Cayó la líder de una banda de falsos policías que simulaba procedimientos para entrar en casas a robar
La sospechosa, reconocida por unos aros y su flequillo rubio, fue arrestada por detectives de la Policía Federal; la organización criminal operaba en la zona oeste del conurbano
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“¡Policía, allanamiento, allanamiento!”, fueron los gritos que escucharon antes de que su casa fuera copada por un grupo comando. Siete delincuentes armados, vestidos como si fuesen integrantes de una brigada de la Policía Federal Argentina, tuvieron a una familia a su merced durante veinte minutos. Bajo amenaza les exigían la entrega de una suma importante de dinero.
Durante la puesta en escena del falso procedimiento, los ladrones simulaban estar en contacto con un fiscal y les advertían a las víctimas que iban a terminar en la cárcel si no obedecían. Al no encontrar el dinero que habían ido a buscar, los asaltantes decidieron irse y se llevaron dos celulares, dos anillos marca Rolex, un reloj Michael Kors, dos pares de zapatillas, un bolso Adidas y un parlante. Huyeron en dos vehículos.
La profesionalidad con la que habían planificado el golpe contrastó, a la hora de su ejecución, con un error de principiantes que terminó siendo una pieza clave para identificar a los criminales: la banda olvidó llevarse el disco rígido (DVR) que graba las filmaciones de las cámaras de seguridad y en el que, obviamente, había quedado registrado gran parte del asalto.
El golpe protagonizado por los falsos policías ocurrió el 13 de octubre del año pasado en Cuartel V, en Moreno. No fue el único falso operativo ejecutado por la organización criminal. En enero pasado volvieron hacerlo en Villa Zapiola, también en el partido de Moreno, pero el robo se frustró a poco de comenzar porque los ladrones fueron ahuyentados por cuatro rottweiler.
En las últimas horas, detectives de la División Investigación del Robo Organizado de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal detuvieron a la supuesta líder de la banda, identificada como Natalia Lorena S.; su hermano, Edgardo Aníbal S., señalado como el otro cabecilla de la organización criminal, ya había sido atrapado en mayo pasado junto con otros tres cómplices.
“Tenemos la sospecha de que cometieron más robos, más allá de los dos hechos por los que fueron imputados”, explicó a LA NACION un importante jefe policial que participó de la investigación.
Cuando le colocaron las esposas a Natalia Lorena S., los detectives policiales advirtieron un detalle que no les pasó desapercibido: llevaba puestos los mismos aros que había utilizado cuando cometieron el violento robo del 13 de octubre del año pasado en Cuartel V, según se desprende de la filmación del falso operativo protagonizado por los simuladores.
En las últimas horas, además de la presunta jefa de la banda, los detectives de la Federal también detuvieron a Evaristo Ricardo M., acusado de formar parte de la organización criminal.
La investigación que permitió desbaratar a la banda de falsos policías estuvo a cargo de la Ayudantía de Investigación de Delitos de Robos Agravados en Modalidad Entradera, conducida por el ayudante fiscal Maximiliano Gómez, que depende de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°7 de Moreno General-Rodríguez, a cargo del fiscal Jonatan Lay. Colaboraron en la pesquisa detectives de la División Investigación del Robo Organizado de la Policía Federal.
Los sospechosos fueron identificados a partir de “la interconexión con los responsables del Anillo Digital de Policía de la Ciudad, la implementación de intervenciones telefónicas, el entrecruzamiento de llamadas, el análisis de datos móviles de los dispositivos electrónicos y las filmaciones de las cámaras de seguridad de la Municipalidad de Moreno”, informaron fuentes de la Fiscalía General de General Rodríguez-Moreno.
El testimonio de una de las víctimas del robo ocurrido en Cuartel V fue clave para las identificaciones. “También pude ver a una mujer. El cabello, teñido de rubio, lo tenía atado con una colita rosa. Usaba flequillo. Era de contextura robusta, tez blanca, de aproximadamente 30 años, de 1,70 metros de altura. Tenía una campera azul con inscripciones, zapatillas negras con detalles blancos, un jean celeste y en su rostro llevaba puesto un barbijo blanco parecido a los que venden en las farmacias y en una mano tenía un handy con el que, supuestamente, hablaba con otra mujer que estaba afuera”, sostuvo. Se refería a Natalia Lorena S., según lo que pudieron reconstruir los detectives policiales y judiciales con el avance de la investigación.
Uno de los delincuentes detenidos en mayo pasado junto con Edgardo Aníbal S. tiene 62 años y cinco condenadas por el delito de robo.
Para los investigadores, el golpe en Cuartel V y el intento de robo en Villa Zapiola no fueron al voleo. “Los ladrones tenían el dato de que en esas casas había dinero. No sabemos si era información verdadera o falsa, pero los objetivos no fueron al azar”, explicó una fuente judicial.
¡Cuidado con el perro!
Los ladrones llegaron en tres autos y, después de forzar un portón, ingresaron en la propiedad por el fondo. El que encabezaba la fila llevaba un arma de fuego en la mano derecha y tenía puesto un chaleco azul con tres letras amarillas (PFA) estampadas en la espalda: indumentaria similar a la que utilizan la Federal. Otro, vestido con un chaleco antibalas negro, portaba un papel que pretendía que pasara como una orden de allanamiento. Un tercero utilizó una barreta para intentar abrir una reja y acceder a la casa. Pronto se sumaron más falsos uniformados, pero todos huyeron cuando los perros comenzaron a ladrar. Antes de escapar, dispararon contra la casa.
“Edgardo Aníbal S., al que sus cómplices llamaban por el apodo de Yiyo, fue identificado en los videos de ambos hechos ilícitos investigados. No quedaron dudas de su participación. Tampoco hay dudas de que él y su hermana eran los líderes de la organización criminal. Ellos decidían todo y los demás ladrones les consultaban todo”, dijo a LA NACION un detective judicial.
Según se desprende del expediente judicial, un punto clave para comenzar a dar con la banda fue la información aportada por detectives de la Policía de la Ciudad, quienes alertaron que, días antes del primer robo, uno de los vehículos utilizados por la organización criminal había sido interceptado en un operativo de control en inmediaciones de la villa Zavaleta, en el límite de los barrios de Nueva Pompeya y Barracas, en la Capital.
Entonces, la identificación del conductor del vehículo, un Renault Sandero negro, fue el puntapié inicial que permitió llegar a los demás integrantes de la banda.
Fuentes de la Ayudantía de Investigación de Delitos de Robos Agravados en Modalidad Entradera, creada por el fiscal general de Moreno-General Rodríguez, Lucas Oyhanarte, destacaron el trabajo hecho por los detectives de la Policía Federal que detuvieron a los sospechosos y la tarea del personal de la policía bonaerense que colaboró en el caso en un primer momento.
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