Condena a Matías Benicelli: cuántos años le dieron por el crimen de Fernando Báez Sosa
El joven, de 23 años, fue uno de los ocho sentenciados por su participación en el asesinato, ocurrido en Villa Gesell en enero de 2020; recibió la pena de prisión perpetua, por considerarlo coautor de homicidio
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Matías Benicelli fue condenado este lunes por el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores a la pena de prisión perpetua por su participación en el crimen de Fernando Báez Sosa. El sentenciado, de 23 años, fue considerado por los jueces coautor de homicidio doblemente agravado por alevosía y en concurso premeditado de dos o más personas.
Benicelli es uno de los ocho jóvenes implicados en el asesinato a golpes de Fernando Báez Sosa, que ocurrió a la salida de Le Brique, en Villa Gesell, el 18 de enero de 2020. La fiscalía, a cargo de Gustavo García y Juan Manuel Dávila, subrayó: “Hay un testigo que dice que uno de los primeros que le pegó a Fernando cuando estaba caído fue Matías Benicelli. No me arriesgo a dar una certeza del 100 por ciento”. Además, el fiscal Dávila dijo que se encontró ADN de Fernando en tres de sus prendas: una zapatilla, una camisa y un pantalón. Luego, se refirió a la secuencia con la víctima tirada en el piso: “En un momento, Fernando como que se quiere levantar y uno de los chicos que estaba con una camisa blanca y con rodete le pegó una patada en la cabeza. Ahí Fernando no se levantó nunca más. Después, siguieron pegándole”.
En ese sentido, cabe recordar que fue Alejandro Múñoz, el jefe de seguridad del boliche, quien declaró que, estando Fernando arrodillado, Benicelli le propinó una patada después de la cual “no se levantó más” y que, a pesar de ello, los agresores continuaron pegándole patadas y golpes de puño en el suelo.
Por otro lado, los testigos lo señalaron como uno de los que atacó a los amigos de Fernando e impidió que otras personas se acercaran a frenar la golpiza. También se lo describió como quien “más arengaba” a golpearlo y, al respecto, Tomas D’Alessandro, uno de los amigos de Báez Sosa, contó que lo escuchó decir: “A ver si volvés a pegar, negro de mierda’”.
Tras la noche fatal, Matías Benicelli fue quien abrió la puerta a la policía a las 10.30 horas cuando se ordenó la aprehensión del grupo en la casa que alquilaban en Villa Gesell.
Durante las audiencias del juicio, este joven prefirió no declarar, por lo que recién se lo escuchó por primera vez durante las “últimas palabras”, cuando dijo: “Quiero pedir perdón a la familia de Fernando [Báez Sosa], nunca quise que esto pasara. Nunca quise matar a nadie”.
A su vez, durante el juicio, su padre, Eduardo Benicelli, declaró: “Nunca me imaginé pasar una situación así. A mi señora le han dicho ‘puta e hija de puta’. La gente dejó de ir a mi trabajo. Fueron tres años de mucho dolor. No le encuentro una explicación, no quiero decir que lo que pasó no fue terrible, fue terrible. Fue terrible lo que pasó, es un dolor para todos”.
Todo lo que pasó en el juicio por el asesinato a Fernando Báez Sosa
Los principales argumentos de la fiscalía y los abogados de los Báez Sosa
El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa comenzó el 2 de enero. Durante las tres semanas de audiencias, los magistrados escucharon los testimonios de familiares y amigos de los involucrados, personas que presenciaron el asesinato, algunos de los imputados y los peritos de las partes. Todos dieron sus versiones sobre lo acontecido en la madrugada del 18 de enero de 2020.
El primer testimonio pautado fue el de Graciela Báez Sosa, la madre de Fernando, que contó ante la sala cómo son sus días -y los de su esposo, Silvino- desde el asesinato de su hijo: “Para mí fue ayer que recibí la peor noticia de mi vida, a veces pienso que es una pesadilla, que vendrá alguien y me dirá que no es verdad, pero no es así, Fernando está muerto. Soy una mujer acabada, sin vida, sin ganas de vivir. No sé de dónde saco las fuerzas. Extraños tanto esos abrazos. Este dolor es eterno. No lo voy a recuperar nunca. Era la alegría de mi vida”.
