Quisieron robarle la camioneta, baleó a uno de los delincuentes y los otros se escaparon

Un hombre de 64 años se resistió al robo de su vehículo en la localidad de Llavallol y mantuvo un enfrentamiento armado con cuatro asaltantes: hirió a uno de los delincuentes y puso en fuga a los otros tres. Él salió ileso.

El hecho ocurrió este sábado al mediodía cuando la víctima estaba a bordo de su camioneta Volkswagen Amarok gris en la puerta de un supermercado chino sobre la calle José Hernández, cerca del cruce con Germán Kurth, en el partido de Lomas de Zamora.

En ese momento, cuatro delincuentes a bordo de un Suzuki Fun gris claro y con vidrios polarizados le cruzaron el vehículo para impedir cualquier movimiento de la camioneta. Del auto se bajó un ladrón de 18 años, que le apuntó a la víctima con claras intenciones de robo. Si embargo, el conductor de la camioneta tenía un arma y se defendió.

El hombre efectuó dos disparos, uno de los cuales impactó en el hombro del delincuente, que –se supo después– empuñaba una réplica de un arma de fuego. Tras recibir el disparo, el joven quedó tendido en el asfalto mojado por la copiosa lluvia que no cesaba desde el viernes, mientras que sus cómplices, ante la resistencia de la víctima, escaparon rápidamente. En ese contexto, el joven delincuente herido arrojó el arma de utilería con la que había pretendido concretar el asalto y desde el suelo levantó ambos brazos en señal de rendición.

Alertados por un llamado al 911, efectivos de la policía bonaerense llegaron a la escena del hecho, donde la víctima del robo les explicó lo que había ocurrido. El delincuente, identificado como Kevin Sebastián Meza, fue trasladado al hospital Luisa C. de Gandulfo, de Lomas de Zamora, donde fue asistido por la herida de bala en el hombro derecho. Según se informó, se encuentra fuera de peligro y con consigna policial, en calidad de detenido.

Según el parte oficial, la víctima explicó que al ver a los delincuentes descender del Suzuki Fun, y dado que uno de ellos le había apuntado, decidió tomar el arma de fuego de su hermano y efectuar dos disparos.

A la víctima del asalto se le secuestró una pistola Bersa calibre 9 mm, propiedad de su hermano, que estaba de vacaciones y, por ese motivo, el hombre de 64 años la tenía en su poder y dentro de la camioneta. Al joven delincuente se le incautó la réplica plástica de arma de fuego que utilizó en el intento de robo.

En la causa interviene la Unidad Funcional de Instrucciones (UFI) N°11 de Lomas de Zamora, que dispuso la detención de Meza por tentativa de robo. En tanto, sobre la víctima se ordenó la notificación de la formación de una causa por el delito de portación ilegal de arma de uso civil, aunque no quedó detenido.

Conurbano salvaje

En diversos sectores del conurbano la inseguridad no conoce de horarios. El temor se instaló en los hogares que ven ataques, incluso, a pleno mediodía, como el que ocurrió este domingo, minutos antes de las 14, cuando dos delincuentes golpearon salvajemente a un vecino que se resistió al robo de su mochila.

La secuencia, que duró un minuto, fue registrada por dos cámaras de seguridad privadas instaladas sobre la calle San Lorenzo, entre Cosquín y Cangallo, en la localidad de Villa Domínico, partido de Avellaneda.

Lo primero que se observa en las imágenes grabadas es a dos mujeres que caminaban por la calle junto a una niña en sentido contrario a la circulación vehicular y el paso de un Toyota Corolla blanco con vidrios polarizados.

A unos 50 metros de las tres mujeres, el vehículo frenó bruscamente y se bajaron dos jóvenes que se abalanzaron sobre un vecino que estaba junto a una moto y llevaba una mochila. Instintivamente, el hombre salió corriendo y gritando, mientras era perseguido por los dos ladrones. Las mujeres, al advertir la situación que ocurría a sus espaldas, se subieron a la vereda y se quedaron inmóviles, apoyadas contra una pared.

En tanto, en la vereda de enfrente, el vecino asaltado sufrió una brutal agresión. El hombre había logrado correr unos 50 metros con el casco de la moto colocado cuando uno de los dos delincuentes lo alcanzó y le agarró la mochila. En ese momento comenzó un forcejeo en el que a la víctima se le cayó el casco; en el tironeo, el delincuente logró arrebatarle la mochila.

La víctima no se rindió: volvió sobre los delincuentes e intentó recuperar su mochila. Por otra parte, el auto en el que se movilizaban los asaltantes regresó marcha atrás hasta quedar justo al lado de donde los dos ladrones comenzaron a atacar al hombre cuando cayó al piso.

“¡No puedo, no puedo, no puedo!”, dijo desesperado el hombre; cuando logró tomar de nuevo su mochila exclamó “¡No, por favor! ¡Por favor, por favor, por favor!”.

Ya reducido en el piso, los dos delincuentes comenzaron a darle trompadas y patadas para que soltara la mochila. En ese instante de la secuencia, los gritos de la víctima eran desgarradores y retumbaban en la tranquila y residencial calle.

“¡Auxilio! ¡Auxilio!”, exclamó, ante de comenzar a llorar y volver a pedir que alguien lo ayudara. Allí, los vecinos que estaban dentro de sus casas comenzaron a gritar para tratar de ahuyentar a los ladrones. “¡Hijo de puta, hijo de puta, salí!”, se escuchó gritar a una mujer.

“¡Llamá a la policía!”, se escuchó decir a otra persona, mientras que el auto que esperaba a los delincuentes comenzó a tocar bocina, como señal de que abortaran el robo. Uno de los delincuentes pareció hacer caso a la alerta, mientras que el otro continuó la lucha con el vecino, que no se resignaba a soltar su mochila, mientras seguía pidiendo ayuda.

La secuencia terminó cuando los dos delincuentes lograron, finalmente, arrebatarle la mochila, subieron al auto que los esperaba y salieron a gran velocidad. En tanto, los vecinos que gritaban y llamaban al 911 salieron de sus hogares y se acercaron a socorrer a la víctima, que había quedado tendida en el suelo.

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