Cien por semana. Se multiplicó el robo de notebooks en escuelas porteñas y el gobierno activa medidas para evitarlo
En los últimos 10 meses fueron sustraídas más de 1600 computadoras, pero en lo que va del año ya suman más de 1200, un promedio de casi 100 por semana, cinco veces más que en 2023; los ministerios de Educación y Seguridad de la Ciudad trabajan en la instalación de nuevos espacios seguros dentro de los establecimientos
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Las escuelas porteñas son un blanco repetido para la delincuencia. Dentro de ellas hay “carritos” con cerca de 32 notebooks cada uno, guardados en aulas especialmente acondicionadas para preservarlas. Son parte del material que usan docentes y alumnos para aprender. Pero para los ladrones, estos racks son como cofres del tesoro. Luego de robarlas por decenas en un solo golpe nocturno o de fin de semana –cuando los establecimientos están cerrados y no hay nadie a cargo del cuidado–, ofrecen esas computadoras portátiles en el mercado negro por entre 50 y 70 dólares cada unidad, un precio “conversable”, mientras que para el Estado (los contribuyentes) el valor de reposición de los equipos es de entre 100 y 200 dólares. Una pérdida que se puede calcular en más de US$250 mil, más de 230 millones de pesos a la cotización oficial de la divisa norteamericano.
Según un relevamiento de LA NACION sobre la base de los casos que tomaron estado público, en lo que va de 2024 fueron sustraídos 1233 notebooks y tablets de escuelas porteñas. Esto equivale a 13,7 por día, 94,8 por semana, 411 por mes. Por ahora, solo se recuperaron 67, lo que representa un 5.43%. Por estos casos la policía detuvo a 10 personas detenidas.
Las cifras indican que este año el problema se agravó. Desde mayo del año pasado se contabilizan 1699 dispositivos sustraídos, de lo que se extrae que en 2023 fueron robadas 466 computadoras, o sea, 16,6 por semana, cinco veces menos que en el primer trimestre de 2024.
De las trece escuelas que sufrieron robos y vandalismo, solo cuatro (30.7%) pertenecen al programa de Escuelas Protegidas –con cámaras de vigilancia y alarmas–. Palermo fue el barrio con mayor cantidad de instituciones robadas; allí delincuentes ingresaron al menos a cuatro escuelas; le siguió Saavedra, con tres. En muchos casos delincuentes ingresaron más de una vez, ya que el gobierno repone los dispositivos unos 20 días después de los robos, tras el proceso administrativo que comienza con la denuncia penal.
Fuentes del gobierno porteño dijeron a LA NACION que, para intentar poner freno a la problemática, los ministerios de Educación y de Seguridad de la Ciudad ya trabajan en un plan para intensificar la instalación de nuevos espacios seguros en más escuelas. Se trata de aulas especialmente acondicionadas para guardar los racks que contienen las notebooks (con sus respectivos enchufes, que quedan siempre dentro de los “carritos”), que cuentan con puertas reforzadas y cámaras de vigilancia. Las videocámaras solo pueden estar allí, ya que por ley no puede haber cámaras en aulas donde se da clase ni en los pasillos donde haya alumnos y docentes.
Boedo: robaron unas 100 notebooks y causaron destrozos en la Escuela Almafuerte
— 𝔾𝕝𝕠𝕣𝕚𝕒 𝕃𝕝𝕠𝕡𝕚𝕫 𝕆𝕣𝕥𝕚𝕫 (@gloriallopiz) November 30, 2023
Además del robo, hubo roturas y vandalización de aulas, oficinas y otros elementos. https://t.co/exIwQSRiuv pic.twitter.com/HP5jmPumFo
La más reciente seguidilla
Uno de los casos más recientes y resonantes fue el de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg, conocida como “Lengüitas”, situada en Juncal 3251, Palermo. El domingo 10 de marzo pasado dos delincuentes ingresaron forzando una ventana y se llevaron 125 computadoras tras vandalizar cinco “carritos”. Además, forzaron candados de lockers que usan profesores y alumnos, y robaron objetos personales.
Los dos ladrones eran menores de edad. Fueron aprehendidos en la avenida 9 de Julio y Córdoba, cuando cargaban 25 notebooks. En un allanamiento posterior en el domicilio de uno de ellos, en la villa 31, la Policía de la Ciudad encontró otros dos equipos.