En el transcurso del proceso, pasaron por el estrado algunos de los amigos de la víctima que estuvieron junto a él la trágica madrugada. Lucas Filardi, que también fue atacado por la patota que se ensañó con Fernando, declaró ante el tribunal: “Fue un instante en el que vino gente gritando y le pegaron. Se cayó al piso, y ahí fueron patadas y piñas. No hubo acto de defensa. La primera piña fue dirigida a Fernando, fue muy fuerte a la cara, directo a la cara para desestabilizarlo. Fue repentina. Dije que paren y se ensañaron conmigo. El ataque fue dirigido a Fer. Además, señaló a Luciano Pertossi como quien lo agredió para evitar que pudiera ayudar a su amigo y detalló que Juan Bautista Besuzzo, (otro de los amigos de Báez Sosa), llegó a rogarles que pararan, pero en un momento ya no había nada que hacer”.
La participación de los acusados en el momento del crimen pudo ser corroborada en gran parte por registros fílmicos. Los abogados de la familia de la víctima, encabezados por los doctores Fernando Burlando y Fabián Améndola, presentaron una serie de videos en cámara lenta donde los imputados fueron individualizados y reconocidos por su vestimenta. Así se pudo ver a Ayrton Viollaz, Enzo Comelli, Luciano Pertossi, Blas Cinalli y Máximo Thomsen cerca de Fernando. De todas formas, esto no eximió a los otros acusados (Matías Benicelli, Ciro Pertossi y Lucas Pertossi) de que la querella pidiera para ellos la pena perpetua, ya que consideran que todos fueron parte de un plan para matar al joven: unos atacándolo y otros evitando que los presentes se acercaran a ayudarlo.
Dicha aseveración fue secundada por la fiscalía. “Los acusados atacaron a Fernando por sorpresa, a traición y al unísono con patadas y golpes de puño mientras estaba inconsciente y sin posibilidad de defenderse. También golpearon a algunos de sus amigos cuando estos se acercaban a defenderlo. Esto encuadra en homicidio doblemente agravado por alevosía y concurso premeditado por dos o más personas”, dijo Gustavo García, representante del Ministerio Público Fiscal.
Los principales argumentos de la defensa de los jóvenes de Zárate
La defensa de los ocho imputados, ejercida por el abogado zarateño Hugo Tomei -con asistencia de Emilia Pertossi, hermana de Ciro y Luciano y primo de Lucas- buscó desmontar la premeditación como un agravante, al señalar que se trató de una riña en la que no se pueden atribuir responsabilidades individuales. Para eso, buscaron derribar las conclusiones de las pericias realizadas sobre el cuerpo de Fernando Báez Sosa luego del crimen.
Jorge Rodolfo Velich, especialista en medicina legal y médico emergentólogo convocado por la defensa, comenzó su testimonio señalando que el escrito de la autopsia le causa “vergüenza ajena” como médico forense”.
“No tenemos un buen informe. Ni siquiera cuando se describen las lesiones craneales tenemos imágenes de las lesiones”, aseguró, al tiempo que señaló que la víctima “sufrió traumatismo de cráneo severo, que lo llevó a la pérdida de conocimiento”. En ese sentido, precisó: “No creo que haya muerto en el lugar, pero sí que estaba inconsciente. Si hubiese muerto en el lugar yo me pregunto, ¿para qué lo trasladaron?”.
Uno de los aspectos que generó más polémica sobre este testimonio fue cómo se refirieron a las maniobras de reanimación que dos personas le realizaron a Báez Sosa tras el ataque: “No fue la RCP la que mató a Fernando Báez Sosa, pero agravó la situación por la movilización [del cuerpo]. La presión excesiva en las maniobras puede causar lesiones en el abdomen y en el hígado”.
En este contexto, el defensor Tomei le consultó a Velich: “¿Un sangrado en el hígado puede causar la muerte?”, a lo que el perito respondió: “Puede causar la muerte o puede acelerar la muerte”.
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