Chocobar. "Me atacaron desde atrás", dijo el turista acuchillado
Su testimonio era uno de los más esperados del debate donde es juzgado el policía Luis Chocobar, que mató a un ladrón que, junto con un cómplice, acuchilló y dejó al borde de la muerte un turista norteamericano que en diciembre de 2017 paseaba por La Boca. Y, justamente, Frank Wolek, la víctima del asalto, declaró hoy por videoconferencia desde su casa en los Estados Unidos y recordó el brutal ataque que sufrió hace casi tres años.
"No puede ver las caras de los agresores. Todo el tiempo me atacaron desde atrás. Los vi cuando huían, pero de espalda. Uno [de los ladrones] tiraba desde su derecha la correa de la cámara [de fotos]. El otro desde atrás y por arriba de los hombros me pegaba en el pecho. Creí que eran trompadas, pero después, cuando vi la sangre y el cuchillo, me di cuenta de que habían sido puñaladas", dijo Wolek en la audiencia, según pudo reconstruir LA NACION de fuentes que estuvieron en el debate, que es semipresencial.
La víctima tiene 56 años, habló por videoconferencia ante el Tribunal Oral de Menores (TOM) Nº2 desde Kentucky, donde vive. Hubo traducción simultánea, ya que el testigo declaró en inglés.
El TOM Nº2 está integrado por los jueces Fernando Pisano, Jorge Ariel Apolo y Adolfo Calvete. El Ministerio Público está representado por la fiscal Susana Pernas.
Wolek declaró que el día del ataque tenía previsto su regreso a los Estados Unidos. "En el hospital [Argerich, donde le salvaron la vida] me dijeron que me habían apuñalado 12 veces", sostuvo.
El testigo también afirmó que los delincuentes no lo amenazaron previamente al robo. "Directamente me atacaron, siempre desde atrás", afirmó.
Chocobar no es el único acusado sentado en el banquillo. También es juzgado el cómplice del ladrón muerto, quien en el momento de los hechos era menor de edad. El imputado es defendido por el abogado Albino Stefanolo.
La parte querellante en el juicio, que es representada por los abogados Pablo Rovatti y Sebastián Da Vita, funcionarios del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos de la Defensoría General de la Nación (DGN), es Ivone Kukoc, la madre de Juan Pablo Kukoc, el delincuente muerto a balazos por Chocobar.
El hecho
Los hechos sometidos a debate ocurrieron el 8 de diciembre de 2017, cuando Wolek paseaba por la zona de Caminito, donde fue interceptado por Kukoc y su cómplice. Los delincuentes le robaron una cámara de fotos al turista, que hoy tiene 56 años. La víctima intentó evitar el robo, pero recibió varias cuchilladas, una de ellas en el corazón, lo que lo dejó al borde de la muerte.
La situación fue advertida por tres vecinos que corrieron tras los asaltantes. A esa persecución se sumó Chocobar, que había salido de su casa y se dirigía a tomar el colectivo 24 para incorporarse al servicio en la Policía Local de Avellaneda.
Según declaraciones de los testigos y del propio policía, Chocobar dio la voz de alto en dos oportunidades y realizó tres disparos intimidatorios al aire para que Kukoc se detuviera. Este segundo episodio ocurrió en la esquina de Olavarría e Irala. Para entonces, el otro sospechoso se había separado de Kukoc y pudo escapar.
Los tres vecinos que perseguían a Kukoc lograron arrebatarle al ladrón una de las cámaras de fotos que le habían robado a Wolek. Ante el temor de ser atacados por el asaltante abandonaron la persecución y regresaron a la esquina de Garibaldi y Olavarría para asistir al turista malherido.
Chocobar siguió solo tras Kukoc, que en esa parte del trayecto ya se había quitado la campera de Boca que llevaba puesta y que usó para envolver la mano en la que, supuestamente, llevaba el cuchillo con el que amenazaba a quienes intentaban capturarlo, según consta en la descripción del suceso realizada por el juez de menores Enrique Velázquez.
Antes de llegar a Irala y Suárez, según declaró, Chocobar volvió a dar la voz de alto y disparó dos tiros que hirieron al sospechoso en la parte posterior del muslo izquierdo, seis centímetros por encima de la cresta ilíaca. En su indagatoria el policía dijo que había disparado porque en un momento de la persecución el sospechoso se dio vuelta, se puso de frente a él y amenazó con atacarlo. También expresó que había apuntado de tal forma que los disparos dieran de la cintura para abajo de su objetivo, con el fin de evitar lesiones en partes vitales.
En su momento, la causa estuvo a cargo del juez de Menores Enrique Velázquez, que procesó a Chocobar. "En punto a la falta de recaudos al momento de efectuar los disparos, cabe destacar que el propio Chocobar expuso que al disparar lo hizo blandiendo su pistola con una sola mano, ya que con la otra se cubría el rostro para defenderse ante una posible agresión de Kukoc, situación que lo coloca en un obrar, cuanto menos, alejado de una actitud profesional exigible a cualquier personal policial", sostuvo el juez en el procesamiento.
Por su parte, el fiscal Marcelo Martínez Burgos, afirmó en su dictamen que Chocobar "nunca tuvo la intención de matar". Y agregó: "La presencia del exceso se traduce en la desproporción del medio utilizado porque, si bien se extralimitó, quedó más que probado que su fin en modo alguno era quitarle la vida a Kukoc".
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