Conmoción en Córdoba. Asesinaron a un adolescente que estaba secuestrado y quedó detenido un empleado del padre del chico
Santiago Aguilera, de 18 años, desapareció el martes pasado, cuando dijo que iría a la casa de un amigo en la localidad de Las Tapas, en el valle de Traslasierra; por él pidieron un rescate de 7 millones de pesos, pero no hubo ninguna negociación; su cuerpo fue encontrado por un baqueano en una laguna vacía
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Se confirmó lo peor: el cuerpo encontrado a la vera de un río en el valle de Traslasierra, de Córdoba, era el de Santiago Aguilera Allende, el joven de 18 años que desapareció el martes pasado, cuando salió de su casa en el paraje Chuchiras, y por quien su familia recibió, al día siguiente, un pedido de rescate de 7 millones de pesos. Todavía no concluyó la autopsia, pero la primera inspección forense verificó la existencia de una importante herida en la cabeza, con profusa emanación de sangre, de lo que se deduce, provisionalmente, que se está frente a un secuestro extorsivo seguido de homicidio.
Por el caso, en el transcurso de la semana fue detenido un empleado del corralón de materiales y enseres de campo propiedad de Carlos Aguilera, padre de Santiago. El aprehendido fue identificado como Walter Gil, de 23 años. Indicios y pruebas lo habían puesto en un lugar de sospecha vehemente, y su declaración, lejos de aclarar dudas, las profundizó; sus contradicciones motivaron el arresto. Fue trasladado al penal de Bouwer y será indagado este lunes.
Según informaron fuentes policiales, el cadáver fue hallado en la zona de Boca del Río, en las afueras de la localidad de Las Tapias y a poco más de 6 kilómetros de Villa Dolores. Lo vio un baqueano que arriaba ganado en la zona, según se informó. El cuerpo estaba en una laguna vacía, en una zona de difícil acceso, agregaron las fuentes.
La situación fue, desde un principio, desesperante para los Aguilera Allende: Santiago creció con problemas renales que llevaron a que necesitara un trasplante; su madre, Mónica Lucía Allende, le donara uno de sus riñones. Estaba, por eso, medicado de por vida.
Sus padres afirman que debía tomar remedios a diario, que el chico era muy responsable al respecto, que se cuidaba cada vez que salía o viajaba a ver a algún amigo a Villa Dolores –donde cursaba el último año del secundario y realizaba la mayoría de sus actividades– y que “jamás” se hubiera ido sin su medicación, que quedó en su casa cuando, el 16 de agosto a las 23, dijo que iría hasta la casa de un amigo a solo 400 metros de su vivienda, en el departamento San Javier, del oeste cordobés.
El martes había sido un día como tantos otros para Santiago: por la mañana fue a la escuela en Villa Dolores y por la tarde estuvo en el corralón de materiales de su padre.
“Santiago es una persona que con su salud sufrió muchísimo, tuvo un largo tiempo de intervenciones quirúrgicas. Por eso, él le tomó mucho valor a la vida”, dijo Carlos Aguilera a Noticiero Doce, desde el centro de operaciones instalado en un paraje próximo a Las Tapias, cerca de Chuchiras.
El contacto extorsivo se produjo a las 6.49 del miércoles 17. Primero con un SMS y luego con un mensaje de WhatsApp al celular de Mónica Allende, alguien expuso la exigencia para liberar a Santiago: 7 millones de pesos. El extorsionador –que utilizó el teléfono de Santiago para enviar aquellos mensajes– avisó que se contactaría nuevamente a las 9 del mismo día. No hubo más mensajes. Ninguna negociación.
Al tercer día sin novedades, el viernes, y con el caso caratulado como “Sumario por secuestro extorsivo”, a cargo del fiscal federal Enrique Senestrari, el Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa de 3 millones de pesos para quien pudiera aportar datos sobre el paradero de Santiago. Se informaba que el chico había salido de su casa con una campera negra con capucha, jeans negros y zapatillas blancas.
Desde el primer momento hubo permanentes rastrillajes en esa zona de Traslasierra. Esta mañana, el cuerpo de un adolescente con las características del chico buscado apareció en un río cercano a Las Tapias, en una zona que ya había sido “peinada” por las brigadas en días anteriores. La policía llevó a los padres de Santiago al lugar del hallazgo. Ellos reconocieron a su hijo por las ropas y por la cicatriz de su trasplante renal.
Walter Gil es, por ahora, el único sospechoso del caso. Será indagado este lunes por la Justicia Federal. El viernes pasado, cuando se supo de su detención, Carlos Aguilera dijo a distintos medios que su hijo no tenía contacto directo con el empleado, y que él mismo, si bien lo conocía, apenas interactuaba con él porque las instrucciones se las daba un encargado.
La muerte de Santiago causó un hondo pesar en Las Tapias. Se suspendieron varias actividades organizadas para hoy, previstas para el festejo del Día de las Niñeces. La intendenta Lucy Díaz manifestó su “absoluta solidaridad” con la familia Aguilera Allende.
Angie Cargnelutti, prima del joven, afirmó: “Todavía no podemos creerlo... yo todavía no caigo [...] hace poco habíamos quedado en juntarnos y a los dos días desapareciste. No encontrábamos respuestas, no entendíamos como te había pasado esto a vos hasta que nos llegó la más triste noticia y nos deja con un dolor tan grande, primo... Fuiste siempre un luchador, ganaste todas las batallas. Hoy solo deseo que descanses en paz, mi querido primo”.
El Instituto Privado Villa de las Rosas, al que asistía el joven, publicó un mensaje en Facebook en el que señaló: “Hoy es un día tremendamente triste. Lamentamos que Santiago haya dejado de estar con nosotros. Extrañaremos su risa, sus bailas y su carisma. Honraremos su recuerdo cada día, viviendo intensamente”.
Antecedentes y estadísticas
El de Santiago Aguilera Allende es el segundo secuestro extorsivo seguido de muerte en lo que va del año. El 13 de abril pasado, el colombiano Giovanni León Herrera apareció calcinado en un camino rural que une Venado Tuerto con San Eduardo, en el sur de Santa Fe. Había sido secuestrado dos días antes. A la hermana de la víctima, que supuestamente se dedicaba al sistema de usura con los llamados microcréditos “gota a gota”, le habían exigido un millón de pesos de rescate. Por ese caso hay tres detenidos.
El año pasado se registraron 29 secuestros extorsivos en todo el país, según datos recopilados por la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), a cargo del fiscal federal Santiago Marquevich. Suman 938 desde el 1° de enero de 2015, aunque la cifra se redujo notoriamente desde 2019 y, especialmente, desde 2020, con la irrupción de la pandemia por el coronavirus.
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