Los adolescentes detenidos tras el robo del Lengüitas tenían antecedentes. El 3 de enero pasado habían robado en la Escuela N°5 “Honorable Congreso de la Nación”, situada en la Avenida del Libertador 4801, Palermo. En ese mismo predio, pegado al Hipódromo de Palermo, pero a una cuadra de distancia, funciona la Escuela Nº30 “Granaderos de San Martín”. Ese establecimiento sufrió cuatro robos en el año, aunque es una de las instituciones que forma parte del escudo de Escuela Protegida. Para el martes 13 de febrero, habían ya ingresado tres veces y se llevaron 150 dispositivos informáticos. El lunes, primer día de abril, en pleno fin de semana extralargo por los feriados, delincuentes volvieron a desvalijar las instalaciones y se llevaron 200 notebooks, que habían sido reemplazadas quince días antes, como reposición por el robo anterior.
Participamos, junto a la comunidad educativa, del aplaudazo por la seguridad de la Escuela N° 9 D.E. 2 que nuevamente sufrió el robo de las notebooks de sus estudiantes. pic.twitter.com/YX9JgvrcOS
— UTE (@utectera) November 8, 2023
También en Palermo, la Escuela Nº9 “Coronel Genaro Berón de Astrada”, de Salvador 4037, fue asaltada el martes 13 de febrero. Si bien también pertenece al programa de Escuela Protegida y tenía alarma, sufrió el cuarto robo en un año y medio, totalizando 521 notebooks robadas. En el hecho más reciente se llevaron 200 computadoras, que se sumaron a las 72 robadas en agosto de 2022; las 185 de noviembre de 2022, y 64 de noviembre de 2023. Por ello no hubo detenidos.
El casero de esa escuela se jubiló antes de que ocurrieran los robos y no fue designado otro en su reemplazo. Aunque los sindicatos docentes (y parte de la comunidad educativa de las instituciones damnificadas) sostienen que la ausencia de caseros es un factor crucial a la hora de explicar los robos y, por eso, insisten con que se nombre nuevo personal, desde el gobierno de la Ciudad dijeron a LA NACION que el 60% de los hechos ocurrió en establecimientos que cuentan con casero.
En el barrio de Saavedra hubo tres establecimientos vandalizados. La Escuela Nº15 “Provincia de Santa Fe”, de la calle Pico 2689 –que cuenta con 600 alumnos, y cuya casera falleció y no fue reemplazada–, también integra la lista de “Escuelas Protegidas”; igual, allí entraron dos veces: en julio del año pasado, y se llevaron 60 notebooks. Y el miércoles 28 de febrero de este año entraron por segunda vez en ocho meses. Vandalizaron 12 carros y se llevaron 210 unidades notebooks, tablets y proyectores.
En este establecimiento había un cuarto para guardado de computadoras en una de las plantas. Pero, circunstancialmente, habían quedado varios racks en el segundo piso, posiblemente porque el personal docente olvidó llevarlos a la “bóveda” protegida con cámaras. Los delincuentes aprovecharon el vacío de seguridad. También, la escuela carece de cámaras afuera del predio y tiene mala iluminación, explicaron las autoridades del establecimiento.
“En casi 70 años de historia nunca hubo un robo y ahora que hace dos años que no hay casera entraron dos veces”, denunció una docente que eligió el anonimato para evitar cualquier señalamiento.
Nuevamente robo en la Escuela N° 15 "Provincia de Santa Fe" D.E. 10.
— UTE (@utectera) February 28, 2024
Reclamamos y exigimos que nuestras escuelas sean espacios seguros, donde cada docente pueda enseñar y cada alumnx pueda aprender. https://t.co/FPSDwWaEzP
Dentro del mismo predio que la Escuela Provincia de Santa Fe está el Jardín de Infantes Común Nº 5 “Pablo Picasso”. De allí robaron una consola de sonido.
En la misma época que las escuelas anteriores, también en Saavedra, entraron a la Escuela N°6 “Manuel Dorrego”, de Besares 2990. De ahí no robaron computadoras: se llevaron dos bombas de agua y llaves de bronce.
En Belgrano, en mayo de 2023, ladrones entraron en la Escuela Normal Superior N°10 “Juan Bautista Alberdi”, en O’Higgins 2441, y se llevaron 100 notebooks y picaportes. Eso no fue todo, vandalizaron muebles de las oficinas y saquearon el buffet del comedor. En este caso hubo dos detenidos, un argentino de 23 años y un boliviano de 19. El Normal 10 tampoco tiene casero.
