Cayó la banda de los “chicos bien”: les robaban a los clientes de sus padres en Quilmes

Braian y Jonatan crecieron en familias de comerciantes e industriales de Quilmes. Ninguno de ellos pasó necesidades económicas y concurrieron a los mejores colegios de ese importante distrito de la zona sur. El padre de Braian había forjado una fábrica en la que armaba casas rodantes. Jonatan trabajó siempre en el negocio de su padre, dedicado a la compra y venta de motos. Ellos no siguieron el camino familiar y forjaron su propio emprendimiento: hacer dinero rápido y fácil a través del delito.

Elegían a sus víctimas en el entorno de la actividad que ambos frecuentaban con la venta de las casas rodantes y los eventos con motos del estilo trial. Algunos de los damnificados, incluso, fueron clientes del taller del padre de Braian o asistentes a las reuniones de venta de motos de Jonatan, que en la banda era conocido como Kenai. Usaba el alias de su hijo dentro del grupo delictivo.

Desarrollaban una doble vida: se mostraban a bordo de camionetas y autos de alta gama y en el lado oculto, se dedicaban a asaltar a los clientes de sus padres; para ellos, el fin justificaba los medios: no escatimaban violencia en busca de dinero “grande” en un solo golpe.

Ambos jóvenes, de 21 y 28 años, fueron detenidos en las últimas horas, acusados de integrar la denominada “banda de los chicos bien” que el 8 de septiembre pasado asaltó a un quintero y a su hijo, ambos bolivianos, y a la empleada doméstica, a quienes tomaron como rehenes, los golpearon y les robaron US$ 500.000 y $2.000.000.

Los dos sospechosos fueron arrestados durante una serie de operativos realizados por efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes en Florencio Varela, Wilde, San José, Temperley, Lomas de Zamora y Quilmes.

Según fuentes de la investigación, uno de los inmuebles allanados corresponde a un galpón que pertenece al hijo del empresario que arma las casas rodantes, situado en la avenida Mosconi, a la altura del Barrio Parque Calchaquí, en Quilmes.

Ese galpón, según establecieron los investigadores policiales, era utilizado por la banda como punto de reunión antes de salir a concretar los asaltos.

Hasta ese lugar llegaron los detectives luego de desandar el camino utilizado por el conductor del Volkswagen Gol Trend blanco que usaron los tres asaltantes que el 8 de septiembre irrumpieron en la casa situada en la calle 878, de San Francisco Solano y asaltaron al dueño de la vivienda, de 91 años, a su hijo, de 61 y a la empleada doméstica, de 58.

El paso de aquel vehículo fue grabado por las cámaras de seguridad instaladas en la calle 878 y en el resto del trayecto desde la casa donde concretaron el violento asalto hasta el galpón del Barrio Parque Calchaquí, a pocas cuadras del límite entre Quilmes y San Francisco Solano. El auto que la banda usó para el robo también había sido filmado por las cámaras de seguridad de la zona cuatro días antes del asalto, cuando los integrantes del grupo delictivo realizaron un reconocimiento de la casa de la víctima.

Luego de cinco meses de una investigación que incluyó la revisión de cámaras de seguridad, cruces de llamadas telefónicas y análisis de información encontrada en las redes sociales en las que los sospechosos mostraban la vida de lujos que llevaban, los responsables de la pesquisa, supervisados por la fiscal de Quilmes Mariana Curra Zamaniego, allanaron los siete inmuebles vinculados con la “banda de los chicos bien” y detuvieron a Braian Agustín y Jonatan, alias Kenai.

Durante los operativos, los detectives de la DDI de Quilmes, secuestraron 25 proyectiles con recubrimiento de teflón, también conocidas como “balas mata policías”, una pistola con un Kit Roni (adaptador para convertirla en automática), una escopeta, siete celulares y una camioneta con pedido de secuestro.

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