Condenan al falso pastor y a la periodista por el cautiverio de Sonia Molina
Jesús Olivera recibió 18 años de prisión y Estefanía Heit, 13, por reducción a la servidumbre, lesiones y estafa; él, además, por abuso sexual
BAHÍA BLANCA.- Desde la penúltima fila de la sala estuvo atenta a cada palabra. Sólo se distrajo por breves comentarios de su abogado. Y mantuvo la mirada fija en el tribunal, al que apenas podía adivinar entre la hilera de cámaras de televisión que se apiñaban en primera línea. Sólo bajó los párpados cuando escuchó que los jueces condenaban a Jesús Olivera a 18 años de cárcel y cuando supo que a la esposa del falso pastor, la periodista Estefanía Heit, le enrostraban 13 años tras las rejas.
Recién entonces Sonia Molina apretó los puños por ese fallo duro, muy próximo a lo que esperaba, y sintió que la Justicia contribuía a empezar a cerrar las cicatrices que le dejaron en el cuerpo y en el alma las torturas, el abuso sexual, las estafas y los maltratos a los que el matrimonio ahora sentenciado la sometió durante interminables meses en su casa de Coronel Suárez.
"Esperaba para ellos más años de prisión, pero me conforma que van a estar presos y que no le van a hacer a otros todo lo que me hicieron a mí", dijo a LA NACION Molina después de escuchar el veredicto de los jueces y mientras buscaba a su madre y a sus hermanas para abrazarlas y celebrar un momento que había esperado durante casi un año y medio.
Los condenados permanecieron casi inmutables durante el desarrollo de la audiencia. Siguieron la lectura de la sentencia acompañados por sus defensores, Leonardo Gómez Talamoni y Claudio Lofvall. Heit sólo se distrajo para atender alguna precisión técnica que le aportó su abogado. Olivera parecía ausente. Frío. Como ajeno a lo que vivía y más aún a lo que les esperaba.
La defensa ya anticipó que apelará este fallo, que se aproximó bastante a los 22 y 16 años de cárcel que el fiscal Eduardo Zaratiegui había pedido para Olivera y Heit, respectivamente. Ambos fueron absueltos de las acusaciones por tentativa de homicidio. Y a la periodista, que era una de las caras de la televisión local de Coronel Suárez, no le pudieron probar la coautoría en el delito de abuso sexual, que agravó y elevó la pena de su cónyuge.
"Estamos conformes con el fallo", reconoció Zaratiegui. El abogado de Molina, Gustavo Avellaneda, no descartó presentar una apelación. "Esperaremos a leer los fundamentos para ver por qué se los absolvió de la tentativa de homicidio", dijo, sobre un delito que daba por "probado".
El fallo devolvió a la pareja a la cárcel de Villa Floresta, en las afueras de esta ciudad, donde se encuentra detenida desde fines de 2012, a poco de iniciada la investigación originada en la denuncia que realizó Molina cuando, desnutrida y deshidratada, con evidencias de torturas y casi 25 kilos menos, se escapó por una ventana de la casa que compartían Heit y Olivera y pidió ayuda a un matrimonio para el cual había trabajado.
Los peritajes y testimonios, relatados en primera persona durante el juicio oral y público, dieron por ciertos los dichos de Molina. Que desde 2009 confió en Olivera como supuesto pastor de la congregación Amar es Combatir y gestor de Visión XXI, otra organización religiosa que prometía ayudar a necesitados y en la que el matrimonio aseguraba que su víctima iba a colaborar.
Mientras tanto, Molina les aportó dinero. Casi 100.000 pesos de una propiedad en su Río Colorado natal, fruto de una doble venta de las mismas tierras que le valieron una causa personal por estafa que aún afronta en Río Negro. También, otros 22.000 pesos que había cobrado por una demanda laboral, el fruto de la venta de una motocicleta y lo que cobraba por acompañar y atender a un matrimonio de Coronel Suárez.
Esa situación se extendió durante más de dos años. En los últimos cuatro meses, entre agosto y noviembre de 2012, ocurrió lo peor. Molina asegura que vivió en la casa de Grand Bourg 1823, que compartían Heit y Olivera. Allí se sintió cautiva y vejada. Sólo podía salir para cobrar el dinero que entregaba a la pareja.
Dijo a los jueces que durante ese período sufrió quemaduras con cigarrillos, golpes y vejaciones de todo tipo, desde abuso sexual hasta ser alimentada con comida para perros y medicación combinada con vino.
"Me violaron tantas veces que ni me acuerdo la primera vez", relató la víctima ante el tribunal. "Los abusos fueron mencionados «como algo más» de todo lo vivido, porque todo lo vivido fue un horror", sostuvo María Elena Baquedano, presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1, que comparte con los jueces Mario Lindor Burgos y Hugo De Rosa .
Los tres consideraron probados los delitos de reducción a la servidumbre, privación ilegal de la libertad agravada, lesiones graves, estafas reiteradas y, sólo en el caso de Olivera, abuso sexual reiterado y agravado.
LOS HITOS DEL HORROR
Junio/2009
Sonia Molina se contacta con Olivera, supuesto pastor de la congregación Amar es Combatir y gestor de Visión XXI.
Agosto/2012
Molina queda cautiva; es sometida a vejámenes y violaciones.
Noviembre/2012
La víctima se escapa de la casa donde estaba cautiva, en Coronel Suárez.
lanacionarDel editor: cómo sigue.