Con uniforme y sin armas. Inusual convocatoria a civiles en Buenos Aires para conducir más de 1400 móviles policiales
Estiman que serán incorporados entre 6000 y 7000 “conductores-motoristas” que recibirán un curso de 9 semanas antes de acompañar a los policías
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El Ministerio de Seguridad bonaerense lanzó una convocatoria inédita para enfrentar el reclamo de mayor presencia de policías y de móviles en los barrios. En conjunto con los 135 municipios, incorporarán personal civil con un objetivo de formación específico: conductores-motoristas. No portarán armas, sino que manejarán los patrulleros para liberar a los oficiales que, hasta ahora, debían hacerse cargo del volante en un recorrido ordinario o en una persecución.
La “convocatoria a conductor motorista de móvil identificable” se lanzó a fines de marzo. Y en los primeros días de abril se extendió la vigencia del llamado. Todavía no se definieron los números finales, pero la expectativa es poder formar una dotación para poner al mando de unas 1400 camionetas de patrulla en toda la provincia; contando francos y tercios (los tres turnos por jornada de trabajo en una actividad que se debe cumplir “24x7″), podrían ser necesarios entre 6000 y 7000 choferes civiles de móviles, explicaron fuentes del gobierno provincial.
“Hasta ahora, los patrulleros son conducidos por policías de dotación, pero es evidente que en una situación de intervención como ser una persecución o un enfrentamiento, no es conveniente que ese mismo efectivo deba ocuparse de dos acciones tan críticas a la vez; por eso se prevé esta convocatoria, hecha en conjunto con los municipios en el marco de un convenio. Esto permitirá que en el patrullero haya una persona que manejará siguiendo una doctrina operacional específica, y un policía que responderá a las situaciones propias de su estado, como repeler una agresión, si la hubiera. Sumar conductores con formación específica liberará, además, policías ‘de campo’ para cumplir tareas de prevención del delito”, dijeron a LA NACION calificadas fuentes del Ministerio.
Todos los distritos, en sus páginas web institucionales, exhiben el pliego de condiciones y proveen un link de descarga del formulario que los aspirantes deberán presentar en las sedes dispuestas en cada uno de los municipios. Se prevé que los cursos formativos se realicen en las ciudades cabeceras de los partidos.
Hay requisitos específicos: tener entre 18 y 29 años, ser argentino nativo o naturalizado, contar con secundario completo –sin adeudar materias– y registro vigente de, al menos, seis meses de antigüedad (algunos municipios, como San Isidro, exigen un año). También, “ficha limpia” –no tener antecedentes penales– y responder a las aptitudes psicofísicas establecidas en las condiciones de ingreso. Luego, hay leves variantes según el municipio: mientras que algunos definen que la convocatoria está dirigida a personas con domicilio real en la provincia de Buenos Aires, otros apuestan a darles el trabajo a los ciudadanos de su partido; es, por ejemplo, el caso de Berazategui, que de forma “excluyente” circunscribió el llamado a “berazateguenses”.
Todos, por supuesto, deberán aprobar el curso de conductor motorista, según las reglas establecidas por la Subsecretaría de Formación Profesional del Ministerio de Seguridad de la provincia para los ingresantes a la Fuerza Buenos Aires en el periodo 2023. Se prevé que la capacitación tendrá una carga de 300 horas a lo largo de 9 semanas, de forma presencial. Entre los contenidos que se ofrecen en ese curso, se destacan: educación física, régimen legal de la profesión policial, bioseguridad y primeros auxilios, manejo y conducción, mecánica ligera, tácticas de intervención y comunicación policiales, y régimen legal para la especialidad de conductor motorista.
En caso de superar la etapa de formación, los egresados pasarán a revista en el subescalafón Servicios Generales de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Usarán uniforme, identificación y se les proveerá chaleco antibalas, pero no portarán armas de fuego en el ejercicio de su función. La convocatoria, según se lee en el llamado vigente en la página web del Municipio de Tres de Febrero –por tomar otro ejemplo– está enfocada en aspirantes que puedan contar con “un perfil plenamente orientado al respeto, compromiso, dedicación y responsabilidad”. En el caso de Tres de Febrero, se destaca que “la etapa de admisión cuenta con una serie de etapas que deben ser superadas en su totalidad para disponer de una plaza” y “las vacantes se darán según un orden de mérito acorde a las necesidades que requiera el personal policial”.
