Conurbano, tierra de nadie. Se resistió a que le robaran el auto y lo mataron de un tiro delante de su novia
Dos asaltantes sorprendieron a la víctima cuando estacionaba el vehículo en Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora; después de dispararle en el pecho, los delincuentes se subieron al coche y huyeron
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Un joven de 27 años fue asesinado de un tiro en el pecho por delincuentes que le robaron su auto cuando llegaba a la casa de su novia, en la localidad de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora.
El sangriento episodio ocurrió minutos después de las 21 de este martes en la esquina de Pasaje Escobar y Cosquín, del barrio Campo Tongui, en el sur del conurbano. En menos de veinte segundos, dos asaltantes que iban a pie sorprendieron a la víctima, identificada por fuentes policiales como Alberto Quiroz Ayala, y a su pareja, le dispararon y se llevaron el Fiat Siena.
Según quedó registrado en la cámara de seguridad de un vecino de la cuadra, cinco segundos antes del ataque pasó por el mismo lugar una mujer con sus tres hijas, que se salvaron del asalto. Aparentemente los ladrones advirtieron que el dueño de auto se disponía a descargar mercaderías que había comprado en un comercio de la zona y decidieron aprovechar el momento en el que estaba vulnerable.
Los asaltantes hicieron un movimiento de tijera y apuntaron al conductor del vehículo y a su pareja. Al mismo tiempo abrieron las puertas del rodado y los obligaron a bajar del Fiat Siena. Mientras la mujer corría para alejarse del coche, uno de los delincuentes forcejeó con el propietario del vehículo.
La lucha entre el ladrón y el joven terminó cuando el asaltante le disparó al pecho. La víctima cayó y se golpeó contra un poste de alumbrado público; quedó tendida entre la vereda y el cordón, al tiempo que se retorcía de dolor.
Desesperada, la pareja del muchacho herido pidió ayuda y los vecinos trasladaron a la víctima a la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Villa Fiorito. Ante la gravedad de la herida recibida, los médicos decidieron llevar a Quiroz Ayala al hospital Gandulfo, de Lomas de Zamora, pero falleció en shockroom del centro de atención primaria.
Según fuentes policiales, los asaltantes abandonaron el Fiat Siena en la esquina de Reaño y Campoamor, a metros del Puente La Noria. Allí el vehículo fue revisado por peritos de la División Policía Científica que hallaron varias huellas digitales. Hasta el momento, no había ningún sospechoso identificado.
El homicidio de Quiroz Ayala no se trató de un hecho aislado. En los primeros seis meses de este año hubo más de 125 asesinatos en la jurisdicción comprendida por los partidos de Ezeiza, Almirante Brown, Esteban Echeverría y Lomas de Zamora.
Además, creció casi 6% la cantidad de delitos denunciados con respecto al año pasado. Por ejemplo, durante la primera mitad de 2023, se iniciaron casi 10.000 causas penales por robos, mientras que en el mismo período de este año hubo 12.000 robos denunciados.
Según cifras oficiales también creció la cantidad de robos de vehículos a mano armada, una modalidad delictiva a la que se dedicaban los delincuentes que atacaron a Quiroz Ayala y a su pareja. En el primer semestre del año pasado se registraron 1700 robos de automóviles a mano armada, mientras en los primeros seis meses de este año hubo 300 hechos más.
Disparos y paro en la zona sur
Otra zona del sur del Gran Buenos Aires fue escenario de otro hecho de inseguridad que incluyó disparos y que tuvo como consecuencia un paro de transporte que afectó a miles de pasajeros.
Durante la madrugada, un chofer de la línea 501, que recorre el partido de Esteban Echeverría, fue baleado durante un asalto cuando llegaba a la cabecera situada en el denominado Cruce de Lomas, en la zona sur del Gran Buenos Aires.
A raíz de la agresión, los choferes de las líneas 501, 394 y 245 realizan un cese de actividades de 24 horas en reclamo de medidas de seguridad. Debido al cese de actividades, los pasajeros que viven en distintos barrios de Monte Grande, Luis Guillón, El Jagüel y Ezeiza se quedaron sin servicio para llegar a las estaciones de trenes o movilizarse por los partidos de Esteban Echeverría y Ezeiza.
El ataque ocurrió hoy a la madrugada, cuando el chofer de la línea 501 llegaba a la terminal situada en Maxer y Juan Tweedie, en Luis Guillón, cerca del denominado Cruce de Lomas. En ese momento, el último pasajero que quedaba en el colectivo se levantó de su asiento y amenazó con un arma al colectivero.
A punta de pistola, el ladrón le exigió que entregara el celular y las zapatillas. Antes de descender del colectivo, el asaltante disparó un balazo. El proyectil hirió al chofer en una mano. Mientras el delincuente huía, el colectivero logró pedir auxilio y fue llevado a una clínica privada de Monte Grande, donde quedó internado, fuera de peligro.
Hasta el momento la policía no logró apresar al agresor, al mismo tiempo que los compañeros del colectivero baleado decidieron realizar una medida de fuerza para protestar por la inseguridad que les impide trabajar con normalidad.
En zona oeste
Nada ni nadie logra frenar la sucesión de episodios de inseguridad en el conurbano. A plena luz del día, un grupo de cuatro delincuentes en dos motos sorprendieron a vecinos que esperaban a que los atendieran en un kiosco de Merlo; a mano armada, robaron un vehículo y tres celulares.
Este hecho es un eslabón más en una larga sucesión de episodios delictivos concretados por la misma banda de malvivientes en la misma zona, según confiaron a LA NACION vecinos de la zona. Hasta el momento, la policía no logró apresar a ninguno de los responsables del robo.
El violento hecho, que quedó grabado por la cámara de seguridad que instaló el dueño del comercio, ocurrió a las 13.15 del lunes en Tierra del Fuego, entre Jufré y Epecuén, de la localidad de Libertad, en el partido del oeste del conurbano.
En las imágenes registradas por el dispositivo se advierte que los asaltantes llegaron al lugar en dos motos. Dos de los delincuentes descendieron y se dirigieron hacia la vereda, en la que un grupo de vecinos esperaban a que les entregaran las mercaderías que habían comprado.
Los asaltantes hicieron una suerte de movimiento de pinzas. Mientras que uno apareció con una mano dentro del bolsillo, como si allí guardara un arma, y amenazó a viva voz a las personas que esperaban frente al kiosco, otro hizo un rodeo y llegó con una pistola a la vista. Con ella le apuntó en la cabeza a un hombre que, ante el tenor de la intimidación armada, no opuso resistencia a que le arrebataran una riñonera. Al resto los obligaron a entregar sus celulares y otros objetos de valor.
A la hora es escapar, uno de los ladrones montó una moto de uno de los clientes, que estaba estacionada a pocos metros del kiosco, y se la llevó.
Los malvivientes huyeron, entonces, en tres motos: las dos en las cuales habían llevado y la que le robaron al cliente que la había dejado estacionada mientras hacía sus compras.
El episodio dejó al descubierto una situación expuesta por las cifras oficiales que indicaron que en el último año relevado hubo 42.333 robos de motos en la Argentina. Al menos 25.760 hechos ocurrieron en la provincia de Buenos Aires.
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