Condenan en Paraguay a dos traficantes de armas investigados en la Argentina
Acopiaban un poderoso arsenal, parte del cual dieron al PCC, de Brasil; están ligados a un contrabando de fusiles desde Miami hacia Buenos Aires
ROSARIO.- Dos paraguayos que compraron parte del arsenal de armas de guerra que salía desde Buenos Aires y Rosario hacia Asunción fueron condenados en Paraguay por tráfico ilegal de material bélico, en una trama en la que como destinataria final de los fusiles, pistolas y municiones aparece la organización criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC), que domina parte de ese país, con epicentro en Pedro Juan Caballero, enclave ligado al narcotráfico.
Los "empresarios" paraguayos Carlos León Ocampo y Eduardo Ramírez Cantero, alias Matungo, fueron detenidos en Asunción a fines de julio pasado por orden del juez en lo Penal Económico porteño Pablo Yadarola, que en la Argentina está al frente de una de las causas más grandes de los últimos tiempos sobre tráfico de armas, iniciada luego de que la agencia norteamericana Homeland Securitydetectara el envío desde el estado de Florida a Buenos Aires, y en encomiendas, de partes de los poderosos fusiles de asalto AR-15.
El juez detectó que los destinatarios del armamento que llegaba a la Argentina eran Ocampo y Ramírez Cantero, quienes, según se detectó en una causa anterior, eran los intermediarios del PCC.
Como reveló LA NACION el 10 de agosto pasado, los envíos de las armas que recibían León Ocampo y Ramírez Cantero en Paraguay se hacían desde Rosario, tras ser acopiadas en el departamento C de San Martín 2076, residencia de Luis Ragusa, hermano de Román, uno de los líderes de esta organización, actualmente detenido y procesado.
Armas y fusiles de todo tipo -entre los que había fusiles FAL- eran transportados en cajas, en colectivos de la empresa Nuestra Señora de Asunción.
La Justicia encontró otras formas alternativas que utilizaba la banda para enviar el armamento, como las encomiendas con fusiles FAL, que tenían como destino la ciudad de Clorinda, Formosa.
Según consta en el expediente, el destinatario de las cajas era León Ocampo y el remitente falso que figuraba era el de un tal Oscar Ortiz. También se detectó que Ragusa habría traficado armas a Paraguay en un minibús marca KIA que tenía pintado el logo del Ejército Argentino.
El hombre que le vendió ese vehículo a Ragusa en 2014 declaró en el expediente que lo había adquirido en un remate de material de rezago del Ejército Argentino.
El martes pasado, un tribunal de Asunción, tras un extenso proceso, condenó a 13 años y seis meses a León Ocampo y a siete años a Ramírez Cantero. Ambos acusados tienen pendiente en Paraguay un pedido de extradición presentado por las autoridades argentinas.
La fiscal paraguaya Lilian Ledesma advirtió a LA NACION que el juicio contra estos dos traficantes de armas fue muy complejo porque "los abogados defensores presentaron varias recusaciones". La representante del Ministerio Público paraguayo agregó: "El arsenal que se secuestró fue muy significativo".
León Ocampo es un empresario con fuertes influencias en el Poder Judicial y la política paraguaya. Es cuñado de Alberto Martínez Simón, ministro de la Corte Suprema paraguaya. Este acusado, de 57 años, no solo proveía a organizaciones criminales, como se sospecha en la causa, sino también a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas de Paraguay. Para esa tarea -según surge del expediente en Asunción al que tuvo acceso LA NACION-, creó la empresa Comtecpar, que entre 2011 y 2014 importó material por 569.885 dólares en "blanco".
La firma fue inhabilitada por el gobierno paraguayo en 2016, cuando se detectó que no estaba autorizada por los Estados Unidos, que era de donde provenían las armas para la policía y el Ejército guaraní. Luego, León Ocampo empezó a usar otra empresa para llevar armas a Paraguay: Helitáctica SA, dedicada al rubro de la aviación civil.
Material para un crimen
La causa en la que fueron condenados León Ocampo y Ramírez se inició el 9 de marzo de 2016 -tres años antes que la argentina- por un operativo de agentes de la Secretaría Nacional de Narcotráfico de Paraguay (Senad) en una casa en el barrio Villa Amelia, de Asunción. El inventario de lo secuestrado ocupa tres páginas y está valuado en varios millones de dólares.
"De las armas de fuego incautadas se detectó que algunas tenían el número de serie borrado y no poseían el sello del importador local", señala el expediente. Entre la enorme cantidad de armas secuestradas figuran dos ametralladoras Browning M2, dos fusiles Kalashnikov, dos ametralladoras HK-MP5, un maletín de metal con 200 balas perforantes, detonadores, explosivos plásticos y granadas de mano y de mortero, entre otras.
Estos dos traficantes de armas, según probó la fiscal Ledesma, vendieron el armamento que usó un brazo del PCC para un crimen emblemático, como fue la emboscada cinematográfica en Pedro Juan Caballero del empresario narco Jorge Rafaat, quien fue acribillado con una ráfaga de una ametralladora Browning calibre 50 desde una camioneta Toyota.
En ese atentado, que provocó conmoción tanto en Paraguay como en Brasil, se usó una camioneta que luego fue encontrada en la casa de León Ocampo. Ese vehículo, según se consignó en el expediente al que tuvo acceso LA NACION, está a nombre de la empresa RSS Internacional SA, cuyo titular es Sergio Denis Sierra, imputado desde 2017 como uno de los supuestos lavadores de dinero del PCC. Sierra da Silva era socio en RSS Internacional SA de Elton Rumich da Silva, que es considerado el supuesto ideólogo del ataque contra Rafaat en pleno centro de la ciudad de Pedro Juan Caballero.
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