"El dolor es tan grande que no nos queda lugar para odiar"
Así lo expresaron Juan e Inés, los padres de Matías, antes de ingresar a la audiencia; hoy comienza el juicio por el secuestro y asesinato de su hijo, ocurrido en 2010
"El dolor es tan grande que no nos queda lugar para odiar", expresaron Juan e Inés Berardi antes de ingresar a la audiencia que dará inicio al juicio por el secuestro y asesinato de su hijo Matías, de 17 años, ocurrido en 2010.
El matrimonio reconoció que esperan la máxima pena por parte del tribunal que comenzará a juzgar esta mañana a los once imputados por el caso. "Creemos que la única manera de poder rehacer nuestra vida es que estén presos de por vida o que tengan la pena máxima. Es nuestro deber como padres exigir esta condena", subrayó Inés en diálogo con Canal 26.
Por su parte, Juan Pablo, quien se encontraba al lado de su mujer, dijo que ambos comparten la misma sensación, la de dolor: "No lo superamos. Es una cruz que nos tortura todos los días".
Al ser consultados sobre los pasos que siguió la investigación, deslizaron "no estar conformes con el accionar de la policía", ya que, a su entender, quedaron varios cabos sueltos.
También remarcaron que fue dudosa la actuación de los vecinos el día en que Matías logró escapar de su cautiverio y pidió ayuda. De todas formas, prefirieron no ahondar en detalles y limitarse a sostener que "hay cosas que todavía no logran entender".
El juicio
Once imputados comenzarán a ser juzgados hoy por el crimen del adolescente que en 2010 fue secuestrado en Ingeniero Maschwitz por una banda que pidió un rescate, pero lo ejecutó de un tiro en Campana, porque la víctima había logrado escapar de su lugar de cautiverio.
El juicio se desarrolla desde esta mañana en el Tribunal Oral Federal 3 de San Martín, en el edificio de la calle Pueyrredón 3734 de ese partido del conurbano.
Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que los magistrados Elbio Osores Soler, Lidia Soto y Germán Andrés Castelli dispusieron que las audiencias de este debate se realicen sólo los días miércoles y viernes de cada semana y se estima que, con los 200 testigos citados, el proceso podría prolongarse hasta el año próximo.
La acusación estará en manos del fiscal de juicio Eduardo Codesido, mientras que los once imputados estarán asistidos por cuatro defensores oficiales: Cristian Barritta, Sergio Moreno, Héctor Tejerina Ortiz y Leonardo Miño.
Los padres de la víctima, que concurrirán al debate y hasta declararán como testigos, estarán representados como querellantes por los abogados Eduardo Durañona, Ignacio Palazuelos, Santiago De Jesús y Manuel Izura.
Quiénes estarán en el banquillo
Los principales implicados en el caso son los integrantes de la familia de Richard Fabián Souto, el herrero uruguayo propietario del galpón de Benavídez donde la víctima estuvo cautiva.
Souto es señalado en la causa como el autor material del crimen, ya que una pericia detectó rastros de deflagración de pólvora en sus manos, aunque hay un testigo de identidad reservada que señala a otro de los imputados, su concuñado Néstor Facundo Maidana, alias "Chino", como el ejecutor del disparo.
Además de Souto, están presos y procesados su esposa Ana Cristina Moyano, su hija Jennifer Stefanía Souto, otra hija cuya identidad se reserva porque era menor de edad -17 años-, al momento del hecho y su cuñada Celeste Mónica Moyano.
El novio de esta última, el "Chino" Maidana, su hermano Federico Esteban Maidana y Elías Emanuel Vivas, completan lo que fue la primera tanda de detenidos de la causa.
Pero entre fines de 2010 y mayo de 2011 fueron detenidos otros tres imputados: Damián Sack, Gabriel Raúl "Larry" Figueroa y Gonzalo Hernán Alvarez.
Todos enfrentan, aunque algunos con distintos grados de participación, una imputación por secuestro extorsivo seguido de muerte, cuya pena es la de prisión perpetua.
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