Condena a Luciano Pertossi: cuántos años le dieron por el crimen de Fernando Báez Sosa
El joven, de 21 años, fue uno de los ocho sentenciados por su participación en el asesinato, ocurrido en Villa Gesell en enero de 2020; recibió la pena de prisión perpetua, por considerarlo coautor de homicidio
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Luciano Pertossi fue condenado este lunes por el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores a la pena de prisión perpetua por su participación en el crimen de Fernando Báez Sosa. El sentenciado, de 21 años, fue considerado culpable por los jueces, que lo hallaron coautor del delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones leves”.
Pertossi es el menor de los ocho jóvenes implicados en el asesinato a golpes de Fernando Báez Sosa, que ocurrió a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell, el 18 de enero de 2020. Su hermano Ciro y su primo Lucas también fueron condenados por el crimen. En particular, Luciano fue identificado por diferentes testigos del hecho como uno de los que golpeó a Fernando Báez Sosa y sus amigos.
Luciano Pertossi fue el primero de los acusados que pidió dar su versión de los hechos durante las audiencias. Ocurrió durante la presentación del licenciado en Criminalística Andrés Bruzzese, perito de la Policía Federal Argentina (PFA), mientras mostraba un video del hecho y sostenía a partir de dicho registro que Pertossi había sido uno de los agresores directos sobre Fernando Báez Sosa.
Entonces, el joven levantó la mano y pidió “aclarar algo”. Según reconstruyó en aquel entonces Gabriel Di Nicola para LA NACION, se dirigió a una de las sillas ubicadas en el medio de la sala de audiencias y, después de sentarse, espetó: “Yo no estaba ahí”. Tras ello, no quiso responder a las preguntas de la fiscalía.
Entonces, el fiscal Gustavo García, uno de los representantes del Ministerio Público en el juicio, lo interrogó: “¿Dónde estabas en ese momento?”. Pertossi no se dejó arrinconar y respondió: “No te lo voy a aclarar. No te voy a responder”. Esta fue la primera vez que uno de los imputados testificó, una decisión que luego tomarían también Máximo Thomsen, Lucas Pertossi, Ciro Pertossi y Blas Cinalli.
Todo lo que pasó en el juicio por el asesinato a Fernando Báez Sosa
Los principales testimonios de la fiscalía y los abogados de los Báez Sosa
El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa comenzó el 2 de enero. Durante las tres semanas de audiencias, los magistrados escucharon los testimonios de familiares y amigos de los involucrados, personas que presenciaron el asesinato, algunos de los imputados y los peritos de las partes. Todos dieron sus versiones sobre lo acontecido en la madrugada del 18 de enero de 2020.
El primer testimonio pautado fue el de Graciela Báez Sosa, la madre de Fernando, que contó ante la sala cómo son sus días -y los de su esposo, Silvino- desde el asesinato de su hijo: “Para mí fue ayer que recibí la peor noticia de mi vida, a veces pienso que es una pesadilla, que vendrá alguien y me dirá que no es verdad, pero no es así, Fernando está muerto. Soy una mujer acabada, sin vida, sin ganas de vivir. No sé de dónde saco las fuerzas. Extraños tanto esos abrazos. Este dolor es eterno. No lo voy a recuperar nunca. Era la alegría de mi vida”.
En el transcurso del proceso, pasaron por el estrado algunos de los amigos de la víctima que estuvieron junto a él la trágica madrugada. Lucas Filardi, que también fue atacado por la patota que se ensañó con Fernando, declaró ante el tribunal: “Fue un instante en el que vino gente gritando y le pegaron. Se cayó al piso, y ahí fueron patadas y piñas. No hubo acto de defensa. La primera piña fue dirigida a Fernando, fue muy fuerte a la cara, directo a la cara para desestabilizarlo. Fue repentina. Dije que paren y se ensañaron conmigo. El ataque fue dirigido a Fer. Además, señaló a Luciano Pertossi como quien lo agredió para evitar que pudiera ayudar a su amigo y detalló que Juan Bautista Besuzzo, (otro de los amigos de Báez Sosa), llegó a rogarles que pararan, pero en un momento ya no había nada que hacer”.
La participación de los acusados en el momento del crimen pudo ser corroborada en gran parte por registros fílmicos. Los abogados de la familia de la víctima, encabezados por los doctores Fernando Burlando y Fabián Améndola, presentaron una serie de videos en cámara lenta donde los imputados fueron individualizados y reconocidos por su vestimenta. Así se pudo ver a Ayrton Viollaz, Enzo Comelli, Luciano Pertossi, Blas Cinalli y Máximo Thomsen cerca de Fernando. De todas formas, esto no eximió a los otros acusados (Matías Benicelli, Ciro Pertossi y Lucas Pertossi) de que la querella pidiera para ellos la pena perpetua, ya que consideran que todos fueron parte de un plan para matar al joven: unos atacándolo y otros evitando que los presentes se acercaran a ayudarlo.
Dicha aseveración fue secundada por la fiscalía. “Los acusados atacaron a Fernando por sorpresa, a traición y al unísono con patadas y golpes de puño mientras estaba inconsciente y sin posibilidad de defenderse. También golpearon a algunos de sus amigos cuando estos se acercaban a defenderlo. Esto encuadra en homicidio doblemente agravado por alevosía y concurso premeditado por dos o más personas”, dijo Gustavo García, representante del Ministerio Público Fiscal.
Los principales argumentos de la defensa de los jóvenes de Zárate
La defensa de los ocho imputados, ejercida por el abogado zarateño Hugo Tomei -con asistencia de Emilia Pertossi, hermana de Ciro y Luciano y primo de Lucas,- buscó desmontar la premeditación como un agravante, al señalar que se trató de una riña en la que no se pueden atribuir responsabilidades individuales. Para eso, buscaron derribar las conclusiones de las pericias realizadas sobre el cuerpo de Fernando Báez Sosa luego del crimen.
Jorge Rodolfo Velich, especialista en medicina legal y médico emergentólogo convocado por la defensa, comenzó su testimonio señalando que el escrito de la autopsia le causa “vergüenza ajena” como médico forense”.
“No tenemos un buen informe. Ni siquiera cuando se describen las lesiones craneales tenemos imágenes de las lesiones”, aseguró, al tiempo que señaló que la víctima “sufrió traumatismo de cráneo severo, que lo llevó a la pérdida de conocimiento”. En ese sentido, precisó: “No creo que haya muerto en el lugar, pero sí que estaba inconsciente. Si hubiese muerto en el lugar yo me pregunto, ¿para qué lo trasladaron?”.
Uno de los aspectos que generó más polémica sobre este testimonio fue cómo se refirieron a las maniobras de reanimación que dos personas le realizaron a Báez Sosa tras el ataque: “No fue la RCP la que mató a Fernando Báez Sosa, pero agravó la situación por la movilización [del cuerpo]. La presión excesiva en las maniobras puede causar lesiones en el abdomen y en el hígado”.
En este contexto, el defensor Tomei le consultó a Velich: “¿Un sangrado en el hígado puede causar la muerte?”, a lo que el perito respondió: “Puede causar la muerte o puede acelerar la muerte”.
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