Barato, pero trucho: cayó en Temperley un falso odontólogo que atendía pacientes y ofrecía prótesis por las redes sociales
Atendía en su casa, donde tenía un diploma no oficial de mecánico dental; le secuestraron insumos, un arma de fuego y veinte plantas de marihuana
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Un hombre que ejercía ilegítimamente la actividad de dentista fue detenido en Temperley, partido de Lomas de Zamora, tras un importante procedimiento judicial y policial.
La investigación fue encabezada por el fiscal Javier Gustavo Martínez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°8 de esa jurisdicción, a partir de una denuncia radicada por el Colegio de Odontólogos de la provincia.
Según consignaron fuentes judiciales, tras una orden de allanamiento firmada por el juez de Garantías N°4, Sebastián Monelos, los efectivos irrumpieron al mediodía en una vivienda situada en Anchorena al 1600.
Según fuentes judiciales, en este operativo fue arrestado un hombre de unos 50 años, señalado por ejercer esta actividad de manera clandestina en ese domicilio de Villa Galicia. Allí atendía pacientes en forma directa.
Como resultado del allanamiento, los agentes de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora secuestraron celulares, registros informáticos, instrumental y material de ortodoncia. También se incautó un arma de fuego sin registrar, municiones y una veintena de plantines de marihuana.
Tras quedar aprehendido, el sospechoso se negó a declarar ante la fiscalía. Quedó detenido a disposición del Juzgado de Garantías Nº4 Departamental, quien definía en las próximas horas su situación procesal.
“En la pandemia, muchos protesistas empezaron a publicitar que hacen los arreglos ellos mismos, lo cual significaba un supuesto ahorro de tiempo y dinero para la gente. En la casa había un papel que decía que era mecánico dental, pero aunque lo sea, no puede meter la mano en la boca de los pacientes”, precisó a LA NACION una fuente de la causa.
En este sentido, la ley N°14.163, que regula la actividad de los dentistas en la provincia de Buenos Aires, indica que los mecánicos dentales “solo podrán practicar los trabajos de prótesis que les ordene el odontólogo, no pudiendo bajo ningún concepto intervenir en la boca de los pacientes, ni siquiera en presencia del profesional odontólogo”.
“Solo el odontólogo se encuentra facultado para tomar impresiones personalmente y efectuar la colocación de los aparatos protésicos, así como también a realizar cualquier otro trabajo en la boca del paciente”, agrega la normativa.
El secretario general del Colegio de Odontólogos 2 (Copba 2) de la provincia, Horacio Compte, señaló a LA NACION que la denuncia sobre este caso databa de 2019. “Publicitaba en un grupo de Facebook y en la casa atendía en un sofá que tenía en el living. El delito es ‘intrusismo’, porque el mecánico dental no es odontólogo, es como un auxiliar de farmacia”, explicó el profesional.
La ley establece que la publicidad que realicen los mecánicos dentales “deberá hacerse únicamente a través del odontólogo, y en caso de publicaciones serán exclusivamente en revistas de la profesión odontológica del gremio que los agrupe”, quedando prohibida toda propaganda “en diarios, revistas afiches, murales, etcétera”.
Además, Compte lamentó que lo sucedido con este dentista “trucho” de Temperley “es una realidad en el conurbano, ante las necesidades de la gente y la falta de controles del Ministerio de Salud”. Al respecto, arrojó un dato preocupante: se reportan de 5 a 10 denuncias de casos similares por mes.
“No reunía [el impostor] las condiciones mínimas de bioseguridad, arrojaba los residuos patológicos como domiciliarios. El diploma era de un curso de mecánico dental, no oficial. Decía que hacía prótesis a domicilio, baratas. No había órdenes de derivación para trabajos o encargos de esos elemento”, advirtió el secretario general de Copba 2.
El caso del falso pediatra de Llavallol
En junio de este año fue detenido Carlos Alberto Murguía, quien ejerció durante años la medicina de manera ilegal en un centro médico de esa localidad, también en el partido de Lomas de Zamora. Este impostor, quien decía haberse recibido de médico en la Universidad de El Salvador, colgaba un título fotocopiado en su consultorio.
Sin haber cursado jamás una materia en la Facultad, atendió cientos de niños y adultos en la Clínica Luzuriaga, donde recetaba toda clase de medicamentos, como por ejemplo antibióticos, antidepresivos y medicina psiquiátrica para los mayores.
Todo esto, fue posible gracias a que Murguía había usurpado, años atrás, la matrícula de una doctora de la provincia de Buenos Aires, y mandó a hacer un sello apócrifo con el cual estampaba su firma en cada receta que extendía a sus pacientes. La médica estafada se enteró a través de un mensaje que recibió por una red social. De inmediato hizo la denuncia.
Tras una investigación encabezada también por el fiscal de la UFI N°8, el pediatra “trucho” de Llavallol pudo ser localizado y detenido en la ciudad de Moreno a principios de junio pasado. El 16 de septiembre, Murguía fue condenado a la pena de dos años y cuatro meses de prisión por ejercicio ilegal de la medicina.
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