Condenaron a prisión perpetua a tres de los acusados por el asesinato de Araceli Fulles
Carlos Casalz, Hugo Cabañas y Marcelo Escobedo recibieron la pena máxima por el femicidio registrado el 2 de abril de 2017
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El Tribunal Oral en lo Criminal 3 de San Martín condenó a prisión perpetua a Carlos Casalz, Hugo Cabañas y Marcelo Escobedo, los tres hombres que habían sido acusados por la fiscalía por el femicidio de Araceli Fulles, registrado el 2 de abril de 2017. La madre de la víctima, Mónica Ferreyra, se abrazó en la sala de audiencia con sus familiares al escuchar la sentencia. La pena máxima era lo que esperaba la mujer que llevó adelante una lucha judicial para conseguir estas condenas. Incluso uno de los culpables por el asesinato de su hija le había mandado videos con amenazas para que se retirase el impulso de la querella particular.
“Son unos cobardes que no quisieron dar la cara”, dijo la madre de Araceli al referirse a la actitud de los condenados, que decidieron no estar presentes en la sala donde se comunicó el fallo del tribunal.
Al salir del edificio de los tribunales de San Martín, la mujer agradeció a las personas que esperaron allí la sentencia, entre quienes estaban familiares de otras víctimas de violencia de género. ”Esto es para todas ustedes. En cada chica que vea en la calle voy a ver a mi hija. Gracias a todos”, dijo Mónica Ferreyra.
El sábado 1º de abril de 2017 Araceli fue invitada a un cumpleaños por Darío Badaracco, al que conocía de su barrio y con el que mantenía una relación. Varios asistentes a la fiesta aseguraron que se retiró alrededor de las dos del domingo. Sin embargo, su madre contó en agosto pasado a LA NACION que a las seis de ese día recibió en su teléfono un mensaje que decía: “Vieja, prepará unos mates que voy para casa”. Se suponía que quien lo escribió fue Araceli. Pero ella nunca regresó.
Esa misma mañana, Mónica comenzó una búsqueda desesperada. La pesquisa de inmediato apuntó a la persona que la había convocado a la fiesta y a la que se lo vinculaba sentimentalmente: Darío Badaracco.
Fue el único que estuvo preso por este caso. Estaba alojado en el penal de Sierra Chica, pero el 8 de abril de 2019 fue quemado con agua hirviendo por otros dos internos y murió seis días después en el hospital de Olavarría.
El cuerpo de Aracelli Fulles fue encontrado enterrado en la casa de Badaracco el 28 de abril de 2017. La autopsia reveló que la muerte se produjo como consecuencia de una “sofocación por lazo”. Las marcas que había en el cuello de Araceli fueron determinantes para demostrar que la habían asfixiado con un precinto plástico.
Ese sospechoso fue detenido el día del hallazgo del cadáver. Pero pronto los investigadores apuntaron a otros cómplices. El principal acusado no llegó al juicio, donde ocho hombres quedaron bajo la mirada del tribunal durante 12 audiencias en las que pasaron más de 300 testigos. La fiscalía desistió de la acusación a cinco de esos sospechosos. Esa decisión fue, finalmente, acompañada por la querella impulsada por la madre de Araceli.
No fueron acusados por falta de pruebas Hernán Rodrigo Badaracco -hermano del sospechoso asesinado en prisión-, Carlos Antonio Ibarra, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos, quienes resultaron absueltos.
“Desistimos de la acusación de estas cinco personas ya que no había elementos probatorios para considerar que se dirigieron hacia el corralón donde tuvo lugar el crimen”, indicó a Télam Szpigiel, abogado de la familia Fulles, quien en cambio remarcó que son “contundentes” las pruebas contra Casalz, Escobedo y Cabañas.
”Casalz era el dueño del corralón donde el perro marcó la presencia del cuerpo de Araceli y era la única persona que tenía la llave que permitía dar acceso al lugar. A Cabañas se lo ve a las 7 de la mañana dirigirse hacia el corralón mediante las filmaciones de cámaras de seguridad. Y, por último, se probó que Escobedo no estuvo en su casa y utilizó su coche para ocultar el cuerpo de Araceli”, detalló el abogado de la familia de la víctima.
Todos habían llegado en libertad al debate oral. Sin embargo, enseguida fue detenido uno de los acusados. Cabañas fue descubierto cuando intentaba ingresar en la sala de audiencias con un cuchillo. Y durante la votación en las últimas PASO fue capturado Casalz, tras descubrirse que era el autor de los mensajes con amenazas a la madre de Araceli.
En uno de esos videos recibidos por Mónica Ferreyra se observó a Casalz con una ametralladora. “Me mandaron este chat a las cuatro de la mañana, un video de este tipo caminando con una ametralladora. Pero no les tengo miedo. A mí ya me mataron”, había señalado la madre de Araceli al denunciar esa amenaza. No fue la única vez que el hombre ahora condenado como coautor del femicidio de su hija intentaba intimidar a protagonistas de esta causa. Cumplió dos años de pena por amenazar a un testigo. El tribunal decidió ayer que Casalz, Escobedo y Cabañas fuesen alojados en el sistema penitenciario.
“Fue una lucha muy dolorosa, porque te sacan la vida. Y tenés que sacar fuerzas de donde sea, para que ella pueda descansar en paz y no pase nunca más”, expresó Mónica Ferreyra, en la puerta de los tribunales de San Martín,
Por su parte, Ricardo Fulles, padre de Araceli, dijo a Télam que sentía “alegría” por haber logrado “parte de las verdades” y “empezar a creer en la Justicia”. Y señaló: “Me hubiera gustado verles las caras. Porque fueron tan hábiles para declarar, tan cínicos, tan mentirosos”,
Tras la sentencia, también se refirió al caso el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, quien era intendente de San Martín en el momento del femicidio de Araceli: “Durante todos estos años la familia no paró de luchar, exigiendo justicia por un hecho que causó un dolor tan grande”.
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