Complica a un empresario un auto de Stefanini
Se lo había vendido a un hombre al que la familia del financista liga con la desaparición ocurrida hace 11 meses
El Mini Cooper gris hallado ayer en la ciudad correntina de Paso de la Patria, cerca de la frontera con Paraguay, había sido vendido por Damián Stefanini a un empresario al que la familia del financista vinculó con su desaparición, ocurrida el 17 de octubre de 2014.
Según informaron fuentes de la investigación a LA NACION, aquel vehículo había sido objeto de disputa entre Stefanini y ese poderoso hombre de negocios que posee emprendimientos inmobiliarios en el conurbano, Chaco y Formosa.
Hace tres años, Stefanini encargó a una escribanía que hiciera la transferencia del vehículo a su nuevo propietario. Eso, al parecer, no ocurrió. Además, Stefanini le reclamó al comprador del Mini Cooper que concretara la transferencia porque él seguía recibiendo actas de infracciones de tránsito por exceso de velocidad en la zona de Dolores.
Allegados a Stefanini aseguraron que nunca hizo un juicio o denuncia contra el empresario que le compró el Mini Cooper y no lo transfería porque no quería quedar fuera de los emprendimientos inmobiliarios que ese hombre de negocios llevaba adelante.
Ambos habían encargado la construcción de tres barcos en un astillero de San Fernando. El día que desapareció, Stefanini estuvo reunido con este empresario, cuya identidad se mantiene en reserva porque la Justicia todavía no lo imputó formalmente en el caso por la desaparición del financista.
Para la familia de Stefanini, este empresario estaría vinculado con la desaparición. Su sospecha se funda en cinco llamadas telefónicas realizados un colaborador de ese hombre de negocios.
Esas comunicaciones se concretaron antes del encuentro, durante la reunión y minutos después de que Stefanini abandonara el astillero de San Fernando, al que había concurrido para supervisar la construcción de los barcos.
Llamó la atención de los familiares y de los investigadores que los llamados entre el empresario sospechoso y su colaborador se concretaron después de alguna acción concreta de Stefanini: el momento en el que abandonó el astillero o cuando la familia preguntó si sabía dónde estaba Damián.
Pasadas apenas tres horas sin noticias de Stefanini, aquel empresario recomendó a la familia que radicara la denuncia policial por averiguación de paradero. Tal sugerencia fue hecha luego de que se comunicó con su colaborador, el mismo que había realizado las cinco comunicaciones sospechosas cuando Stefanini salió del astillero de San Fernando.
Se sabe que, el día que desapareció, Stefanini habló por teléfono con un cliente mientras estaba en la estación de servicio situada cerca de Mitre y Melo, en Florida. A las 11.18 el celular de Stefanini dejó de funcionar. A esa hora, el Audi A3 en el que se movilizaba fue abandonado cerca del cruce de Roca y las vías del Ferrocarril Mitre, en Florida, a media cuadra de la casa de su contador.
Comerciante chaqueño
Fuentes de la investigación confirmaron que el Mini Cooper gris patente FBJ 793 ya no pertenecía a Stefanini, aunque ayer se encontró una cédula azul a su nombre, vencida, dentro del vehículo, en Corrientes. La fiscalía de esa provincia que intervino en el caso del hallazgo del vehículo informó que el Mini Cooper pertenece a un comerciante que vive en Resistencia, Chaco, quien se lo había comprado al socio de Stefanini de quien la familia del financista sospecha.
El actual dueño del Mini Cooper lo había dejado frente a un taller y le había entregado la llave al mecánico. A casi un año de la desaparición de Stefanini, lo único nuevo que apareció fue un auto que había vendido. Sobre el destino del financista o si está vivo o muerto, casi nada se sabe.
lanacionar