En Tronador 2861, Coghlan, está la Escuela Primaria N°15 “Manuel Antonio Acevedo”. Esa institución no forma parte del programa “Escuela Protegida”, pero seguramente entre pronto en la lista, porque fue saqueada dos veces en menos de un año. La primera vez, en junio del año pasado, se llevaron 100 notebooks, además de tablets, parlantes e insumos de oficina. Hace menos de una semana, en el inicio del fin de semana XXL, se robaron 138 tablets; los delincuentes no llegaron a llevarse otras 86 unidades, que abandonaron en la vereda cuando un vecino advirtió la intrusión y llamó a la policía. Hasta ahora no hubo detenidos por ese caso. La casera de ese colegio falleció en 2021 y su puesto no se va a volver a ocupar, según aclararon a LA NACION desde el Ministerio de Educación.
La Escuela N°1 “Valentín Gómez”, de San Telmo –en la avenida Independencia 758– fue saqueada en noviembre del año pasado. De allí se llevaron 142 notebooks y rápidamente fueron detenidas cinco personas, tres de ellas, menores. Habían escondido el botín en tachos de basura antes de ser arrestados.
En Flores, la Escuela Nº 4 “Benjamín Zorrilla”, de la avenida San Pedrito 1415, fue vulnerada y vandalizada dos veces en dos semanas entre el 19 y 27 de enero pasados. La escuela no tiene casero. Se llevaron picaportes, canillas, caños y cables. También a raíz del robo se inundó el establecimiento, lo que provocó la pérdida de documentación y muebles que quedaron arruinados.
En el barrio de Floresta, la Escuela Primaria Nº10 “Coronel de Marina Leonardo Rosales (Mercedes 1405) no tiene casero desde que este se jubiló. A principios de febrero de este año sufrió el tercer robo en poco tiempo, a pesar de tener alarma de seguridad privada. Sustrajeron 10 notebooks y tuvo una fuerte vandalización de muebles, teclados, mouses, monitores de computadoras y, como en todos los demás casos, de puertas y ventanas. En julio de 2022 ya se habían robado de allí 60 notebooks, un escáner y dinero.
Por último, en el barrio Piedrabuena, de Villa Lugano, la Escuela Primaria Nº 22 “Rufino Luro Cambaceres” (Montiel 3837) fue saqueada a principio de marzo. Fue su segundo robo en menos de un mes y los ladrones se llevaron 200 notebooks, un parlante, una heladera, herramientas, un smart board, un proyector, un escáner, dos teclados y guitarras.
Estos son los casos que tomaron conocimiento público a través de la prensa (el medio Tiempo Argentino, por caso, publicó el mes pasado que en febrero fueron robadas, en promedio, 20 notebooks por día de establecimientos escolares). LA NACION solicitó información oficial al Ministerio de Educación de la Ciudad respecto del total de escuelas vulneradas, y tipo y cantidad de elementos robados en cada una en el último año. Al cierre de este artículo la información no había sido suministrada.
Vacíos de seguridad y mercado negro
Las autoridades señalaron algunos flancos débiles que favorecen los hechos. “Muchas veces no coincide el espacio seguro con el lugar donde efectivamente están los carros con las notebooks, por descuido de los docentes”, dijeron fuentes del gobierno porteño. También explicaron que no se puede poner cámaras en todos los espacios, como ser aulas y pasillos, porque la ley no lo permite. Lo mismo sucede con cámaras en la vía pública que apunten hacia la escuela. Otras instituciones carecen de rejas, ventanas y puertas blindadas que dificulten aún más el ingreso de delincuentes.
Muchos de los equipos robados terminan siendo ofrecidos a la venta en Facebook Marketplace, la plataforma de avisos clasificados de Meta en la que se multiplica la oferta de objetos de origen ilícito. Allí se ofrecen las tablets y notebooks sustraídas, generalmente sin cargador (porque en las escuelas están montadas en los carros con racks especiales que tienen cargadores fijos), en precios que oscilan entre los 50.000 y los 65.000 pesos, mientras que también se ofrece el “desbloqueo definitivo” de las unidades a 8000 pesos para que el usuario pueda instalarles los programas que quiera, algo limitado en el entorno escolar.