Cómo llegó al país y cómo intentó escapar el presunto asesino del turista inglés
Ingresó al país por Salta, junto con su novia, el 4 de este mes, por un paso fronterizo ilegal. Se reencontró con compatriotas y familiares en un hostel de Ciudadela, partido de Tres de Febrero. Diez días después de su llegada a la Argentina Ángel Eduardo Lozano Azuaje, alias Cachete, un venezolano de 21 años, participó del brutal ataque a una familia de turistas británicos que llegaba al Faena Art Hotel de Puerto Madero. Según fuentes policiales, él fue el autor de los disparos que segaron la vida de Matthew Charles Gibbard, de 50 años, e hirieron a su hijastro, Stefan Joshua Zone, de 28. Ayer fue detenido en Salta, junto con dos compatriotas y cómplices suyos, cuando intentaban desesperadamente llegar a la frontera y cruzar a Bolivia para pasar a la clandestinidad, en busca de impunidad.
Los otros dos aprehendidos en Salta fueron identificados como Luis José Lozano León, de 35 años, que además de ser medio hermano o primo de Cachete fue el autor del robo a un ejecutivo canadiense en la puerta del Hotel Intercontinental, hace un mes, golpe que dio inicio a la actual investigación, y Carlos José Manzo Tortolero, también venezolano, de 30 años, conductor de la moto usada por la banda en el mortal asalto del sábado en Puerto Madero.
La investigación ya acumula ocho detenidos: a los tres capturados cuando huían hacia Bolivia se suman Miguel Ángel Mansilla, venezolano, de 19 años, conductor del Corsa gris usado en el asesinato de Gibbard, quien fue aprehendido en Bernal; Rubén Darío Cañete Lobo, de 27, apresado en el hostel de Ciudadela; Santiago Izaguirre, de 40, que proveía de vehículos a la banda; Jorge Alberto Schimdt, de 42, integrante de la organización, y Miguel Ángel Aguirre, venezolano de 29 años, capturado por vecinos que salieron a ayudar al visitante británico Arthur Tomala el viernes (un día antes del crimen en Puerto Madero), al que una parte de la banda le robó cuando llegaba con su esposa e hijos a un domicilio de Las Cañitas, a metros de la Universidad de Belgrano y de la embajada de Australia.
Después del brutal ataque en Puerto Madero, Cachete Lozano Azuaje y los demás integrantes de la banda escaparon en dos autos y una moto, los mismos vehículos con los que habían seguido a las víctimas desde el aeropuerto internacional de Ezeiza, después de que un cómplice que hacía de "marcador" en el hall de arribos eligiera a Gibbard y a su familia como potenciales "objetivos" de la banda que se dedicaba a atacar a turistas extranjeros recién llegados a la Argentina.
"Gracias a las cámaras de seguridad que tenemos desplegadas en la ciudad de Buenos Aires y el Anillo Digital conseguimos las imágenes y pudimos detectar la trazabilidad de la fuga de esta banda. Se llegó hasta un hostel en Ciudadela, donde se hospedaban", dijo en una conferencia de prensa el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro.
Lo primero que hicieron los delincuentes después del ataque a tiros en Puerto Madero fue pasar por el hostel de Ciudadela para tomar algunas pocas pertenencias y huir lo más pronto posible. A uno de los autos utilizados en el golpe mortal, un Ford Fiesta rojo, lo dejaron en un estacionamiento a 400 metros de donde se hospedaban. El otro vehículo, un Chevrolet Corsa, lo abandonaron en Moreno, según pudo reconstruir LA NACION de fuentes de la investigación.
La banda se separó. Sus integrantes sabían que corrían una carrera contra reloj y que más pronto que tarde tendrían a las fuerzas de seguridad pisándoles los talones. Lozano Azuaje se quedó con dos compatriotas suyos dando vueltas por el conurbano con la intención de fugar del país. "Uno de ellos tiene el mismo apellido que Cachete. Debe ser hermano o primo. Es uno de los delincuentes que participó del robo a un ciudadano canadiense, ejecutivo de una empresa multinacional de tecnología informática, en la puerta del hotel Intercontinental, en el barrio porteño de Monserrat. El otro, se sospecha, fue uno de los que conducía uno de los vehículos utilizados en el ataque en Puerto Madero", dijo una calificada fuente del caso.
El domingo, cuando detectives de la Brigada de Investigaciones de la Comisaría Comunal 1 de la Policía de la Ciudad allanó el hostel donde se hospedaban los sospechosos, se presentó una joven para pedir autorización para retirar sus pertenencias: era la novia de Cachete Lozano Azuaje.
"Sin darse cuenta, la joven aportó datos valiosos para la investigación. Relató que había ingresado en la Argentina el 4 de este mes por Salta sin hacer migraciones, es decir, por un paso fronterizo ilegal, junto con su novio. Mostró una foto del muchacho: la imagen coincidía con las capturas de las filmaciones de las cámaras de seguridad de Puerto Madero", afirmó la calificada fuente consultada por LA NACION.
La chica no sabía dónde estaba su novio, pero los investigadores advirtieron que Cachete y sus cómplices planeaban irse del país y que intentarían hacerlo como cuando entraron, por un paso fronterizo ilegal. "Advertidos de eso, los detectives comenzaron a averiguar en empresas de ómnibus y en terminales de micros si tenían registro de ciudadanos venezolanos que hubiesen comprado pasajes a Salta".
Hacia la frontera norte
Según fuentes de la investigación, los policías descubrieron que tres jóvenes venezolanos habían comprado pasajes hacia aquella provincia en la terminal de General Pacheco, Tigre, donde ayer abordaron el ómnibus 4518 de La Veloz del Norte.
Con los datos aportados por los detectives de la Policía de la Ciudad, la jueza porteña Yamile Bernan, a cargo de la causa, autorizó el operativo de la Gendarmería para interceptar el ómnibus donde viajaban los sospechosos.
El micro en el que iban Cachete Lozano Azuaje y sus dos cómplices fue interceptado por personal de la Sección Seguridad Vial "Cabeza de Buey" de la Gendarmería Nacional en el kilómetro 1545 de la ruta nacional 9, cuando se dirigía a la ciudad de General Güemes. Los sospechosos llevaban poco equipaje, algo de dinero y varios chips de teléfonos celulares.
"A 60 horas de lo sucedido en Puerto Madero, del asesinato atroz de un turista inglés, hemos podido esclarecer este asesinato perpetrado por una banda de delincuentes que marcaba en el aeropuerto internacional de Ezeiza a personas que venían desde el extranjero y después cuando arribaban a su domicilio o a los hoteles, en la vereda misma de los ingresos, perpetraban los hechos de delincuencia", sostuvo el vicejefe de gobierno porteño y funcionario a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad, Diego Santilli, en una conferencia de prensa.
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