Coimas: pidió licencia el jefe de la policía de Santa Fe por las sospechas de corrupción
ROSARIO- El jefe de la Policía de Santa Fe Víctor Sarnaglia pidió licencia luego de aparecer como sospechoso de recibir coimas de un empresario que, aliado con Los Monos, maneja el juego clandestino en la provincia. En esta causa fueron detenidos los fiscales Gustavo Ponce Asahad y su jefe Patricio Serjal, acusados de sobornos de 5000 dólares mensuales.
El domingo LA NACION reveló que en la investigación se secuestró un documento del capitalista de juego clandestino Leonardo Peiti –que se presentó como arrepentido en esta causa- en el que detallaba los montos que pagaría a distintos sectores de la policía. En una anotación que fue secuestrada en la casa de la secretaria de este empresario figuraba un hombre bajo el apodo "Sarna" que recibiría un pago de "10 K" (10.000 pesos) por cada casino ilegal. Para los investigadores, ese alias hace referencia a Sarnaglia. La red de juego ilegal tendría más de 300 casinos en Santa Fe.
"Vamos a tener un gasto de 20 K (por $20.000) por mes por sala. (Se lo vamos a dar en 10 K por mes a cada comisario para que se lo reparta con los jefes de insp (inspección) y orden y los otros 10 K por mes son para Sarna. Después también hay como otros 10 K por mes que serían los gastos de la federal, la fiscalía y otros Monos. En general cada sala tendría un gasto de 30 K por mes", señalan las anotaciones que hizo Peiti, que constan en el expediente.
Según fuentes del gobierno de Santa Fe, el jefe de la policía pidió licencia para presentarse en la fiscalía que investiga esta trama en la que se hizo visible un esquema de corrupción que afecta a la justicia, la policía y también a sectores políticos, como se señaló en las audiencias hace dos semanas.
Sarnaglia no dio explicaciones sobre ese documento en el que aparece el apodo "Sarna", pero este tema provocó un cimbronazo político en la gestión de Omar Perotti, ya que el gobernador había convocado a ese comisario retirado para que asumiera en diciembre pasado como jefe de la policía provincial.
El ministro de Seguridad santafesino Marcelo Saín era partidario de que el jefe de la Policía diera un paso al costado. Se lo pidió al gobernador, pero ahora en el gobierno encontraron esta salida intermedia, por lo que se aceptó la licencia de Sarnaglia hasta que se aclare su situación en esta investigación.
"No admitimos la recaudación de la policía y los que lo han hecho van a pagarla. Sean policías de la gestión anterior o policías designados por nosotros. Si tenemos que sacar esposados a altos jefes policiales lo vamos a hacer sin ningún tipo de miramientos", afirmó el ministro de Seguridad Marcelo Saín al programa ATP.
Sarnaglia decidió anticiparse y anunciar que se presentará en la fiscalía antes de que lo llamen a declarar, porque la investigación ahora se centra en las complicidades con este empresario arrepentido con la fuerza.
Fuentes de la investigación señalaron a LA NACIÓN que "hay una gran cantidad de evidencia secuestrada relacionada con la policía. Consideramos que hay puntos claros para avanzar".
Según lo que se desprende de la pesquisa, ese esquema de pago de coimas fue el que funcionaba hasta la caída de Peiti. Se sospecha que antes también había otra caja negra, incluso más voluminosa, que se nutrió históricamente del juego clandestino, un negocio ilegal, que es minúsculo comparado con el dinero que mueve la venta de drogas y lo que absorben sectores de la fuerza de seguridad para proteger esos mercados.
En esta trama aparecen -según la investigación- puntos de contacto que abarcan tanto a las gestiones anteriores como a la nueva conducción policial. Uno de los enlaces sería Víctor Martínez, hombre de confianza del extitular de la Policía de Investigaciones Daniel Corbelini y actualmente afincado en la Unidad Regional II, en el entorno del jefe Danilo Villán.
La casa de Martínez fue allanada por orden de los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra hace tres semanas. En la residencia encontró una caja fuerte, donde estaban guardados varios chips de telefonía celular y tarjetas de memoria. Ahora los investigadores están analizando esa información. Hasta el momento Martínez aparece como sospechoso de armar "una causa poncho" junto con el fiscal Ponce Asahad. Así se denomina en la jerga judicial a aquellas investigaciones que se "crean" para tapar otras.
En el caso del juego clandestino lo que se investiga, con fuertes indicios, es que el esquema de recaudación fue parte de la transición en la alta jerarquía policial, sobre todo en las unidades regionales I, II y XVII. Dos de esas UR están intervenidas, las que tienen jurisdicción sobre la capital provincial y San Lorenzo, donde se habría cortado el flujo de sobornos.
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