Con 48 homicidios en dos meses, Rosario se acerca al nivel de 2013, cuando estalló la guerra narco
ROSARIO. En los dos primeros meses del año hubo aquí 48 asesinatos, una cifra que indica que la violencia que recrudeció desde fines de diciembre en esta ciudad, tras los profundos cambios que hizo en la policía el ministro de Seguridad Marcelo Saín, está a un nivel similar al de 2013 y 2014, cuando estalló la guerra narco tras el homicidio de Claudio "Pájaro" Cantero, líder de Los Monos.
Hubo un doble crimen en el barrio La Granada, zona dominada históricamente por el clan Cantero. Edgardo y Jonatan Plantes, padre e hijo, fueron acribillados con disparos de calibre 9 milímetros poco después de las 20.30 del sábado en Pasaje 509 y 516. Aparecieron dos hombres en moto y les dispararon. Jonatan, de 20 años, falleció en el acto, con un tiro en el pecho. Su padre recibió tres impactos, dos en el abdomen y uno en el tórax. Fue trasladado al hospital Roque Sáenz Peña, donde murió a las pocas horas.
La estadística reedita la de siete años atrás, cuando se produjo un encadenamiento de crímenes por venganzas con sello narco que posicionó a Rosario como la ciudad más violenta de la Argentina, con 21 homicidios cada 100.000 habitantes.
Según un informe del Ministerio Público de la Acusación, en enero y febrero de 2014, cuando comenzó a regir el nuevo sistema procesal penal, se produjeron 57 asesinatos. Ese año cerró con 255 homicidios dolosos en el departamento Rosario.
El año anterior, la cifra de asesinatos había llegado a 271 casos, la más alta de la historia en la región. El 26 de mayo de 2013 había sido acribillado el Pájaro Cantero frente al boliche Infinity Night, en Villa Gobernador Gálvez. Ese crimen desencadenó una "cacería" por parte del clan y rompió alianzas y la geografía del narcotráfico, siempre regulada, como lo demuestran las causas judiciales, por sectores de la policía.
Se sospecha que la brigada "especializada" creada para combatir a Los Monos, la División Judiciales de la Policía de Santa Fe, creada durante la gestión del gobernador Antonio Bonfatti, colaboró para que la violencia se radicalizara. Al correr a los Cantero del dominio del negocio narco quedaron Esteban Alvarado –entonces, preso en una cárcel bonaerense– y Luis Medina como los "dueños" del negocio ilegal.
Pero esa sociedad duró poco porque a fines de 2013 Medina fue asesinado junto a su novia, Agustina Pérez Castelli. La causa por ese crimen se reabrió el año pasado en el contexto de la investigación del engranaje mafioso que lidera Alvarado, actualmente preso en la cárcel de Piñero por el homicidio del prestamista Lucio Maldonado junto con otros cinco jefes policiales que eran sus socios, entre ellos, Luis Quevertoque, que integraba la División Judiciales.
Saín está convencido de que el recrudecimiento de la violencia en los últimos dos meses tiene como causa principal la ruptura de esa intermediación de jefes policiales con las principales bandas narco. El ministro desplazó a 70 jefes de la policía, muchos de ellos comprometidos con actividades en las sombras a favor del narcotráfico.
En los barrios del sur y oeste, donde actúan las bandas de narcomenudeo, hay permanentes enfrentamientos entre cuadros medios de las históricas bandas.
El compromiso que dejó flotando en el aire el jueves pasado el presidente Alberto Fernández aquí recibió ayer un nuevo sostén con el anuncio de la creación de una nueva sala y una secretaría de Narcotráfico en la Cámara Federal de Rosario, y de un juzgado, fiscalía y defensoría federal en San Lorenzo, desde donde se domina el complejo portuario, en ocasiones útil a la logística narco.
Otras noticias de Narcotráfico
- 1
La desesperada reacción de un hombre al que le querían robar el auto con su hija en el interior
- 2
Cincuenta años de prohibición. Los peligros ocultos en las aguas del Río de la Plata y sus riesgos para la salud
- 3
ADN del crimen. Una pareja malaya, detrás de una teatral estafa cuya real magnitud aún se desconoce
- 4
Dos mujeres discutieron por un incidente vial y en medio de la pelea una le mostró los senos a la otra