Cayó una banda de motochorros que se hizo de un botín de casi $30.000.000 y US$104.000
Tras una extensa investigación, personal de la Policía Federal detuvo a cinco sospechosos; los delincuentes fueron identificados después de un análisis que hicieron detectives judiciales y de la Policía de la Ciudad de las filmaciones de los robos
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Oscar C. y su hijo Matías C. salieron de una oficina situada a diez cuadras del Obelisco con 26.270.000 de pesos guardados en una valija que pusieron en el asiento trasero de una camioneta Fiat Pulse gris. No lo sabían, pero apenas empezaron el viaje hacia el banco donde iban a depositar el dinero, comenzaron a ser seguidos por una banda de motochorros que iba a esperar el momento indicado para atacarlos. El golpe sucedió en Marcelo T. de Alvear y Carlos Pellegrini, en Retiro, cuando tuvieron que frenar por un semáforo en rojo. Todo fue muy rápido. Cuatro delincuentes rompieron las ventanillas delanteras y traseras. Uno de los ladrones pudo hacerse de la maleta donde estaban los billetes. Eran las 14.35 del 7 de febrero pasado. La organización criminal ya había protagonizado, al menos, otros cinco robos de similares características en Recoleta, Palermo, Villa Crespo, Villa Lugano y Flores.
En las últimas horas, después de una profusa investigación, por orden de la jueza Yamile Bernan, detectives del Departamento Investigaciones Especiales de la Policía Federal Argentina (PFA) hicieron una serie de allanamientos donde se detuvo a cinco sospechosos de integrar la banda de motochorros. Continúa la búsqueda de varios prófugos.
Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales. En la pesquisa tuvo una participación importante la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE), dependiente de la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (Ufecri), a cargo del fiscal José María Campagnoli, que colaboró con su colega Marcelo Munilla Lacasa en la identificación de los sospechosos y de los vehículos utilizados en los seis robos que le adjudican a la banda.
“Luego del análisis de la información aportada por la sección Apoyo Rápido a Intervenciones de Monitoreo de la Policía de la Ciudad y la investigación realizada por personal de esta unidad, se pudo establecer la identidad de un grupo de personas que podrían formar parte de una empresa criminal dedicada a la sustracción de dinero a determinadas personas, mediante la ejecución de un plan de seguimiento, coordinado por integrantes de dicha organización, utilizando automóviles y motos para cometer sus propósitos”, sostuvo Ezequiel Rodríguez Danussi, funcionario de la SIPE, en un informe de más de 500 páginas donde se presentaron las pruebas de la participación de los sospechosos en seis robos del mismo modus operandi ocurridos entre el 23 de agosto de 2023 y el 7 de febrero pasado.
El último golpe, el que fueron víctimas Oscar C. y su hijo Matías C. no salió como lo había planificado la banda criminal. Todo se complicó rápidamente. Apenas se concretó el robo, comenzaron a sonar las bocinas de los autos que estaban en el lugar y los testigos comenzaron a gritar.
Un oficial de la Policía de la Ciudad que recorría la zona en bicicleta en tareas de prevención comenzó a seguir a los motochorros.
La moto donde escapaba el ladrón que tenía la valija con el dinero se detuvo en Córdoba y Suipacha. El delincuente quería acomodar la maleta para poder viajar más cómodo. El contratiempo fue letal. El oficial que los seguía en bicicleta comenzó a hacer sonar un silbato para que se sumaran a la persecución otros uniformados.
Cuando los motochorros escapaban por Córdoba hacia la avenida 9 de julio fueron interceptados por peatones que pasaban por el lugar. Poco después, personal de la Policía de la Ciudad pudo recuperar la valija donde estaban los 26.270.000 de pesos y detener al ladrón que tenía el botín. Era el principio del fin para la banda delictiva.
El primer hecho que le adjudican a la organización criminal ocurrió el 23 de agosto del año pasado. La víctima, que circulaba en una camioneta Volkswagen Amarok negra, fue seguida desde el microcentro porteño donde había ido a un banco a retirar dinero hasta la avenida Córdoba y Darwin, en Villa Crespo, donde uno de los ladrones rompió una de las ventanillas de la 4x4 y se apoderó de un bolso con dinero. Pero el botín no fue el que pensaban los motochorros: solo se apoderaron de 150.000 pesos, así surge del expediente judicial.
Los detectives de la SIPE, con la colaboración de personal de la Policía de la Ciudad, al analizar las imágenes de las cámaras de seguridad, pudieron reconstruir que del robo participaron cinco motos y un taxi.
“Los ‘marcadores’ [por los delincuentes que eligen y señalan a las víctimas] o los ‘golpeadores’ [los que rompen los vidrios de los autos para apoderarse del botín] suelen movilizarse en auto para no llamar la atención de la policía que hace trabajos de prevención en las zonas bancarias. Dos personas en moto puede ser sospechoso. Entonces van en auto y después escapan en las motos conducidas por otros integrantes de la banda”, explicó a LA NACION un detective que participó de la investigación.
Tras el robo en Villa Crespo, la banda se juntó en un restaurante de Almagro. Así lo pudieron reconstruir los investigadores a partir del análisis de las filmaciones del Centro de Monitoreo Urbano (CMU) porteño. En la puerta del local gastronómico estacionaron las motos que participaron del golpe y el taxi que hizo las veces de apoyo.
Otro hecho que se le adjudica a la banda ocurrió en plena avenida Figueroa Alcorta, en Palermo. A la víctima, después de romperle una de las ventanillas de su auto Volkswagen Suran le robaron una mochila con 100.000 dólares y una computadora. La habría seguido desde el microcentro y para el golpe aprovecharon un momento de circulación lenta por la gran cantidad de vehículos que transitaban por el lugar.
Como se dijo, los robos se repitieron en Recoleta, Villa Lugano y Flores. Siempre con el mismo modus operandi. Así se desprende las filmaciones que resultaron claves para identificar a los sospechosos detenidos y los que, por el momento, están prófugos.
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