Citarán a declarar al padre del menor detenido por el crimen de Chiara Páez
Se trata del policía que entregó a su hijo, quien luego confesó el homicidio
SANTA FE.- Rubén Mansilla, padre de Manuel, de 16 años, el joven que admitió ser el asesino de su novia, Chiara Páez, de 14, en Rufino, al sudoeste de la provincia, fue citado a declarar ante el fiscal de la causa, Mauricio Clavero. Es el policía que entregó a su hijo a la justicia el domingo pasado, durante la búsqueda de la menor, asesinada y enterrada en el patio de la vivienda familiar.
La fiscalía también solicitó la comparencia del compañero de patrulla del padre del presunto asesino.
Para la justicia, la actuación del padre de Manuel no está debidamente aclarada, particularmente por el tiempo que demoró en realizar el trámite, ya que habría tenido conocimiento de lo sucedido a pocas horas del asesinato de Chiara, embarazada de 8 semanas. Por el caso quedaron imputados, además de Manuel, su madre y su padrastro. Durante la investigación, se encontraron prendas y calzado manchados con sangre que, supuestamente, pertenecería a la víctima.
En una audiencia con el fiscal, el padre de Chiara había fijado sus sospechas en este hombre, inculpándolo de haber tardado demasiado en entregar a su hijo a la Justicia, "cuando ya el rastrillaje llegaba a la casa de su hijo".
También en las últimas horas de ayer, los investigadores evaluaban la importancia de algunos elementos hallados durante un nuevo allanamiento a la vivienda que ocupaba Manuel, para descartar que hubiesen sido parte de un ritual esotérico.
Entretanto, Fabio Páez y Verónica Camargo, los padres de Chiara Páez realizaron un llamado público a la paz social, pidieron más recursos para la investigación del caso y solicitaron la colaboración de toda la comunidad para el esclarecimiento definitivo del hecho, según comentaron al finalizar una reunión que mantuvieron en la parroquia Santísima Trinidad con el fiscal regional de Venado Tuerto, Alejandro Sinopli, el sacerdote de la iglesia, Diego Cavanagh, y los abogados patrocinantes de la familia.
"Hemos avanzado bastante en la investigación, pero entiendo que falta muchísimo para tener más claridad", afirmó Sinopoli, y advirtió que el caso "no está esclarecido. Los casos se esclarecen cuando hay sentencia.
El hecho de que haya sido hallado el cuerpo de la chica no implica eso. Ese es un viejo concepto policial, que habla de esclarecimiento cuando han encontrado un cuerpo y hay personas detenidas. Tengo que ser franco con la comunidad, el caso no está esclarecido porque se haya encontrado el cuerpo, tenemos que sumar en las próximas horas elementos o evidencias que refuercen la probabilidad de que las personas aprehendidas sean autoras del crimen. Estamos en presencia de un caso complejo y difícil", aseguró.
EL POZO
Por su parte, Tomas Vallejos, esposo de la abuela de Manuel, reconoció que su nieto de crianza realizó tres días antes del homicidio la excavación que luego utilizaría para enterrar el cuerpo de su novia. No es un dato al pasar: convalidaría que él y -posiblemente los familiares que lo ayudaron a concretar el asesinato- hayan realizado varias acciones previas.
¿QUERIAN QUE ABORTARA?
Como se sabe, Chiara, de 14 años, se habría encontrado con Manuel el sábado a la noche. Se duda, en medios judiciales, que haya estado con amigas, como se mencionó en un principio.
De los relatos de los imputados, surgiría que la menor arribó junto a su novio a la vivienda de este último cerca de la medianoche. Todos estaban en conocimiento del embarazo de la menor, por lo que habría existido una reunión familiar donde los asistentes le reiteraron que era conveniente abortar. Al parecer, la menor no aceptó la forma en que se le imponía el procedimiento (supuestamente había medicamentos abortivos en la vivienda) y comenzó a gritar solicitando ayuda. Allí comenzó el desenlace.
Chiara fue hallada casi al finalizar la jornada del domingo, enterrada en el patio de la vivienda. La autopsia oficial determinó que murió por diversos golpes potentes en rostro, cabeza y cuerpo, pero no convalidó la versión de Manuel, quien sostuvo ante los fiscales que la había empujado y se había golpeado la cabeza contra un mueble.
Además de Manuel, siguen detenidos Carolina V., madre del adolescente, y Carlos C., su concubino, quienes quedaron imputados como partícipes necesarios en el crimen.