Besos en la cárcel: “deslucida, desajustada y reñida a la ética”, así fue la visita de una jueza a un preso, según el sumario

Mariel Suárez, la jueza de Comodoro Rivadavia que fue grabada en una situación de intimidad con un preso condenado a prisión perpetua durante una visita a una cárcel Trelew, en Chubut, tuvo una “conducta indecorosa” e “inapropiada”.

Así surge de las conclusiones del sumario interno iniciado por el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Chubut, que ya fue remitido al Consejo de la Magistratura provincial para que evalúe los pasos a seguir respecto de la magistrada.

“En determinadas circunstancias, a los jueces se nos exige un plus en nuestra conducta”, sostuvo en las conclusiones la instructora del sumario, Flavia Trincheri, magistrada de la Cámara Penal de Puerto Madryn, según pudo reconstruir LA NACION de fuentes al tanto del proceso.

Los hechos sucedieron el 29 de diciembre pasado en el Instituto Penitenciario Provincial (IPP) de Trelew, en Chubut, donde está detenido Cristian Bustos, apodado Mai. Un día antes, el tribunal que integra Suárez, con los votos de las juezas María Laura Martini y María Ximena Miranda Nastovitch, lo había condenado a la pena de prisión perpetua por el homicidio del policía Leandro Roberts, crimen ocurrido el 8 de marzo de 2009. Ella votó en disidencia y se opuso a la aplicación de la pena máxima.

Un día después de la sentencia dictada por el tribunal que ella presidida, y fuera del horario de visitas, Suárez se hizo presente en el penal para visitar a Bustos. La excusa del encuentro fue una cuestión “literaria”. La magistrada explicó que escribía un libro y necesitaba una entrevista con el homicida.

“Una vez concertado el encuentro, el mismo se desarrolló de una manera deslucida y desajustada al cargo de juez que detenta la letrada, en razón de que durante el mismo -habiendo sillas y escritorio en el recinto- se ‘sentaron en el piso de manera contigua, con mucha proximidad entre ambos mientras conversaban, se besaban, él acarició su cabello y la doctora tomó fotografías del tipo selfie con un teléfono celular”, según la descripción del hecho en el sumario.

Al día siguiente, 30 de diciembre pasado, la jueza Suárez volvió a visitar a Bustos. Pero en esa oportunidad, ambos se sentaron en las sillas que había en la sala, aunque eligieron una ubicación donde no podían ser captados por la cámara de seguridad. Los guardiacárceles les tuvieron que advertir la situación y pedirles que se reubicaran.

“Así las cosas, y conforme las probanzas, me llevan a tener por acreditado que el accionar de la doctora Suárez al visitar al interno Bustos se encuentra reñido con la ética judicial que se exige a los jueces”, sostuvo Trincheri en las conclusiones del sumario.

La magistrada a cargo del sumario explicó que no cuestionó la “actividad narrativa” de su colega, ni que Bustos y su historia personal hayan sido “su fuente de inspiración”.

“Lo cierto es que, para concertar la entrevista con Bustos y establecer, así, el rapport [sic] que le permitiría cumplir con su finalidad de escritora, en ambas oportunidades se valió de su condición de magistrada para ingresar en el IPP y, particularmente, el día 29 de diciembre pasado, lo hizo fuera del horario de visita. Ese día, los testigos [tres guardiacárceles] la vieron junto a Bustos sentada en forma contigua y cercana, en piso del recinto asignado para la visita, lugar que contaba con sillas y un escritorio”, recordó Trincheri.

Uno de los testigos que declaró en la instrucción del sumario sostuvo que cuando se encontraron Suárez y Bustos “se saludaron con un beso y se tomaron con sus brazos por la cintura”. Otra testigo afirmó que vio a la jueza y al recluso besarse, y que Bustos acarició a la magistrada en su cabello.

“Sostengo que tal conducta a la vista de otros, en su carácter de magistrada que visita a un interno, fue deslucida y desajustada al cargo de jueza que detenta”, sostuvo la magistrada a cargo del sumario interno.

Trincheri le imputó a Suárez la infracción del artículo 10 inciso B del Reglamento Interno General (RIG) del Poder Judicial de Chubut, que hace referencia a “una conducta decorosa compatible con la dignidad de la función judicial”; la violación del artículo 13 de la ley de Ética de la Función Pública sobre el “el deber de conducirse apropiadamente en público” y el no cumplimiento del artículo 17 del Código Procesal Penal de Chubut donde se establecen las normas de “Igualdad entre las partes y la imparcialidad”.

Otras faltas

La instructora del sumario también advirtió que la jueza Suárez habría “desatendido la labor jurisdiccional propia de su lugar de trabajo, Comodoro Rivadavia, sin haber dado noticia para que otro magistrado la reemplazara o haber solicitado algún tipo de licencia y, además, al ser requerida para celebrar una audiencia con una persona privada de libertad se habría conducido de manera engañosa, toda vez que dijo estar enferma y en realidad, a las 8.24 del 30 de diciembre pasado se encontraba en la jurisdicción de Trelew para, momentos después, ingresar en el IPP, llevando adelante tareas académicas que no justificaban de manera alguna que se alejara, como lo hizo, de su propia función”.

Como se dijo, el resultado del sumario interno ya fue remitido por el TSJ de Chubut al Consejo de la Magistratura, donde Suárez ya tiene dos denuncias por los hechos ocurridos en la cárcel de Trelew. Una de las presentaciones fue hecha por el senador nacional Ignacio Torres (Juntos) y por la Municipalidad de Comodoro Rivadavia.

Ahora, el órgano encargado de controlar la conducta de los jueces debe definir si hay admisibilidad de las dos denuncias y le encargará a uno de los consejeros elaborar un sumario para decidir si se le abre un jury de enjuiciamiento o si se considera que lo que hizo fue una falta menor, para que el TSJ determine la sanción correspondiente.

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