“Es una convocatoria abierta a toda la comunidad y puede inscribirse todo aquel que cumpla con los requisitos, aunque no esté vinculado a las fuerzas de seguridad. Buscamos profesionalizar la tarea de los conductores, disminuir la siniestralidad en la flota de vehículos y permitir que los efectivos policiales puedan concentrarse mejor en la prevención de delitos en la vía pública”, señaló el Secretario de Protección Ciudadana, Adrián Feijoo.
Reserva estratégica
La otra “pata” de la convocatoria al puesto de conductor-motorista, que tiene por objetivo liberar a policías formados como tales para que realicen tareas de prevención y represión del delito, son los patrulleros, que no pocos vecinos denuncian que son un bien escaso en las calles de sus barrios, en especial, fuera de las zonas comerciales o lejos de las avenidas y arterias neurálgicas de los distritos, sobre todo, del conurbano.
En las últimas semanas, vecinos de Villa Elisa llamaron la atención sobre la masiva existencia de un enorme lote de camionetas dentro del predio de la escuela de policía Juan Vucetich, en el Camino Centenario, frente al Parque Pereyra Iraola. El Viernes Santo, LA NACION sobrevoló la zona con un dron y registró la presencia de al menos 300 camionetas ploteadas y, al parecer, prácticamente listas para salir a las calles.
“Algunas son arregladas. La gran mayoría está en guarda de las terminales hasta que terminen de ser patentadas, blindarlas, etcétera. Son las que se van a entregar junto con los 3000 efectivos que egresarán el 15 de abril”, dijo el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Sergio Berni, al ser consultado por LA NACION.
La mayoría de las camionetas que se vieron en el sobrevuelo son de la misma marca y modelo, aunque, según aclararon voceros del Ministerio, se cuenta con más de una compañía automotriz como proveedora de camionetas para ser usadas como patrullas. Son, además, nuevas. Las mismas fuentes precisaron que forman parte de la “reserva estratégica” de material logístico.
“La provincia de Buenos Aires tiene 135 municipios y un territorio 1525 veces más grande que la Capital. Además, su geografía y su diverso grado de desarrollo obliga a utilizar vehículos más fuertes como móviles; por eso se usan camionetas. Desde el inicio de la gestión de Sergio Berni se entregan patrulleros permanentemente. Además, a través de los fondos que provee la Nación, los municipios también adquieren móviles. En esos casos, cuando hay algún retraso en las entregas por parte de las automotrices, se cubren provisionalmente las rotaciones de entregas con la reserva estratégica. Cuando es necesario hacer recambios o reposiciones, por destrucciones o por vehículos dados de baja, también se recurre a la reserva estratégica. O cuando se deben cubrir situaciones especiales, como el Operativo Sol, que cada año, demanda movilizar el 20 por ciento de los recursos hacia los principales puntos turísticos, también se vale de esa reserva. Esos móviles no están ‘parados’, forman parte de la dotación. Una vez que tienen todos sus papeles listos, que se les instalan las balizas policiales, los equipos de comunicación, los refuerzos y los blindajes, la instalación del sistema de GPS para seguimiento, están prontos para el despliegue o para sus entregas programadas”, explicaron a LA NACION calificadas fuentes de la cartera de Seguridad.
Por supuesto, hay voces que relativizan la explicación oficial con respecto a la presencia de las camionetas estacionadas en el parque y visibles desde la segunda entrada de la escuela Vucetich. “Lo que pasa es que no hay personal para manejarlas. No es solo comprar móviles”, dijo Cristian Ritondo, predecesor de Berni en el ministerio bonaerense durante la gestión de María Eugenia Vidal.
Ritondo también planteó cuestionamientos respecto de la incorporación de personal civil para manejar patrulleros. “El Ministerio de Seguridad lanzó una oferta laboral destinada a convocar a cualquier ciudadano que quiera ingresar a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, donde cada uno brindará apoyo a un policía del Comando de Patrullas para realizar tareas de prevención y vigilancia en la vía pública, cumpliendo funciones específicas de conductor de móvil policial. La particularidad de esto es que designa a las Secretarías de Seguridad de los municipios como encargadas de implementar, organizar, seleccionar e instruir a cada uno de los futuros conductores, obviando la pertinente selección y formación en la histórica Escuela de Policía Juan Vucetich y sus escuelas descentralizadas”, explicó el exministro de Juntos por el Cambio.
“Al policía, ante un enfrentamiento armado, se le sumará la responsabilidad de velar por la seguridad del conductor. Y si el efectivo es herido en servicio, ¿quién le dará el apoyo inmediato?”, se preguntó Ritondo.
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