Controvertida decisión. Bajaron la condena al femicida que mató a Chiara Páez, crimen que originó el movimiento “ni una menos”
La Corte de Santa Fe había exigido que el asesino recibiese una pena que tomase en cuenta su condición de menor al cometer el homicidio
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SANTA FE.- El femicidio de Chiara Páez, la adolescente de 14 años brutalmente asesinada el 9 de mayo de 2015 en Rufino, en el extremo sur de esta provincia, en un crimen que dio lugar en todo el país a marchas con la consigna “ni una menos”, tuvo otro capítulo polémico: la Justicia redujo de 21 a 15 años de prisión la pena para Manuel Mansilla, por entonces novio de la menor y padre del bebé que esperaba dar a luz la víctima.
El femicida se vio beneficiado luego de que el año pasado la Corte Suprema de Santa Fe considerara que al haber cometido el crimen siendo menor de edad, le correspondía una condena más baja a la recibida en 2017, cuando le dieron 21 años de cárcel. La nueva condena se encuentra dentro de la escala que estipula la tentativa de femicidio, figura que le correspondería al haber concretado el hecho en su minoría de edad.
La noticia se conoció por una publicación en Twitter de Verónica Camargo, la madre de la menor asesinada: “Para el sistema judicial, la vida de Chiara y su bebé, solo valen 15 años de prisión para Manuel Mansilla, quién los asesinó brutalmente. Recibir este fallo hoy …me provoca mucha angustia, desilusión, ya que no tienen en cuenta para nada…los derechos de Chiara”.
Páez cursaba un embarazo de 8 semanas cuando su novio la asesinó y la enterró en el patio de su casa.
Las especulaciones sobre una eventual reducción de la pena al femicida surgieron cuando hace pocas semanas, la Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Rosario, integrada por Guillermo Llaudet, Georgina Depetris y Javier Beltramone, volvió a considerar el caso de 2017, por el cual el femicida había sido condenado a 21 años y medio, fallo que en 2018 confirmó la Cámara Penal. Pero ahora hubo un planteo para que un nuevo tribunal se expida “de acuerdo al derecho penal juvenil”, dado que al momento del hecho el asesino era menor de edad.
En consecuencia, dicho fallo fue revisado y Mansilla deberá cumplir ahora 15 años de cárcel, es decir, 6 años menos de lo que se estableció en el juicio oral.
La reacción de la madre de Chiara fue categórica: “No hablamos de ninguna tentativa porque él mató a mi hija. Todo el tiempo tenemos que estar luchando, y en realidad, él nunca mostró arrepentimiento de lo que hizo”.
“Hablan de sus derechos (en relación a la defensa de Mansilla), pero nadie habla del derecho que Chiara tenía de vivir. Pobre yo que no vi crecer a mi hija ni a su bebé y pobre ella que no pudo continuar con todos sus proyectos”, sentenció angustiada.
En ese marco, Camargo detalló que cuando dictaron la sentencia, Mansilla, tenía 17 años, por lo que “no podía ser condenado a 35 años de cárcel, pero como había precedentes los jueces se basaron en eso y le dieron 21 años de prisión”.
El 1° del actual se realizó una audiencia en la Cámara de Apelaciones de Rosario, en la que ambas partes, defensa y fiscalía, hicieron sus respectivas presentaciones, la primera para reducir la condena, y la segunda, para rechazar la apelación. Tras conocerse este fallo, la familia de la víctima anticipó su decisión de recurrir a la Corte Suprema de Justicia.
EL CASO
En mayo de 2015, Chiara Páez tenía 14 años y Manuel Mansilla, 16. Ella estaba embarazada de tres meses y él confesó que la mató a golpes en la madrugada del domingo 9, en Rufino. El joven no solo asesinó a su novia, sino que además la enterró en el patio de su casa, donde vivía con sus abuelos, su madre y su pareja. Todos quedaron detenidos.
El crimen conmocionó a esa ciudad de 20 mil habitantes.
El relato de la familia indicó que la adolescente salió el sábado a la noche con sus amigas, la mayoría jugadores de hockey del club Los Pampas. Según la investigación, con sus compañeras estuvo hasta las 23 y después se encontró con su novio, Manuel. La última pista de Chiara con vida fue un mensaje de WhatsApp que le envió a una amiga a la 1.20 del domingo. Después no se supo nada más de ella hasta que fue encontrada muerta en un pozo en el patio de la casa de su novio.
Los padres de Chiara denunciaron su desaparición pasadas las 5. Ante la ausencia de la chica, la policía comenzó a buscarla no sólo en Rufino, sino también en la provincia de Buenos Aires y en Córdoba. Un grupo de 300 rescatistas y vecinos rastrillaron esa localidad y también en las afueras. Como ocurre muchas veces, de esos operativos participó el propio asesino.
Pero el domingo, cuando ya caía el sol, el padre de Manuel, sargento de la comisaría de Rufino, que no convivía con el menor, convenció a su hijo y lo llevó al Centro Penal de Justicia, donde el joven declaró que había asesinado a Chiara.
La autopsia determinó que la joven de 14 años murió por fuertes golpes y tenía un corte en el cuello. Y confirmó que Chiara estaba embarazada, con una gestación estimada de entre tres y cuatro meses.
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