugar a las oposiciones interpuestas por los abogados defensores de los imputados, se y a lo largo de 300 páginas fundamentó porqué los policías Javier Catriel Alarcón y Lucas Damián Gómez deberán responder como coautores penalmente responsables de los delitos de homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de su función y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, todo en concurso ideal y concurso real. Del arma de Gómez salió el disparó que lo mató a Correas.
Por otra parte, Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga y Jorge Ariel Galleguillo, están acusador de ser autores del delito de encubrimiento por favorecimiento personal y real agravado por la calidad funcional y por la gravedad del hecho.
Fue Esquivel la que le relató al fiscal José Mana cómo se “plantó” el arma; afirmó que Alarcón sacó un arma de su chaleco y le pidió que la tirara por la ventanilla. Estaban en la zona donde los chicos habían pasado el control policial.
Los agentes declararon que desde otro auto los habían visto tirar el arma; nunca aparecieron esos testigos sencillamente porque no existían. Hasta que Esquivel se quebró, había funcionado el pacto de silencio entre los policías.
Además de la herida fatal que recibió Correas, su amigo Cristóbal también de 17 años, que estaba sentado a su lado, recibió un balazo que le atravesó la capucha del buzo que tenía.
“Cuando comienzan los disparos, los chicos tienden a agacharse y es allí, cuando Cristóbal siente el zumbido de la bala, que ingresa por la capucha del buzo, que la tenía colocada. O sea, la bala pasó a centímetros de su cabeza. Es un milagro que hoy pueda contar esta historia”, comentó el abogado de Cristóbal, Julio Herrera Martínez, a Cadena 3.
Sobre Leonardo Alejandro Martínez, Ezequiel Vélez, Leandro Alexis Quevedo, Juan Antonio Gatica y Rodrigo Emanuel Toloza pesan las acusaciones de falso testimonio y encubrimiento.
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